lunes, 2 de julio de 2012

LA FRAGILIDAD DE LAS RELACIONES HUMANAS

Desde siempre he ido observando que todo lo humano es insoportablemente frágil. Desde que Shopenhauer dijera que le caen más bien los gatos que no las personas, a la manifestación de Sigmund Freud de que a nadie se le escapa en su infancia la necesidad de sentirse protegido cuando no amado por un padre (y si es modélico, mejor). No hace mucho estuve hablando un breve ratito con una profesional de la psicología sobre la sociabilidad o no de las personas, sobre si es más cómodo estar solo que acompañado, de la que yo opinaba que podían haber para todos los gustos o colores como distintos son cada una de las personas en todas sus propias facetas, miedos, complejos y aspiraciones humanas. Pero ella, no del todo de acuerdo conmigo, insistió en que el ser humano es un ser que tiene mucha necesidad de sociabilidad, de tener relaciones con sus semejantes, de tener cierto reconocimiento, de que le reconozcan y hasta se le de cierta importancia, de la necesidad de satisfacer ciertas necesidades emotivas, afectivas, e incluso fisiológicas,…y no es mi pretensión con este artículo hablar sobre el sexo, sino sobre las relaciones . Como debatiendo el asunto, me insistió la psicóloga, de que tiende a pensar y a considerar que el ser humano desde que nace, ya viene dentro de su naturaleza ser propenso a la sociabilidad. Pero a pesar de esta pretendida sociabilidad, yo creo que tan complicadas son las relaciones humanas que somos como bombas de relojería que podemos estallar en el momento más insospechado. He conocido gentes que se manifiestan sociables y se dan de ello, pero a la hora de la verdad, de eso no tienen nada de nada, salvo adonde le llevan los propios impulsos egoístas. Tal es la fragilidad de las relaciones humanas, en la que no sabes ni cuando empezó ni cuando terminó la amistad o en su defecto el amor, que expondré algunas experiencias personales: hace unos días me topé por la calle con un antiguo compañero de clase de la escuela, que siempre le fui ayudando con dinero –que nunca me devolvió- debido a una minusvalía de la espalda y que nunca ha podido trabajar, me vio, y ni tan siquiera me saludó,…¿tan ingrato hay que ser?...; alguien que en principio te daba importancia, hoy en la vorágine de su vida personal y que se supone que se relaciona con otras genes, ya no es capaz de responder a tus correos ni a tus SMS, como si no te valorara ya y con lo que supone de pérdida de confianza; te encuentras por el supermercado con gentes que conservaron el puesto de trabajo de dónde tú mismo trabajabas, y ni te saludan ni te miran, como si temieran saber sobre tus propias miserias,…es tal como les acobarda tu propia presencia…; una vez me eliminó de facebook un antiguo compañero de clase de muchos años, sin explicación alguna, y eso de que él procede de una familia de gente culta,..de lo que supongo que le debía molestar la brillantez de mi página, y sobretodo de que escribiera en castellano;…y tendría tantos ejemplos que poner sobre la fragilidad de las relaciones humanas, que no me extiendo más. Es quizás lo malo de tener cuerpo y psique predeterminada por la propia naturaleza... ella manda, pues nada es contra-natura. Podemos intentar potenciar factores beneficiosos de hacernos más simpáticos, más asertivos, más diplomáticos, más empáticos, y con ello minimizar ciertos riesgos que eviten la exclusión, pero el tiempo siempre acaba ganando al cuerpo (....y a todo). Como recuerdo que nos explicaba el profesor sobre el Carpen Diem en la película “El Club de los Poetas Muertos”, los considerados como los grandes genios de la humanidad, o cualquiera que haya pasado por esta existencia, haya hecho o no algo extraordinario, al final se incrustaron en alimento para gusanos, pues al fin y al cabo ese es fin de nuestra existencia: acabar siendo alimento para gusanos,…¡tan insignificantes somos, por más que ciertos faraones quisieron tener la mayor y más majestuosa de las tumbas!. Por mucha importancia que demos al ego propio, por encima de todo, nuestra vida también acaba por ser algo completamente insignificante, y la verdadera inmortalidad, como recuerdo que manifestó una vez Cayo Julio César, no es otra cosa que permanecer en el recuerdo de alguien. La vida de uno no es la que uno mismo vivió, sino la que los otros recuerdan, y cómo la recuerdan para contarla, y en este aspecto se refirió Julio César en cuanto hacia referencia a la inmortalidad, porque según el mencionado cónsul de Roma, tras la muerte no hay nada, salvo que sea como un eterno sueño. ¿Quién recuerda a quién o a quienes, como el más bonito o admirable recuerdo que le viene en mente y alma?. Pero hay algo más frágil que la propia vida.... las relaciones humanas. Quiero decir que incluso el amor más fuerte puede ser destruido por una traición o una deslealtad. La amistad más sincera por un malentendido. Son tan tristes estas realidades que los lazos emocionales muchas veces estén a merced de las palabras y en especial de esos hechos que demuestran una cosa u otra mucho mejor que las mismas palabras; que años de complicidad pasen a ser sólo vano recuerdo por una mirada equivocada, o por un pensamiento malinterpretado. Como si ningún vínculo, ninguno, se asintiera en la certeza. Vínculos que en su día fueron sinceros, terminaron fugaces como un beso en un sueño. El “amigos para siempre”, o el “amor verdadero”: pueden llegar a ser expresiones que intentan conectar un sentimiento con la eternidad ficticia, pero que acaba siendo sólo una paréntesis en la historia personal de cada uno. No son más que espejismos tenebrosos gestados al amparo de una pasión o en algún tipo de admiración sincera en su momento. Hay gente que consigue no romper nunca ese espejismo, son afortunados ellos a veces a aquello que nos une a los demás, y con lazos cada vez más fuertes; pero aquello que creemos sólido e imperecedero, muchas veces sin saberlo es como un fino hilo, presto a que cualquier Parca que ni la vemos, lo corte inmisericorde cuando menos se espera. Y en esta vida estamos navegando constantemente por un océano rodeado de todas clases de tijeras: hilos que sobre el camino se van cortando, desprendiendo y separándose en la distancia, tanto del espacio como del tiempo. No me acuerdo dónde leí aquello de que “la sombra es la única persona que nunca te abandona y siempre permanece contigo, adonde quiera que vayas o estés”. Quizás sólo podemos contar con nosotros mismos.“Nadie es imprescindible”, dicen algunos.¿Nadie es imprescindible.....?.....al menos para sobrevivir, sí: es posible que nadie sea imprescindible, ya que cada cual ha de procurar por uno mismo, y nadie puede hacer por un tercero si no quiere. Sólo podemos contar con nosotros mismos, esa es la única certeza que nos enseña la vida. ¿Y para ser feliz?....para ser feliz, tal vez no hay gente imprescindible. Tal vez sea porque la felicidad siempre se somete a la incertidumbre…...........la maravillosa y fascinante incertidumbre de la amistad mientras la hubo..............., la maravillosa y fascinante incertidumbre del AMOR mientras este estaba encendido…, porque al final, como dejó escrito el Eclesiastés en la Biblia: “todo es vanidad”, o como dos grandes históricos dijeran en su lecho de muerte: “Sólo Dios es Grande” (Luis XIX de Francia),…o aún mejor: “¿He interpretado bien la comedia de la vida?,…pues si es que sí,….entonces ¡aplaudid!” (Octaviano Augusto, el primer emperador romano). No sería de extrañar que en medio de tanta ingratitud, quienes al final se sintieron solos y se cansaran del género humano, tales como los filósofos como Schopenhauer o Diógenes de Sinope, dijeran prácticamente lo mismo: “cuanto más conozco a la gente, más quiero a mi perro”,….¿realmente somos sociables los seres humanos?,…mi amiga psicóloga no me pudo dar más explicaciones, pues faltó el tiempo,…pero a mí me quedaron las dudas.



COMENTARIOS DESDE MI CUENTA FACEBOOK:





  • Espacio De Xavier Valderas Desde mi blog podéis ver un trozo de vídeo de la película "El Club de los poetas muertos", referente al tema del Carpe Diem.
  • Marisa Vampi Aprovecha el momento.......... es lo único que vale la pena.... :)
  • Espacio De Xavier Valderas Pero aparte de eso, lo que aquí pongo en discusión son la fragilidad de las relaciones humanas, querida Marisa, lo cual me recuerda aquel dicho de cierto filósofo griego (no me acuerdo ahora el nombre), que dijo: "Amigos: ..no hay amigos".
  • Marisa Vampi Mal filosofo....no crees?, claro que hay amigos, solo que para llegar a ellos primero hay que quitar mucho "escombro", :), feliz semana Xavier..... muacks¡¡¡¡¡
  • Espacio De Xavier Valderas ¡Pues vaya montaña de escombros que hay que quitar, Marisa!. Tendré que tener bien preparada la pala. Tengo que salir, besos, e igualmente que tengas una estupenda semana.
  • Alfonso Posada Recuerdo a un personaje de Baroja, D. Pío, que contestaba a la pregunta: ¿Existen los amigos?..."Los hay, aunque no quiera la canalla". La amistad, como el amor, el odio, la veneración, etc. son sentimientos más o menos nobles (si, el odio también) que no se aprenden en el colegio ni se 'pasan' como las ladillas... Los que sentimos la amistad, el amor, etc. deberíamos consideramos unos privilegiados.
  • Ana Maria Bedoya hola Xavier, me encantó leerte, hay tantas frases hechas que uno puede citar,,,, como dijiste "nadie es inprescindible", "el hombre no es equiparable a una isla", "vive el aquí y ahora", "nada es mas importante que sentirme bien en este instante" "ama la vida y ella te amará".... todas estas frases asi como otras una la puede decir según el momento o circunstancia.... es cierto que hoy en dia las relaciones interpersonales se torna un poco fragil, te diré que un dia me vi eliminada de un blog, cuando lo noté sufrí mucho, no entendí nada, lo que me ayudó a sentirme mejor fué que yo sabia que no hice nada para recibir tal trato, siempre conservo mi esencia, charlo con personas que siento me aprecian, y si noto lo contrario, me aparto,... procuro rodearme de personas que tengan buenos sentimientos, personas que sumen para hacer mas lindos mis dias, ... te abrazo Xavier, al igual que saludo a tod@s, tengan una semana super maravillosa,
  • Espacio De Xavier Valderas No sé si os habréis fijado que para ilustrar el tema he puesto una foto donde se ve a John McClane (Bruce Willis), junto a su esposa recién rescatada (que ya en la primera parte de la serie “La Jungla”, empezaba a llamarse señora Genero, su apellido de soltera, por ciertas desavenencias entre ambos sobre la idea del matrimonio). Ya en la cuarta entrega de la franquicia “La Jungla” (ya se rumorea que Bruce Willis está negociando con los estudios de Hollywood para rodar una quinta entrega de la franquicia de “La Jungla”, para interpretar de nuevo al policía John McClaine, de la cual no sé en qué cosa se pondrá de nuevo a salvar el mundo), se ve a nuestro policía llevando una vida aburridamente solitaria y en la rutina de su trabajo, divorciado y hasta incluso enfrentado con su propia hija adolescente, que ni le tiene el debido respeto a su padre. Ya de hecho en lugares como Estados Unidos o Inglaterra, más de la mitad de su población desde hace décadas han pasado por experiencias de divorcio o separaciones, y ya aquí en España, las estadísticas indican que hoy por hoy por cada 4 españoles que se casan, tres pasarán por trámites judiciales de separaciones en algún momento de sus vidas. He querido decir con esto que en nuestras vidas muchas veces nos relacionamos con personas que son importantes para nosotros, pero que con el tiempo y por las circunstancias que sean, acaban siendo extraños y hasta al final incluso indiferentes para nosotros. Como dice el amigo Alfonso, los que sentimos la amistad o el amor, deberíamos sentirnos unos privilegiados. Yo le diría que los que lo sentimos más bien por parte de la familia, aunque tengan que ser simples lealtades familiares, ya que fuera del círculo de la propia familia, lo demás se nos antoja un poco más extraño y distante. Hay familias que son verdaderas guerras civiles encubiertas, y en la que también los miembros, aunque carnalmente se llamen hermanos, primos, tíos, sobrinos, etc.., son unos completos extraños y desconocidos entre sí, y algunos incluso enfrentados como verdaderos enemigos que no se pueden sentir tranquilos hasta que el otro se muera ya. Yo creo que el que tiene, …tiene el privilegio de dar, y el que no tiene, …pues no le queda otro remedio que pedir. Yo he sido mucho de dar, no he tenido un “no” para quien ha querido algo de mí, he incluso he dado más de lo que me han pedido, y quien me ha preguntado, siempre ha tenido su correspondiente respuesta. He prestado dinero a quien me ha pedido y necesitado (y a veces importantes sumas, sin esperar que me lo devolvieran –y de hecho casi nadie me ha devuelto, aunque ahora ya soy mucho más reservado a la hora de hacer cosas así-); he invitado multitud de veces para una cerveza o un carajillo, y no recibiendo de ello nada más que una sonrisa o un saludo,…y no me ha importado el hacerlo, simplemente porque con el poder hacerlo me he sentido afortunado. Pero a la hora de pedir, es cuando más puedes ver las ingratitudes, de lo cual tampoco siento que deba nada a nadie, porque quienes me hicieron favores, se vieron recompensados por mi parte más de lo que esperaban, y los que alguna vez me prestaron, recibieron además de lo prestado, más réditos de lo que esperaban. Pero es sobretodo en el pedir lo que te falta (incluido el amor) es donde más detectas las ingratitudes. Quien tiene muchos amigos, puede tener también muchos enemigos,…pues si no, miremos el caso de Julio César, que su política de clemencia e integración le costó más de 20 puñaladas dentro del sagrado recinto mismo del Senado, en el cual se podría discutir e incluso llegar al insulto, pero que el asesinato no era estilo romano, sino la tolerancia y el respeto, pues los poderes eran limitados y se turnaban con breve frecuencia. Como decía el propio César: sólo eres inmortal en la medida de lo que te recuerdan, y tu vida ha sido lo que otros sepan contar sobre ti, sea algo bueno o malo. Puedes mostrar o no mostrar amor, amistad, odio o indiferencia por alguien en vida,….pero cuando tienes que estar delante de su tumba porque le echas de menos, ya esto de nada te sirve si no supiste demostrárselo en vida. Por eso me refiero a la mucha fragilidad de las relaciones humanas, un tema que yo diría que de una forma y otra todos experimentamos y nos resulta doloroso. Yo le diría al amigo Alfonso, que desde hace unos tres o cuatro años, yo también empiezo a peinar canas en unas sienes que cada vez se me están poniendo más como la nieve, y que creo que a esa edad con lo que nos ha aportado la experiencia y con lo que hemos aprendido, empezamos a ser más selectivos a la hora de elegir nuestras relaciones, de las que muchas veces nos sentimos hasta huérfanos (por lo frágiles que suelen ser), pues al igual como el policía John McCane, hemos recibido de la vida muchos golpes (no necesariamente físicos) que nos han endurecido y nos cuesta más ser mucho más abiertos y amplios con los demás, porque en definitiva nos volvemos más calculadores y queremos escoger bien por aquello de “a mi edad, tonterías, las justas”. 

    A Ana María le diría: si es verdad eso que dices de que “el hombre no es una isla” (que sé que es una máxima inglesa, del país que precisamente es una isla y siempre se han creído algo parecido a sentirse el centro del mundo, como para no decir el ombligo), pero desgraciadamente es el mismo ser humano que hace que su prójimo se sienta isla. A mi también me ocurrió una experiencia parecida de que me eliminaron de un blog, pero saqué la conclusión de que lo hizo porque le molestaba que otro en ciertos aspectos fuera más brillante que él. Y eso se debe a un defecto muy común entre las personas, que se llama envidia, y que aparentemente nadie se libra de sentirlo por parte de las demás personas, y que son una de las cosas que más nos asquean de los demás, puesto que rebajan mucho su nobleza. Y desde luego que no oculto que también existen personas que por el papel o la actitud que en un momento y otro tuvieron conmigo, no lograron otra cosa que obtener de mí parte la más absoluta indiferencia. Y es como digo, las relaciones humanas son frágiles, y existen muchas razones para ello. Saludos y gracias por vuestros comentarios.
  • Aleska Pumar Morales Hola Xavier, muchas gracias. Excelente como siempre.
  • Eduardo Vasile La más frágil de las relaciones humanas es la que involucra a una pareja. En esta, todo puede destruirse en un solo acto.
  • Espacio De Xavier Valderas Creo que tenéis razón, Eduardo: a veces una gota puede acabar por colmar el vaso de la paciencia, y entonces derrumbarse todo y dar por terminada la historia. Sucede muy a menudo cuando una o los dos partes son insuficientemente flexibles. Un cordial saludo.
  • Ana Maria Bedoya pese a circunstancias que aveces podrian ser inevitables, es bueno hablar, hacer, sentir, vivir desde la gratitud,..... gratitud a la vida, gratitud a Dios por que amanecemos dia a dia, con nuevas ilusiones, con nuevos sueños, procurando que lo externo no dañe nuestro interior,,,lograr alegrias durante el dia las cuales nos acompañaran para hacer nuestro "presente"muy grato y fortalecedor.... buenas noches con todos.
  • Maria Amalia · Amigos de Eduardo Vasile
    excelente nota, llegué a través de un amigo en común (Eduardo Vasile), creo que para todas las relaciones (incluso las familiares) vale el "nada es para siempre", por eso, vale también el "Carpe Diem", aprovechemos, disfrutemos, vivamos cada minuto como si fuera el último, porque indefectiblemente, algún día lo será...
  • Angelica Maria Oviedo Sarmiento DIOS mediante siempre tengamos presente su infinita misirecordia y vivamos agradesidos por todos los beneficios q' recibimos en especial por la vida q' es un milagro , sin olvidar al projimo " AMAR AL PROJIMO COMO A TI MISMMO " tambien tener en cuenta q' la gratitud es una VIRTUD Y PRACTCARLA A DIARIO BENDICIONES
  • Chema Gonzalez Hola Xavier.. he estado algo disperso e inmerso en darle vueltas a cosas que no comprendo ni pensaba que podría pasar..
    pero hoy dia es cada vez mas frecuente que esas relaciones sean mas frágiles, mas débiles, pero siempre por no querer pasarlo mal, p
    or ser como una rata que sale de un barco.. hoy dia no hay amigos, no hay compañeros, no existe relación alguna, antes si, podría de una mano contar y no sobrase ningún dedo, hoy día hasta tu apoyo mas fuerte, tu pilar te falla.. por lo cual, hoy la fragilidad de las personas, es como la de un vaso no templado, vasta que pase algo para que se haga añicos... por que.. nadie lo sabe... son tensiones que con un pequeño desequilibrio de destabiliza todo.. pues así es todo querido amigo... hoy día es todo eso un vaso de cristal con muchas tensiones... y cada día mas...
  • Espacio De Xavier Valderas Chema, querido amigo, siento que ahora lo estés pasando mal, es un bajón que ya se te pasará, pues el tiempo lo cura todo,….es verdad lo que dices, porque los demás suelen ser frágiles, no con los mejores principios precisamente y con bastante ignorancia en su proceder y es algo que es bastante inherente a la naturaleza humana que es ante todo egoísta para el cual lo primero es uno mismo y luego los demás (y muchas veces los demás si aportan algo de interés, si en algo han de beneficiarte),….pero tú tienes que saber ser fuerte: sólo tú sabes lo que vales y no te mereces desprecio propio ni lamentación por el mal sabor de boca que ha causado, aunque pueda parecer difícil. Sólo tú sabes lo que vales, por lo cual sólo tú sabes lo que se pierden los demás. Mejor te entregues a personas más agradecidas, que a la postre aprovecharán más y mejor en tu vida, y sólo falta que las encuentres por el camino. En tiempos de bonanza, cuando las cosas van bien, parece que tienes amigos,….pero cuando las cosas se te ponen feas, es cuando te abandonan. Ya lo decía el mismo Napoleón Bonaparte: “hasta que no caigas en desgracia, no sabrás los amigos que tienes”. Por ejemplo, puedes tener un accidente y quedar en silla de ruedas, con todo el daño psicológico que ello supone, y encontrarte al mismo tiempo que poco a poco hasta el 99% por no decir el 100% de tus antiguas amistades te abandonan. Esta situación de soledad que muchas veces nos encontramos, en la que nos sentimos traicionados por todos, en la que sentimos que nadie nos apoya ni se interesa por nosotros,…es mucho más llevadera si tienes dinero propio, ya que esto es un estímulo para volver a empezar de nuevo y máxime cuando nadie está dispuesto a ayudarte ni confía en ti. También existen personas honestas que no suelen abandonar así como así por cualquier tontería y que saben valorarte porque son personas sabias que conocen mejor la naturaleza humana, y en todo caso a quien te abandona se le agradece que lo hiciera a tiempo, pues ni te merecía ni valía la pena. Tras vivir esas experiencias, intenta aprender lo positivo de ella, trata de reencontrarte a ti mismo, y sal afuera a respirar, a tomar el sol, a ver nuevos rumbos en este ancho mundo, a conocer nuevas gentes, a vivir nuevas experiencias,….que de todo ha de haber en la viña del Señor. Tú eres un ser inteligente y poderoso, en el sentido de que debes de tener cultura, cualidades, tal vez incluso dinero,….toda una serie de cosas que puedes ofrecer a otra persona (me refiero a una mujer que a ti te guste), que a cambio de lo que puedas darle ella te ofrecerá gustosamente lo que a ti te falta para poder complementarte, sea compañía, amor, algún masaje en tu cansada espalda, alguna ayuda para solventar tu problema, etc… Y no olvides el conocido proverbio japonés de “Si amas a alguien, déjalo ir; si vuelve, es tuyo, si no, nunca lo fue”, así como aquella cita de Whasthingon Irving: “El amor jamás se pierde, si no es correspondido retornará y purificará el corazón”,…un par de frases para reflexionar y que dan para meditar, aunque cada cual tendrá sus razones personales en tomar una u otra actitud. Y no sigo porque ahora mismo apago el ordenador que me voy a la playa. Te deseo muchos ánimos, te recomiendo que esta noche te vayas de juerga en algo que te guste para olvidar problemas, y aprovecho para desearte un feliz sábado. Un abrazo y hasta pronto.
  • Chema Gonzalez Estimado Xavier, gracias por el mensaje, que me has dejado, me ha llegado muy dentro, la verdad... pero si tienes razón... yo siendo menos transigente diría como el pirata:"las ratas son las primeras que abandonan el barco..."
    Pero en lo que dices tienes toda la razón...
    Un abrazo.


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