
Es una masía con largas raíces históricas, pues según documentos antiguos, su construcción se remota al siglo XII. Y ya sabemos que la construcción de masías dispersas por todo el territorio catalán, fueron los testimonios del modo de vida de una pujante pagesia (el estamento campesino catalán), los propietarios familiares de las tierras, que vivían de la agricultura y la ganadería.
La familia Roca, de raigambre pagesa catalana, de la que todavía perduran tres generaciones: Eusebi (el abuelo), Llorenç (el hijo único), y Joan (si se sigue la tradición catalana, habríamos que decir “el hereu” –en catalán, el heredero-), hace unos años decidieron restaurar la masía familiar, iniciando un proceso de reformas por partes, puesto que la masía se encontraba en estado bastante ruinoso.

Un tiempo más tarde se pasó a la segunda fase, la de la reforma final propiamente dicha de los interiores, aunque con bastantes retoques de los exteriores. Allí es donde entré yo. Ayudado por el propietario, el afable Lorenzo Roca (un hombre muy paciente y trabajador), y algunas veces también del hijo y del abuelo, me puse a hacer allí la parte gruesa de las reformas durante un período de aproximadamente 2 años, yendo a realizar los trabajos en los fines de semanas, especialmente en sábado y en algunos domingos, así como en algunas vacaciones escogidas, tanto de época navideña, Semana Santa, como estivales. Se hicieron varias paredes interiores de distribución, se aparedó las cajas y demás componentes de instalaciones de luz, teléfono, agua y radiadores, y se remolinaron prácticamente todas las susodichas paredes interiores. Se dieron forma a las ventanas con gruesas piedras cantoneras y dinteles, se colocaron los diversos bastimentos, tanto de ventanas, como de puertas interiores. Se dieron forma a algunos pilares de piedras. Se formaron y arreglaron paredes de piedras, y se rejuntaron, tanto en el interior como en amplias partes del exterior, y se rejuntó con mortero griffi-cal prácticamente todas las fachadas y se cepillo. Se colocó el pavimento de gres en tonalidades rusticas con predominio de un oscuro color marrón cerámico, así como los zocos que los envueltan, a juego con los gruesos cairats (vigas de madera) que rodean las habitaciones.



Actualmente la hermosa masía tiene funciones de turismo rural, y la podéis encontrar por la web de internet www.masroca.com, en donde tendréis información más amplia sobre ella. No dejéis de visitarla, porque es de las mejores, de las más cuidadas, y de las mejor acogedoras que podáis encontrar por toda Cataluña, además se encuentra en un lugar muy tranquilo, lejos de aglomeraciones, el lugar ideal para refugiarse en solitario con la familia o los amigos, y de paso disfrutar de las peculiaridades que ofrece la comarca, a muy pocos kilómetros de desplazamientos. Es el lugar adecuado para darse una escapada y descansar unos días con plena y total tranquilidad.
1 comentario:
noi, quina casa!
Publicar un comentario