BAJA EDAD MEDIA: DESDE LA AUTONOMÍA MUNICIPAL HASTA EL OCASO DE LA VILLA MEDIEVAL ( 1303 – 1500 )
1. AMANECER
Con el siglo XIV comenzaba para Bañolas una nueva era de su historia. Gracias al buen sentido de comprensión del abad Bernardo de Vallespiráns y para zanjar de una vez los contínuos roces que para el gobierno municipal se originaban de la dependencia baronial del Monasterio, la universidad de Ia villa consiguió la autonomía administrativa.
LA CARTA MUNICIPAL
Regida antes por un consejo de próceres (prohoms) o representantes populares ante el abad, dióse nueva forma al gobierno del municipio, que fué confiado a tres Jurados y nueve Conselleres, elegidos por sufragio directo de los cabezas de familia, divididos en los tres consabidos brazos o estamentos; régimen que con pequeñas diferencias perduró hasta la creación por Felipe V de los ayuntamientos. una de estas diferencias fue la creación de un Consejo General de 30 personas, que se agregó al expresado gobierno de conselleres en 1 358. La histórica concordia, conocida por “Carta Municipal” fué redactada en 1 303 por los letrados bañolenses Eimerio Dusay, ciudadano de Barcelona; Ramón Estany, capellán mayor de Santa María dels Turers, y Bernardo Reixach, notario de la villa.
No obstante, emancipada del control abacial la administración municipal, la población continuó bajo la benéfica tutela del cenobio benedictino. El naciente municipio, que en virtud de la famosa Carta gozaba del derecho de reunión en cualquier parte, particularmente en el templo de Santa María, escogió por sede del Concejo el viejo caserón, que vino a llamarse “Pía Almoina"y “Casa de la Vila” sito en la Plaza de la Fuente. La extracción de jurados y conselleres tenía lugar todos los años el día primero de enero bajo la presidencia ..honorífica,, de un delegado del monasterio, representante de la jurisdicción baronial del Abad.
CONQUISTA DE CERDEÑA
Aragón volvió a la política de expansión por el amplio camino del Mediterráneo, proyectando la conquista de Cerdeña que llevó a cabo, en un año aproximadamente (1323-1324), el infante Don Alfonso a quien acompañaron ricos hombres y caballeros,
entre ellos Hugo I de Santa Pau y su hijo Galcerán. Bañolas en ayuda de la empresa hizo un donativo de 11.000 sueldos, tomando parte personalmente en la lucha contra los pisanos varios hijos de esta comarca, entre los cuales recordamos a Giralt des Vilar, de Serinyá, que murió en la isla.
ACOTACIÓN DEL TÉRMINO MUNICIPAL
Muy en breve las luchas intestinas debían perturbar la paz del campo y de la villa, y un trágico alboroto debía ser Ia ocasión de acotar definitivarnente el término municipal de Bañolas, cuyos lindes han llegado hasta nosotros. En 1326 Jaime II tiene que intervenir
con una sentencia arbitral entre nuestro abad y Besalú, cuyos vecinos al grito de somatén del subveguer Bernardo Gaufred habían invadido aquélla, dos años antes causando graves disturbios, perjudicando al monasterio y a la población e incendiando
en su retirada algunas masías de Porqueras, por haberles sido intimado el pago de impuestos, que en su mercado Bañolas exigía de derecho, y serles denegada por el abad la entrega de Raimundo de Vallespirans, que en la refriega hirió a Barraquí de Besalú, y de Perpinyá Catalá, que usó de la ballesta al atacar a los hombres de la jurisdicción real; los cuales estaban detenidos en las cárceles del monasterio.
En evitación de pleitos sobre los límites jurisdiccionales del territorio bañolense y para obviar tales desafueros, el 6 de mayo del expresado año 1326 eran colocados en los mismos sitios que hoy ocupan los mojones del término municipal de Bañolas por los comisionados del rey, Jaime de Cornellá, caballero, ,¡ Guillermo de Mora, juez del infante Don Alfonso.
EL CEREMONIOSO ADICTO AL MONASTERIO
A raiz de la lucha contra su cuñado, el infortunado Jaime I de Mallorca, el ambicioso rey de Aragón Pedro IV, falto de dinero y muy adicto por lo visto al monasterio, otorgó a su abad Arnaldo Samasó, entre otros privilegios, venta del derecho de hueste y cavalgada en los hombres del monasterio y priorato de Finestras y, caso de que los vasallos del abadiato en fuerza del usage Princeps namque tuviescn que acudir al somatén general, el abad podría reservarse 50 hombres para la custodia de la villa, dos panaderos, dos carniceros, su servicio doméstico, los nuncios o criados del cenobio y de sus monjes y el baile, dos criados para el castillo de Tayá y tres para el de Porqueras. Asimismo, en el expresado caso, todos sus vasallos marcharían guiados bajo la propia bandera de Bañolas con independencia de los hombres enrolados del veguerío de Besalú y bajo el mando de un capitán nombrado por el abad o el rey (1344).
LA PESTE NEGRA
Una espantosa epidemia, importada del Oriente, el azote más horrible que no tiene par igual en la historia y que ha pasado a la posteridad con el nombre de la “Peste negra)”, venía causando, en 1348 numerosas víctimas, conocidas aquí por les primeres mortalitats. No era otra que la peste bubónica, Ilamada entonces glanola; inflamación de los ganglios linfáticos subcutáneos.
Cronicones de la época afirman que aquella calamidad pública Azotó con gran severidad a Cataluña, muriendo los dos tercios de la población de varios obispados y extremó de tal modo sus rigores en nuestra provincia que vários conventos quedaron
casi despoblados, como ocurrió, entre otros; a la canónica de Santa María de Olivas, dónde murieron el prior y todos los religiosos menos uno. Nuestra comarca quedó desierta, sin payeses, y por tanto sin brazos para el cultivo; los sobrevivientes a calamidad tan desoladora abandonaron las tierras por serles imposible pagar las deudas con las que tuvieron que gravarlas, hasta que, para remediar el mal, evitar un total éxodo y procurar el redoblamiento de las masías y casas deshabitadas, intervino oportunamente el abad Samasó cerca de los acreedores en 1354.
PARA SOFOCAR LA REBELIÓN DE CERDEÑA
Los sardos, ayudados por Génova, venían luchando contra la dominación aragonesa. Aconsejado por su privado Bernardo de Cabrera, concertó Pedro IV una alianza con Venecia y, juntas las escuadras catalana y veneciana, consiguieron una dificilísima victoria en el Bósforo (1352), en la que, entre otras costosísimas pérdidas, murió de las heridas el almirante Pons de Santa Pau.
Dos años después, cuando tomaba el mando de una poderosa escuadra, el Ceremonioso desde Rosas confirmó las Iibertades y privilegios de Bañolas en atención al donativo de otros 11.000 sueldos con que la villa ayudábale en la empresa de sofocar la rebelión del juez de Arborea, Mariano IV.
2. FLORECIMIENTO
A mediados de este turbulento y calamitoso siglo nuestra población había llegado ya a una pujanza tal que el monarca aragonés no se abstuvo de calificarla, como otrora lo hiciera su padre Alfonso.IV, de "villa insigne” y más tarde, en 1394, el baile general de Cataluña, Pedro Ferrer, de “villa eminente”.
CENSO DE POBLACIÓN EN 1359
Según el cómputo de las Cortes de Cervera, celebradas aquél año, el censo de Bañolas dió 225 fuegos, equivalentes a 1725 habitantes. En cambio, el reparto del año 1366, por el cual la villa pagó en ayuda de las 25.000 que debía aportar Cataluña en concepto
de subsidio para la guerra con Castilla, alcanzó el número de 318 fuegos (1590 habitantes), cifra no menospreciable, teniendo en cuenta la población de las otras villas y lugares de esta época. A la sazón, Gerona contaba con 925 f uegos y, a continuación, Bañolas con 225, Torroella de Montgrí con 778, Besalú con 150, Olot con 134, etc.
Además, cabe no olvidar que, aparte las epidemias de 1333 y 1348 que se propagaron de manera alarmante principalmente por los lugares más populosos contribuyendo a disminuir su demografía en proporciones fantásticas, los censos de población intentaban, no tanto hacer constar la masa de los vecinos, como el número de hogares sujetos a pago o el padrón de los concurrentes al servicio de las armas
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SERVICIOS PRESTADOS EN LA GUERRA DE CASTILLA
Un incidente naval encendió la guerra: la presa de unas naves placentinas cargadas de aceite por el almirante catalán Francisco de Perelló (1356). Con gran ímpetu empezó la guerra Pedro I el Cruel de Castilla, atacando por Murcia. Bañolas también en esta ocasión salió en ayuda del rey con personas y un importante donativo, y el Ceremonioso con un privilegio, fechado en Gerona en 1358, concedió a la villa la facultad de imponer tributos sobre el trigo, Ia avena y las mercaderías. Durante esta campaña Pedro IV tenía consigo en los campos de batalla a su famoso médico de cabecera el judío bañolense Bonjuá Cabrit, mientras, procedente de Gerona y camino de Besalú, se hospedabaen Bañolas el infante D. Juan Ios días 26y 27.de abril de 1361.
Ni el taimado Pedro IV ni el Cruel no respetaron mucho tiempo la pretendida concordia de Murviedro. El primero en atacar fué ahora también D. Pedro de Castilla, y suyas fueron las primeras ventajas, pues se apoderó de Alicante y llegó a poner cerco a Valencia (dic. 1363). Y, en estas circunstancias, la reina D.a Leonor, apremiada de la necesidad de dinero para que las naves prevenidas en Barcelona pudieran salir en auxilio de su real esposo, cercado en el río Júcar por la escuadra del rey de Castilla, firmó en 1364 escritura de venta al abad Poncio de Canadal y a su convento del mero y mixto imperio y de toda la jurisdicción alta y baja, civil y criminal, con el derecho de hueste y cavaigada de Porqueras, Sallent, Mieras, Miánegas, Mata, Fontcoberta, Usall, Serinyá, Vilert y villa de Bañolas por el precio de 70.000 sueldós con pacto de retroventa al ser devuelta idéntica suma de dinero, comprometiéndose el rey, en tal caso, a incorporar lo vendido a la Corona.
Después de la victoria de Pedro I en Nájera, esta guerra terminó en la fratricida lucha de Montiel, que elevó al trono de Castilla al bastardo de Trastamara (1369).
RELACIONES CON LA CORTE
Mientras el infante D. Juan, procedente de Vich, Olot , y Besalú, pernoctaba en la villa el 9 y10 de septiembre de 1367 continuando su viaje al dia siguiente hacia Gerona, un año después su padre concedía las importantes Ferias de San Martirián, que fomentaron su riqueza comercial.
Mas, su peligrosa vecindad con la frontera y los consiguientes asaltos de los invasores impulsaron a los jurados a asegurar la fortificación del casco urbano, a cuyo fin pedro IV facultóles, en 1368 y 1370, poner impuestos sobre el pan, vino, carnes y demás hasta la suma de 3.500 libras para atender a gastos, preferentemente de reparación de muros 7 fosos. A este mismo fin, con la compra al rey del tributo del bovaje, que gravaba las cabezas de ganado, aquéllos le proporcionaron en 1372 la importante cantidad de 100.000 sueldos para atender a la guerra motivada por la nueva rebelión sarda y rescatar de paso los exhorbitantes derechos señoriales vendidos al monasterio en 1364.
SIBILA DE FORTIÁ Y VIOLANTE DE BAR ATENDIDAS
En 1379 los jurados de la villa prestan varias acémilas a la reina Sibilia para trasladarse con su impedimenta a Barcelona; fineza que un año después repetía el abad Desprat en la persona de Viclante de Bar, que había contraído matrimonio con el Duque de Gerona en Montpeller (1380) y, camino de Barcelona, se encontraba en Gerona, enviándole caballos de jineta para sus damas y doncellas y seis acémilas.
Poco tiempo después, en 1385, de nuevo D. Juan, y esta vez con su esposa Violante, están en Bañolas desde el l4 al 17 de febrero, día en que Bernardo de Fortiá con su gente de armas les aguardó en Cornellá del Terri para acompañarles a Gerona. Cabe
notar que en un inventario del menaje de la reina Sibilia, tomado este mismo año a presencia de su camarero Pedro Traver, se consigna en la guardarropía: "Una vanota de cotinina e es de cavalers, de fulatges, de bestions o altres diverses obratges de seda negra e vermella e ha ample V tele, la qual li dona moceen Jaume de Cornellá” señor de los castillos de Sales y Cornellá del Terri, consejero y mayordomo de la “Reina ampurdanesa”.
PRIVILEGIO DE “LA LLEUDA”
Este mismo año, hallándose en Gerona el rey de Aragón y agradecido a Bañolas por haber contribuído con fuerte suma a la luición del condado de Besalú, que tenía empeñado el infante D. Martín-aparte los 100.000 sueldos aportados para la redención
de la alta jurisdicción criminal y haber prestado bienes y personas en la guerra de Castilla-, le concede la franquicia de la lleuda (exención de derechos de pesas, medidas, pasajes, pontazgos, herbages, barras, postes, barcages, etc.) desde Aragón al collado de Panissars.
CIEN FLORINES DE ORO PAR A EL DUQUE DE GERONA
Con ocasión de las famosas desavenencias entre Pedro IV y el príncipe heredero D. Juan, éste envió (16 de junio de 1386) a su escudero Ferrer de Canet con carta para los jurados de Bañolas suplicando ayuda pecuniaria. “Creem que hayats antés –les decía- nos anem de camí al Senyor Rey per fer li reverencia e per cessar aquesta dissenció que malvades personas han provocada amb ell, e como per la perssecussió quens es estada feta, siam posats en molt gran necessitat”. Y Ia villa, que tan estrechas relaciones mantenía con el enfermizo infante; le ofreció 100 florines de oro.
LAS BANDAS ARMADAS DE ARMAGNAC
La influencia De Violante de Bar aseguraba la amistad con Francia y por aquella frontera sólo turbaron la tranquilidad algunas bandas aventureras del conde Bernardo VIII de Armagnac, sobrino de Ia primera esposa, ya difunta, del rey de Aragón, ahora Juan I, quién pretendía haber adquirido los derechos sobre Mallorca.
A fines de 1389, cuando más ocupados se hallaban los bañolenses en el reparo de los muros de la villa, Bernardo de Armagnac,por órden de su hermano, y el conde de Verolers invadieron el Rosellón y Cataluña al frente de un informe ejército de bacinetes,
infantes, varias compañías de aventureros o pillarts y 60 bombardas, algunas de las cuales disparaban proyectiles de medio quintal. A modo de nube de famélica langosta, se dejaron caer sobre el Arnpurdán y gran parte del veguerío de Gerona, tratándolo
como país conquistado por espacio de cinco meses cabales. Con rapidez asombrosa la vandálica expedición se posesionó del territorio, corriendo la comarca hasta Ollers y tomando después el pueblo de Crespiá y llegando con sus correrías hasta Santa Llogaya del Terri, muy cerca de Gerona. Por otro lado, con los pueblos inmediatos se apoderaron de Bañolas, detuvieron a varios hombres y causaron muchos daños en sus bienes.
El Jueves Santo del año siguiente, 31 de marzo de 1390, Juan I, el duque de Montblanch, D. Martín, y otros varones salieron de Gerona hacia Besalú pasando por Bañolas, donde el rey dejó a su hermano con 1a vanguardia. El Viernes Santo, D. Martín fué a Peralada pasando por entre las compañías de aventureros, mientras Juan I desde Besalú, por Vilabertrán y Coll de Panissars se dirigía a Perpinyá. La presencia en el Ampurdán y Rosellón de una hueste real numerosa y ordenada bastó para que las bandas extranjeras se disolvieran y huyesen. Juan I dispuso que los píllarts, hechos prisioneros por el abad y prohombres de Bañolas, fuesen ejecutados: “los faciets penjar per lo coll en tal manera que campegen en loch alt perque sien vist e mirats”.
LA SANGRIENTA INVASIÓN DEL CALL DE GERONA
El 1391 fué un año aciago para las juderías hispanas. Iníciada la devastación y matanza en Andalucia y Castilla, propagáronse como por medio de reguero de pólvora a los barrios hebreeos de Valencia, Palma de Mallorca, Barcerona y Lérida. Los israelitas de
Bañolas no fueron atropellados, al contrario de otros rugares del obispado como Gerona, Besalú y La Bisbal, y aún de poblaciones más pequeñas: Caldas de Malavella, Pals y Peratallada. En la madrugada del dia de San Lorenzo estalló un horroroso motín en Gerona, cuyos corifeos pegaron fuego al portal superior del Call y penetrando en él por aquel boquete, tea y puñal en mano, robaron y anegaron en sangre las casas de los israelitas. La documentación atestigua que en la perpetración de aquellos sangrien, tos sucesos tomaron parte gente de fuera, que en gran número había acudido a la ciudad con motivo de las ferias que en ella a la sazón se estaban celebrando. De entre las varias parroquías participantes, son citadas las de Corneillá del Terri, ambos Pujals, Sords, Corts, Borgonyá, Adri, Canet d'Adri, Montcalp, Biert y Ventatjol.
Juan I, dos años después y mediante el pago de 400 florines De oro, otorgaba amplia amnistía a la villa de Banyoles de todos Sus delitos, singurarmente de ros excesos cometidos con ocasión de Ia entrada de las bandas de Armagnac y de la trágica invasión del barrio judío de Gerona, con excepción hecha de los más culpables.
IMPORTANCIA MILITAR DE BAÑOLAS
Martín el Humano, desde San Feliu de Llobregat, otorgó en 1397 al común de La villa la facultad de imponer gabelas, un quinquenio y, asimismo, la de recoger dentro del recinto amurallado en tiempo de guerra a cuantos fuesen necesarios para su défensa según apreciación de los reales inspectores de castillos y fortalezas del obispado o veguerío de Gerona y del capitán de Bañolas. A tal fin, como preveyendo los grandes acontecimientos bélicos que se avecinaban, alrededor de 1400 sus vecinos se entregaron con ardor a Ia reconstrucción de muros y construcción de Torres, baluartes y fosos, obra que terminó entre 1408 y 1409.
Y la villa que a todo atendía, en 1394 ofreció 180 florines de oro de Aragón para la dote de la infanta Juana, hija de Juan I y de su primera esposa/ Matha de Armagnac; que casó con Mateo, Conde de Foix, y otros 765, en 1403, para el pasaje a Sicilia de Blanca de Navarra, segunda esposa del rey Martín el Joven.
CON EL PAPA LUNA
El año 1401 tomaba posesión de la abadía de San Esteban el que lo era de Santa María de Rosas, fray Bernardo Estruch, quién intervino de manera notoria y eficaz en el cisma que afligía a la Iglesia en tiempo del antipapa Pedro de Luna, Benedicto XIII, de quién era acérrimo partidario. En 1402,la reina María envióle junto con el abad de San Juan de la Péña al papa, su hermano, con la comisión de pedir la abolición de los malos usos, a que estaban sometidos innumerables payeses del Principado. Al año siguiente, instituído con funciones de capitán del Palacio Apostólico de Aviñón, bloqueado por Geffroy, caudillo a sueldo de Carlos VIII de Francia, tomó parte en la histórica evasión de Pedro de Luna.
D. Fernando I de Aragón, el de Antequera, acompañado, entre otros, del caballero Pedro Galcerán de Cartellá y del abad de Besalú, Berenguer de Perarnau, acudió, aunque enfermo, a Perpinyá a verse con el emperador Segismundo de Alemania y, con
asentimiento de San Vicente Ferrer, requirió por tres veces a Benedicto. para que renunciase, en aras de la paz de la lglesia. Como el triple requerimiento fué inútil, D. Fernando se apartó de su obediencia (1416), y por una junta de notables y San Vicente Ferrer, declaróse la adhesión de nuestra tierra al concilio de Constanza, que depuso al antipapa. Mas, en contra de tal decisión, nada consiguieron ante el rey Fernando ni ante el nuevo monarca aragonés, Alfonso V, los partidarios de aquéI, entre los cuales se contaba Guillermo de Pau, ahora abad de Bañolas.
3. DESPOBLACIÓN
En el ocaso de la Edad Media nuestros abuelos tendrían que contemplar con dolor múltiples causas qüe al final conducirían al hundimiento de sus florecientes industrias y a la destrucción de sus hogares.
LOS TERREOMOTOS DE 1427 Y 1428
Durante los meses de febrero y marzo de 1427 los temblores de tierra se dejaron sentir en el valle de Amer en dirección a Olot, hundiendo iglesias, fuertes torres y otros ediftcios, y en abril el seísmo siguió el valle de Llémana hasta Mieras en donde desplomó varias casas. Al año siguiente, el terremoto llamado “de la Candelero” fué mucho más terrible. Sembró el luto en Camprodón, Castellfullit, Olot y Montagut. Derrumbáronse también varias payesías del contorno de Bañolas, como “Can Llapart” de Camós, la ermita de San Bartormeu de Matamala y asimismo muchos edificios de la villa, de entre los cuales destaca la iglesia del monasterio.
En 1431 el abad Guillermo de Pau solicitaba ayuda económica para la reedificación del expresado templo, derribado en gran parte y con la torre campanario cuarteada, y el Común acordó contribuir con la prestación personal de sus vecinos hasta cien docenas de jornales
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PRIMEROS CONATOS DE REPOBLAMIENTO
Durante e1 gobierno abacial de Dalmacio de Canadal, bajo cuyo mecenazgo establecióse en Bañolas el Estudi General con cátedras de Filosofía y Teología (1445-1449), el Común, interesado por el repoblamiento de la villa, solicitó del mencionado prelado publicar, como se ejecutó el 18 de enero de 1457,un privilegio de franquicia de impuestos en favor de cuantos estableciesen nuevo domicilio en ella o reedificasen sus casas en ruinas.
GUERRA DE JUAN II
Por el tratado de Salvatierra (3 mayo 1462) Luís XI de Francia, que jugaba con dos barajas escuchando a Juan II y ofreciendo su apoyo a los catalanes, prometió ayuda al rey de Aragón, quién, como garantía de la deuda, hipotecó sus rentas.de los condados del Rosellón y Cerdanya. Ya en el mes de febrero llegaron a conocimiento .de la Diputación Catalana los movimientos de Jaime Ferrer, de Fontcoberta, y del notario Serolí, que recorrían esta comarca excitando los ánimos de los payeses de remensa a organizarse como lo ejecutaron presto bajo el caudillaje de Francisco Verntallat, del Mallol “home qui vivia de son lograr e cavar com ha hun sotil pagés”
Juana Enríquez llegaba el 15 de marzo poco menos que fugitiva con el infante D. Fernando a Gerona, donde los Jurados le eran adictos. Sale de Barcelona Hugo Roger, Conde de Pallars, al frente del somatén, se presenta ante los muros de la ciudad, pero es rechazado al atacar la Forsa Vella, defendida por destacados remensas, por cuyo acto fueron decorados en 1481 con el privilegio militar de generosidad. Figuraban entre ellos los payeses de nuestra comarca: Carreras, Aulina, Bruguera, Vehí, Carbonell, Budallers, Mayoles, Carreras-damont, Benajam (a) Riera, Figuera, Casadevall, Reixach y Arbusá, de Serinyá; Rosset, de Fares; Benajam y Ferrer, de Fontcoberta; Falgars y Mir, de Sagaró; Terrats, de Caixás; Orts, de Beuda; Traver (a) Sunyer, de Canet d'Adri; Traver, d'Usall; Pou y Casadevall, de Bruguers de Mayá; Mir (a) Petit, de Argelaguer, y Gayolá, de la Miana
El caudillo remensa aprovechó el fracaso de las huestes del General ante Gerona para reforzar su posición en la Montaña, y en el mes de julio, al frente de bandas arrnadas de 1.700 hombres y en colaboración de Jaime Ferrer y Bac de Rocabruna, logró apoderarse de Bañolas, Besalú, Castellfullit, Olot y Camprodón, con lo cual quedaba dueño de toda la cuenca del Fluviá, su reducto defensivo. El rey, viendo la reina en peligro, entra con armas en Cataluña, y la Generalidad declaró al rey y a la reina enemigos de la república y proclamó a Enrique IV de castilla conde de Barcelona y señor del Principado. Al final del año permanecían adictas a Juan II, Biert, Camós, Mleras, valle de Campmajor, Falgons, El Torn, Porqueras y otras parroquias vecinas; Besalú y Bañolas se hallaban en poder del General.
A plimeros de abril de 1463 Pallars ocupó Ia villa, mas no pudo penetrar en el monasterio, que era defendido por los partidarios de D. Juan, quienes, inopinadamente socorridos por el capitán de Gerona, Pedro de Rocabertí, obligáronle a huir a uña de
caballo. Acto seguido, el capitán realista Bernardo Gabriel Xatmar, hermano del abad de Bañolas, recorrió el valle de Cornellá haciendo prisioneras varias personas y apoderándose de sus bienes “perque nos volien aderir a la voluntad del Rey Juan”, al mismo tiempo que el expresado prelado era capturado en la Bastida de Borgonyá por la caballería castellana a las órdenes del capitán Juan Hurtado de Mencloza, enviado por Enrique IV a estas partes para organizar el cerco de Gerona. El venerable abad Francisco Xatmar era rescatado por 200 florines, a cuyo fín el común de Bañolas tuvo que empeñar las alhajas de Santa María dels Turers. Por muerte de Pedro, Condestable de Portugal, que había sucedido a Enrique IV de castilla, el Parlamento de Cataluña ofreció la corona a Renato de Anjou, tío de Luís XI (jul. 1466), que envió como a su lugarteniente al principado a su hijo Juan duque de Calabria y de Lorena. Meses después (4 octubre) llegaba a Bañolas Ia reina Juana permaneciendo en ella hasta el 7, que se dirigió a Báscara camino del Ampurdán.
Al año siguiente; Juan de Lorena proyectó la toma de Gerona, mas antes marchó sobre Bañolas. El 6 de junio se presentó sobre la villa y acto contínuo empezó a combatirla energicamente con “furioses bombardes”, que derribaron una gran parte del muro, en defensa del cual y en otros puntos perecieron algunos principales de la villa, por manera que ésta, tras una valiente defensa, hubo de sucumbir el día 17 y entregarse a merced del vencedor, quien abusó cruelmente de su triunfo.
La soldadesca, luego de haber entrado en la población, se entregó a todos los horrores del saqueo; los jurados, el abad y otras personas insignes fueron presos y tratados como cautivos por espacio de dos años, y para colmo de infortunio el vecindario hubo de aprontar por vía de rescate o contribución de guerra la crecida cantidad de 4.000 florines -de los cuales mil fueron entregados a Nicolás de Montfort, conde de Campobasso, que le habían correspondido en el botín- y suministrar para bagajes del ejército 55 acémilas que no fueron devueltas ni abonadas el importe de ellas a sus dueños. Además, sufrió la desventurada población la pérdida de üodas sus mieses (12.000 migeres de blat) y plantas taladas por los sitiadores. El mismo día 22 tomaba posesión de Bañolas en nombre del Duque de Lorena, Aymar de Grolea, capitán de su guardia; poco después, ostenta el mando de la plaza Guillem Arnau de Palol ayudado por 50 lacayos bajo la capitanía de Pere Loís Girgós, de guarnición en la villa.
Por segunda vez llegaba a Bañolas, el 10 de noviembre de 1469, Juan de Lorena, procedente de Gerona, para reducir a Besalú, permaneciendo en Ia villa hasta el último día del mes y ordenando, el 17 del siguiente, que el abad Xatmar fuese repuesto en posesión de sus bienes y derechos abaciales.
Después de la fulminante muerte del hijo de Renato (16 dic. 1470) la guerra fué abiertamente favorable a Juan II y al cabo de un año (9 oct. 1471) el Maestre de Montesa aprobaba desde Hostalrich las capitulaciones de Bañolas, comisionando al ex-capitán del General, Guillermo Arnau de Palol, uno de los conjurados para entregar la plaza de Gerona, para recibir el juramento de fidelidad de la villa y sus jurados.
PERE JOAN SALA, CABECILLA REMENSA
Si bién la lucha armada había terminado con la rendición de Barcelona (8 octubre 1472),la agitación en el campo continuaba audaz y retadora. Pretendían obrar de acuerclo con Fernando II, por eso su nuevo caudillo, Pere Joan Sala, natural de Granollers de Rocacorba, a veces usaba de sobrevesta real y mostraba una salvaguardia del monarca, expedida en Córdoba el 24 de agosto de 1483,- autorizando a Ios remensas reunirse para tratar de la emancipación de los malos usos y nombrar síndicos.
Lugarteniente de Verntallat durante la primera insurrección, había sido recompensado por Juan II, con algunos beneficios en la comarca de Finestras. Ya en 1474 el rey de Áragón, después de nombrarle vizconde de Hostoles, había hecho donación a Verntallat de los castillos de Hostoles y Rocacorba y del señorío de las parroquias de Pujarnol, El Cals, Mieras, San Miquel y San Martí de Campmajor, Falgons, Sallent, Briolf, Ventatjol y Marlant, entre otras.
Ante e[ cariz que tomaban los movimientos y congregaciones poco pacíficas de los payeses en la Montaña y hecho públicas sus amenazas contra los que exigiesen el pago de censos y prestaciones, el infante D. Enrique organizó a mediados de septiembre
de 1484, una expedición que amedrentara al cabecilla remensa y sus secuaces. La delicada misión fué confiada al alguacil real Gilabert Salbá, quién, llegado a Mieras, vióse de improvisto atacado por una banda de 300 hombres armados, uno de los
cuales, Bellvespre de Batet, le atravesó la cara con una stralla perdiendo un ojo, mientras mícer Juliá caía nafrat de dues lansades, y viéndose obligada su hueste a replegarse en casa Griver, donde se hicieron fuertes.
Organizado rápidamente el somatén, salió de Gerona en persecución de Pere Joan, que no pudo ser capturado. Al contrario, sublevados ya los payeses de la Montana, Vich y la Selva, propúsose lo mismo en el Ampurdán y, a tal fin, procedente de Canet d'Adri, el once de noviembre, en plena feria de San Martin, dirigióse a Bañolas para allegar gente a su gavilla. Al frente de 200 hombres armados “ab ballestes parades”,que gritaban a todo pulmón: “Sala! Sala! Viva el rey! Viva el rey! Viva el rey!!” entró en la plaza por la Puerta de Gerona saliendo por la dels Turers en dirección a Porqueras, donde le agurdaba "En Clavagera de Batet ab alguna scodra de gent”. Al día siguiente
ernprendía Ia marcha hacia Torroella de Montgrí por Cornellá, Pont Major y Celrá, ante la estupefacción de las autoridades de Gerona.
El movimiento remensa tendía a un arreglo con los señores, pero Sala, no queriendo hablar de concordia. prefirió proseguir Ia revuelta hasta el triunfo o la derrota. Capturado en Llerona, al norte de Granollers del Vallés, fué degollado y descuartizado
en Barcelona el 28 de marzo de 1485.
FIN DEL RÉGIMEN SEÑORIAL
De acuerdo con lo convenido en AMer -en la reunión de 700 payeses celebrada seis días antes en presencia del delegado de Fernando II, D. Iñigo López de Mendoza, y en la que otorgaron poderes al monarca, que ya los tenía cle la otra parte- la gente de Montaña se había congregado en Olot el día 14 de noviembre de 1485 para proceder a la elección de los que "irían al rey”, entre los cuales, aparte Verntallat, figuran Ramón Griver, de Mieras, y Juan Figueroles, de Fontcoberta. Conviene destacar, también, la parte muy principal que en la preparación del compromiso entre señores y payeses correspondió a los conocidos remensas Jaime Ferrer, de esta última parroquia, y Ramón Collferrer, de Falgons.
Durante tres meses los síndicos de entrambas partes estuvieron negociando en la corte real, hasta que el rey Católico, con data 21 de .abril de 1486, firmó en el monasterio extremeño de Santa María de Guadalupe la famosa sentencia arbitral, por la cual los payeses podían redimirse de los seis malos usos mediante un censo de 60 sueldos (8 pesetas) por masía, redimible a voluntad de los mismos sin perjuicio de Ia jurisdicción señorial. Entre los 18 síndicos remenses que ratificaron el histórico documento, lo efectuaron Pedro Caselles, de Crespiá, y Juan Figueroles, de Fontcoberta.
Los cabezas de la revuelta -70 en total- fueron condenados a la pena capital y a ser descuartizados y sus bienes confiscados. Contábanse entre ellos Nárcís Vila (a) Xifre (a) Grill de Porqueras, que asaltó el monasterio de Lladó, Bellvespre de Batet, que disparó contra el alguacil Salbá, Llandric de Porqueras, Bertrán de Falgons y Griver de Mieras, que huyeron al Rosellón. Mas, con la amnistía promulgada por D. Fernando en el verano de 1488, el número de los condenados fué reducido a doce, quedando los restantes -excepción hecha de Grill, el destacado agitador-autorizados para regresar a sus casas y cultivar sus predios, con la única condición de no poder entrar, en el plazo de cinco años, en Barcelona, Gerona, Vich y Granollers. Un profundo foso separaba a señores y payeses. La paz en el campo era rota y el régimen feudal se hundía.
PRESENCIA DE NUESTRA COMARCA EN GRANADA
Tomada la fortaleza de la Alhambra el día 2 de enero de 1492, después de ocho meses de sitio entraron los Reves católicos triunfalmente el día 6 en la ciudad de Boabdil, que había sido durante dos siglos y medio el reducto inexpugnabre del dominio del Islam en España. Habían acudido 1.500 catalanes al cuartel general de córdoba, al principio de la campaña (1482). Todavía al establecer el cerco de la capital granadina y al ser publicado el jubileo de la cruzada, alistáronse nuevos voluntarios que salieron de Barcelona en 1491. De entre los nuestros, distinguióse Pedro Galcerán de Cartellá, señor de Falgons, que sirvió al rey de capitán de caballos, y un mes después (4 de febrero) al tener noticia por letra del rey Fernando, Bañolas celebró con grandes “animarias y processons “el fausto acontecimiento.
Y para terminar, inserto el vídeo de espectáculo de clausura de la 4º Feria Medieval de Banyoles. Fue un espectáculo nocturno, por la noche del último día, en la plaza de Les Rodes, de Banyoles, en el que asistió numeroso público. Los diálogos, naturalmente son en catalán:
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