No hay nada como una buena caminata otoñal, en una mañana de
domingo luciendo un día con buen sol, y en un lugar con un encanto especial que
cautivó incluso a poetas: el lago de Banyotes.
El perímetro de su ribera es de unos 8 kilómetros, aunque
tardé unas dos horas, dadas las distancias de entrada y salida. La marcha, a
ritmo rápido, que es más deportiva. Ya sabéis que los “matasanos” consideran
que andar es un ejercicio saludable, y lo recomiendan, y en este plan estoy.
Os cuelgo las imágenes de las fotos y los vídeos del paseo (los vídeos los encontraréis al final) ,
que son de fecha del 13 de octubre de 2013, obtenidas mediante un sencillo
smartphone:
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