lunes, 15 de octubre de 2012

4º EDICIÓN DE LA FERIA MEDIEVAL DE BANYOLES. CON UNA BREVE HISTORIA MEDIEVAL DE BANYOLES, SEGÚN MOSÉN CONSTANS





Durante 3 días (del 12 al 14 de octubre, ambos inclusive) se celebró en la pequeña ciudad de Banyoles, capital de la  catalana comarca del Pla de l’Estany, y con relevante historia medieval, la cuarta edición de la recreación de una Feria Medieval, teniendo como centro la plaza mayor, cubierta de arcadas por los cuatro lados, que había sido en su época un importante y típico mercado de la época medieval. Se basa en entretenimientos con vestimentas medievales para sorprender a los visitantes, banderines y escudes colgantes, paradas de productos de artesanía y algunos espectáculos relacionados con la edad media para entretener a los visitantes.

Pero lo más importante es saber que Banyoles tiene una importante Historia sobre la Edad Media que vale la pena de conocer y que se cuidó de investigar el conocido sacerdote de Banyoles, Monsen Lluís Constans i Serrats, el cual lleva el nombre de la más grande y larga avenida de Banyoles, en homenaje a dicho historiador y religioso, considerado como uno de los hijos ilustres y predilectos de la villa.

El extracto de la parte de esta historia que corresponde el período que va de la Alta a la Baja Edad Media, está extraído del libro escrito por su autor (mosen Constans), libro del cual está entre mi biblioteca particular, y aquí expongo la historia, para satisfacer la curiosidad de los interesados en conocer esta parte de la historia desde una perspectiva más local, pero antes miremos algunas muestras de luchas individuales en torneos medievales expuestos en esta Cuarta Edición de la Feria del Medievo de Banyoles:










ALTA EDAD MEDIA: DESDE LA FUNDACIÓN DEL MONASTERTO
HASTA LA AUTONOMÍA DEL MUNICIPIO
(812 -1303)

Al tomar posesión de nuestra tierra, al a sazón perteneciente al reino de Aquitania bajo la superior jurisdicción del duque de Tolosa, los francos la dividieron militarmente en dos condados, subdivididos en dos pagos o distritos cada uno, Gerona-Besalú y Ampurias-Perelada, que formaron parte de la Marca Hispánica y heredó Ludovico Pío con el imperio de su padre en 814.


1. LA COLONIZACÍON BENEDICTINA


Los hispanos, que se habían refugiado en el Mediodía de Francia, regresaron a su país, y, a medida que las fronteras van retirándose, en cada valle va dejando la Reconquista un grupo de monjes que se encargan de ordenar en él la vida. Había que crear- lo todo y luchar contra el forcejeo constante para volver a la vida un suelo largo tiempo abandonado.  La tenacidad de los monjes no retrocede y rompiendo tierras y eriales transforma los páramos en cultivos fértiles, sanea el suelo, crea granjas.   

LA OBRA DE BONITO

Así nació el cenobio benedictino de san Esteban de Baño- las. Humilde, parvo. Un dormitorio, un hospital y una iglesuela pobrísima, informe, diminuta, de piedra y barro con cubierta de madera. Era todo. Mejores tiempos  verían surgir una construcción más vasta, más completa: el monasterio que había soñado San Benito, un monasterio integrado por una biblioteca, un molino, una hospedería, una basílica", un huerto espacioso.

La colonización había empezado alrededor del año 812 con autorización del funcionario carolingio Odilón, conde beneficiario de Gerona. Nos es desconocido el lugar de procedencia_del fundador, más nos inclinamos a creerle originario de la Galia, como parecen indicarlo, no sólo su mismo nombre, propio del santo obispo de Auvernia, sino también el estar dedicada la iglesia monacal del 957 en honor, entre otros, de San Martín; el rezo de santos franceses y la veneración de las reriquias de los
santos Trófimo de Arles y Saturnino de Tolosa.

La obra de Bonito no fué inane. Levantó, al mismo tiempo, a orillas del lago un templo en honor de la Madre de Dios - Porqueras, probablemente- y tal vez serían obra suya la primitiva iglesia de San Benito, erigida dentro del casco .urbano de Bañolas, y, a deducir del juzgado de Castelló de Ampurias, las cel-las o prioratos del condado de Peralada:  (879), Sam Juan ses Closes (Vilanova de la Muga), y San Cipriano de Pineda, San Pedro de Roda y San Fructuoso de la Vall de Santa Creu, en la  Montaña de Roda.


LA”VILA VELLA”

Entretanto, a la sombra del cenobio benedictino lentamente guarecíase un pueblo agrícola, que restauró Ia parcela de terreno, conocida más tarde por Víla Vella, esto es;  la parte comprendida entre el monasterio y Santa María dels Turers. A este fin, los monjes otorgaron poco después establecimientos enfitéuticos, es decir, entregaba en enfiteusis ,reservándose el dominio directo, las casas que edificaban en la naciente villa con el correspondiente patio y huerta. Los nuevos moradores que aprovechaban tal institución eran llamados “hombres propios del Monasterio” ; sus normas jurídicas, la  “carta de homenaje”, con el cual juraban fidelidad al abad, su “señor”, y la “escritura de establecimiento”, donde eran fijadas las prestaciones .que debían efectuar en ciertos días señalados/ v. g./ Navidad, Santos pedro y Félix, San Miguel.



LA DONACIÓN DE LUDOVICO PÍO

Fallecido Bonito, el convento reunido en 822 elegía por abad sucesor a Mercadal, a quien algunos pretenden identificar con Sant  Mer elección, que fué confirmada por el metropolitano, que en aquellas calendas lo era el arzobispo de Narbona,  Nebridio.
Y como, por una parte, la fundación benedictina de Bañolas descansaba únicamente en el permiso del conde Odilon y, por otra no ignoraban sus monjes que en aquellos tiempos inseguros con increíble facilidad los nuevos colonizadores (boxadors,) eran
despojados de sus fincas por los mismos señores, el electo abad, acompañado del conde de Gerona, Rampo, acudieron a la Dieta de Attigny, no sólo para que el emperador confirmase la cesión de Odílón, sino también para que se dignase poner bajo su real protección al naciente monasterio, lo que consiguieron.

De esta forma, en los albores del siglo IX Ludovico otorgaba al cenobio de San Esteban la propiedad del yermo roturado de Bañolas con las nuevas colonizaciones quizá ya de Vilert y valle de Mieras un precepto de inmunidad; el derecho de libre elección de abad junto con el deber de gobernar la casa religiosa “según la regla de San Benito”, frase que -al decir de Dom Lambert- es tal vez el testimonio más antiguo en favor de la regla benedictina en la Marca , y, en consecuencia, la misma jurisdicción
territorial, que después fue confirmada sucesivamente a todos los abades y la que retenían, primero para los reyes francos, y después para los condes de Barcelona y los soberanos de la Corona de Aragón.  En virtud de tal soberanía, el abad concurriría a las dietas de Francia, después a las Cortes Catalanas y a los concilios provinciales. Asimismo. sería el primer personaje de Bañolas por su dignidad, su influencia, casi siempre por la nobleza de su Iinaje, pero principalmente. por sus derechos señoriales.

Entretanto, con los años iba formándose la riqueza patrimonial del monasterio bañolense y a copia de donaciones y tierras roturades crecía la vasta extensión de sus predios. ya Carlos el Calvo, en sendos diplomas de inmunidad de 844 y 866, confirmaba, respectivamente a los abades Elías -que había edificado san Martín de Campmajor- y a Pedro, las iglesias de Mieras y de Vilert y los prioratos de la montaña de San Pedro de Roda.

POBLACIÓN GERMÁNICA.

La colonización de los francos, que fue la última que hubo en la Marca Hispánica, contribuyó a la repoblación del país. De esta guisa, nuestra comarca iba poblándose por dos elementos raciales: los godos -así llamados los antiguos habitantes- y los francos, que figuraban entre las clases elevadas., y eran mirados con hostilidad por los naturales. Recuerdo de las colonizaciones -de estos últimos, se conservan en documentos de los siglos X al XII varios nombres de villas, sierras, ríos y colinas, como: Villa Fulgoso (Falgóns), Vitllare Briulfo (Briolf), Villa Puio Arnulpho (Pujarnol), Villare Fraudini o Jafare (Puigpalter) ,Villa Vendut (Vilavenut), villa Frader (Vilafraser) y Rivo David (Rebardit).

2.ÉPOCA CONDAL.

Al constituirse el condado-independiente de Besalú, a Ia muerte de Vifredo el Velloso (899), la mayor parte de nuestra marca quedó incluida en aquella nueva demarcación, constituyendo sus limites, las sierras de Rocacorba y Finestras al O.; el curso del Matamoros y desde el Terri a Terradellas al S.,y la carretera de Francia hasta Parets, al E. La parte septentrional se extendía hasta el Conflent, Vallespir y Cerdanya. 'Entonces surgieron innúmeros castillos y fortalezas (rogues, bastídes)) dominando, cual cinturón fortificado, los valles y las alturas: Porqueres, Tayá, Esponellá, Vilert, Navata, Pontós, Vilademuls, Guialbes, Espaséns, Palol, Cornellá, Mata, Pujarnol, Rocacorba, Finestras y Santa Pau.

SANT PERE DE RODA SE SEPARA DE BAÑOLAS

AI iniciarse el siglo X el abad Acfredo, que en 916 había alcanzado de Carlos el Simple un diploma análogo a los anteriores, confirrnando las posesiones del monasterio, incluidas las de la montaña de Roda, vio alzarse el priorato de San pedro oponiéndose
a los derechos de Bañolas. Tasio, uno de los más ricos próceres de aquella tierra, en
925 había hecho donación a aquella casa religiosa de cuanto poseía, restaurándola, y, ya monje, solicitó de Luís Ultramarino, alcánzándolo en 944, un privilegio de real protección, en virtud del cual le eran otorgados los derechos y franquicias que gozaban
los monasterios autónomos y soberanos, es decir, libre elección de abad-que lo fué su hijo, Hildesindo -y exención de toda servidumbre.

El decreto imperial no consiguió calmar los ánimos, ya enconados desde luengos años. Crecieron las disensiones en tales términos que llegaron a bandos y percialidades, estando de parte de Roda el obispo Gondemaro de Gerona y los conde, Suñer de Barcelona, Wifredo de Besalú-Cerdanya y Gaufredo de Ampurias; pendencias que duraron harto, hasta que, por vía de paz ,para dar fin y remate a aquel enfadoso litigio y de común  parecer de Acfredo y Tasio, que se presentaron ante Luís, éste, en 948, impuso silencio y fin perpetuo a aquella contención, otorgando al antiguo priorato 1a independencia.

VIDA PRÓPERA

El Monasterio y su iglesia habían sido incendiados por una invasión de árabes normandos que penetraron en la región talando y robando entre 917 y 945. Poco después, en 957, el obispo de Gerona, Arnulfo, consagraba, a petición del abad Acfredo ta nueva iglesia, siéndole otorgados en concepto de dotación varios bienes radicados en el contorno, amén de las iglesias de Guémol y Miánegas,

Otras importantes donaciones vinieron luego a enriquecer el patrimonio monasterial con los legados del conde de Cerdanya- Besalú, Sunifredo, en 966, y del conde-obispo, Mirón, en 979, consignándole el extenso alodio del castillo de Tayá de Serinyá, confiscado a los asesinos de Wifredo, su hermano, Adalberto de Parets y sus cómplices (957). La importante donación, cuyos terrenos se extendían desde el río Ser al torrente Marlant y desde La Farrés a Bañolas había sido hecha, con palabras de Mirón, en agradecimiento por haberse visto libre por intercesión de San Esteban del apuro en que se halló cuando el conde Borrell II de Barcelona vino con numeroso ejército contra él, presentándose en el monte Spelio (San Patllari) y retirándose inmediatamente después de haberse postrado el conde-obispo ante el altar mayor de nuestro monasterio.

En esta misma época el aumento de población y la prosperidad cenobítica son realidades tangibles. Así 1o atestan dos hechos, bastante sincrónicos: la construcción de la iglesia de Santa María dels Turers, citada en 1017, por ser ya insuficiente el primitivo templo de San Benito para el número de parroquianos de la villa, y la prestación por parte del monasterio, en 977, de algunos monjes para formar la primera comunidad de San Pedro de Besalú.

EXPEDICIONES A BARCELONA Y A CÓRDOBA

Almanzor, primer ministro de Hixem II, necesitando gloria militar, decidió volver las armas contra los condes catalanes;  venció a Borrell, llegó a Barcelona el primero de julio de 985 y la tomó por asalto. Al grito de angustia del conde acudió presuroso el
de Besalú, Oliva Cabreta, a quien acompañaron Hugo de Porqueras y Guillermo de Cartellá, señor de Falgóns, que le sirvió en la reconquista de la ciudad con 20 caballos y 230 ballesteros. De entre los prisioneros caídos en manos de los sarracenos sabemos que lo fueron los hermanos Odón y Wandalgaude, al parecér naturales del valle de Cornellá del Terri, y los cuales, habiendo penetrado en la ciudad, no comparecieron jamás, siendo quizá llevados cautivos a Córdoba.

En la aurora del siglo XI el califato cordobés se resquebrajaba a causa de las luchas intestinas que habían estallado entre los diversos príncipes y partidos para la posesión del trono. En ayuda de uno de ellos, Muhammad ben Hixam,, y contra su rival Sulaiman ben Alhakam acudió en 1010 la famosa expedición de los 9.000.catalanes, formando parte de la misma, enrolado en la hueste del conde Bernardo Tallaferro, el caballero Ademar de Porqueras.


EL PATRIMONIO DE SAN ESTEBAN


Cabalmente, por estos mismos años el monasterio de Bañolas había llegado a un estado de riqueza tal que bien puede calificarse de inaudito e insuperable. Tal aserto no es gratuito. Basta leer la bula del papa Benedicto VIII, expedida en favor del abad Bonfill el año 1017, para convencerse de las exorbitantes posesiones que aquél atesoraba. El documento pontificio -detalla sus innúmeros predios, repartidos en los siguientes lugares. Del condado de Besalú: en Bañolas, Puigpalter, Guemol, Miánegas,
Fontcuberta, Porqueras, Marlant, Serinyá, Usall, Vilavenut, Mieras, Falgóns, Pujarnol, El Cals, Sallent, San Juliá del Mont, La Miana, San Esteban de Bas, Argelaguer, Lligordá, Mayá, Vilademiras, San Martí Sasserra, Lladó, Cabanellas, Vilanant, Vilafant, Orfans, Galliners, Parets y Ordis; del condado de Gerona: en Biert, Granollers de Rocacorba, Montcalp, Canet d,Adri, Borgonyá, Corts, Palol de Fargo, Pujals dels Pagesos, Vilafraser, Tomed, Medinyá, Riudellots de la Creu, Celrá y Babiá de Madremanya; del condado de Ampurias: en San Feliu de Boada, Torrentí, Torrent, San Climent de Peralta, Cunyá de Daró, Jafre, Tonyá de Garrigás, Ciurana, Vilahur, Ventalló, Vilamacolum, Armentera, Castelló d,Empurias, Fontanet y Valleta; del condado de Barcelona: en Púbol, Riurás de La Pera, Aiguaviva, Massanes y Partegás del Vallés. y, aparte varios predios sitos en el cóndadrj de Cerdanya, son citados otros en Riá de Conflent, Bola d'Amunt del Vallespir y San Andréu de Bages del Rosellón.

Finalmente, en este mismo siglo adquiría también los prioratos de Finestras, San Marçal del Montseny y Calabuig.


DECADENCIA Y RESTAURACIÓN

Durante el primer tercio del siglo XI los poderosos de esta época de anarquía cayeron como aves de rapiña sobre los monasterios indefensos de la antigua Marca. Los soberanos de Ampurias y Besalú que se contaban entre los excomunicados por sus depredaciones cometidas contra San Pedro de Rocla, Cuxá y Bañolas, al principio se burlaron del anatemá; mas luego, arrepentidos, restituyeron 1o que injustamente retenían y con los cruzados emprendieron el camino de Jerusalén.

Es increíble el estado de.postración, en que había caído el cenobio bañolense: ..víctima de la perversa malicia de los hombres, bajo el peso de la penuria y de la miseria había sido evacuado y destruído. Sin embargo, no tardaría mucho en resurgir
de aquella lamentable situación. En 1078, el hijo de Guillermo el Gordo, Bernardo II de Besalú, fervoroso paladín de la reforma cluniacense, emprendía la restauración moral y material del monasterio de San Esteban y, aconsejado por su pariente Hunaldo de Bearn, abad de Moissac, sujetábalo a San Víctor de Marsella, importante sucursal de Cluny. Por otra parte, el conde concedíale toda la jurisdicción que a él competía en el patrirnonio de San Esteban, mientras el histórico documento era ratificado por las importantes suscripciones de Amato de Olerón, legado de Gregorio VII, Frotard de Saint-Pons de Toumieres, y las posteriores de los condes de Barcelona R. Berenguer  y B. Ramón II.

Ocho años después (1086) era consagrado el nuevo templo abacial por el arzobispo de Narbona, Dalmau, e inaugurado el monasterio reconstruido.


LAZOS DE AMISTAD CON PRINCIPES Y PAPAS

El aprecio y favor con que le distinguieron en esta época son bien notorios. Ya en 1020 Bernardo Tallaferro legaba al monasterio un alodio, mientras la condesa Ermesendis de Barcelona disponía en 1057 un legado de 30 mancusos en su favor. Ramón Berenguer le otorga sus derechos condales de La Farrés, en 1130, y diez años después su hijo R. Berenguer IV proclama solemnemente su independencia.

Y si los pontífices Urbano II en 1096 y Alejandro III en 1175 confirman sus privilegios, poco después, en 1190, Alfonso II de Aragón le otorga el monopolio del horno (fornatge).

En el ocaso del siglo XII la comunidad benedictina de Bañolas, en posesión de su plena personalidad, estaba integrada por catorce monjas: seis simples y ochoo prebendas, a saber, Abadía, camarería, sacristía mayor, enfermería, limosna, despensa, cabiscolía y hospedería, llegando con el tiempo a quince los beneficiados del clero secular. Cabe recordar que en la mayoría de los monasterios catalanes del siglo X el número de monjes era el de doce más el abad.

3. GESTACION DE UN SIGLO DE ESPLENDOR


El siglo XIII, siglo dinánico cien por cien, sería decisivo para Bañolas. Múltiples factores: honestas virtudes sociales y hechos históricos varios, el valor militar, el patriotismo, el auge mercantil e industrial, el respetuoso vasallaje, la nobleza comarcal,
el espíritu religioso, la urbanización y defensa de la villa, junto con el prestigio del Abad y la protección real, constituirían los cimientos de su futura grandeza.

JORNADA DE LAS NAVAS

Al frente de 400.000 almohades, el sultán de Marruecos Muhammad ben Yusuf, llamado Miramolín el Verde, vino a defender los dominios que tenía en España. En la llanura de las Navas de Tolosa se dió la Mnemorable batalla (16 de julio 1212) y esta vez, unidas las huestes de Castilla, León, Navarra y Aragón, alcanzaron una rotunda vitoria, que fue un verdadero quebranto del poder musulmán, el cual desde entonces no volvió a tener nunca más influencia en la península.

Figura al lado de Pedro II con Dalmau de Crexell, general en jefe de las fuerzas del Ampurdán,' un notable contingente de nuestra comarca enrolado a las órdenes y bajo los pendones de Poncio II de Santa Pau y de Pedro de Caretellá con su hermano Galcerán.

En calidad de vasallos acompañaron al señor de Falgóns cada uno con dos caballeros de paraje con sendos caballos, escudos y lanzas y con tres almogáveres rodeleros, los caballeros Guillermo de Torroella de Fluviá, domiciliado en Bañolas, Ramón de Espaséns, Guillermo de Torres, de Vilavenut, Tortosa de Mercadal, señor del castillo de Pujarnol, Berenguer de Llémana, Guillermo de San.Aniol de Finestras y Asberto de Nerós.


EL ALJAMA BAÑOLENSE


Durante siglo XIll floreció en nuestra villa una importante colonia judía, cuyos miembros - que llegaron a sumar casi 200 en conjunto-, no sólo se extendieron.por Cataluña y Aragón, sino también por el Rosellón, Languedoc y Provenza, constándonos la existencia de judíos bañolenses en las aljamas de Perpinyá, Montpeller, Narbona y Tolosa.

Los abades comportáronse con la mayor consideración con ellos, pues parece que no les obligaron a vivir separados de los cristianos formando barrio aparte (call), y no fueron molestados en sus personas ni bienes, no registrándose ningún alboroto contra
ellos, al contrario de lo sucedido en otras poblaciones. Los mismos abades y los nobles de la comarca acudían a ellos en sus préstamos, y con los vecinos de la villa existía una mútua comprensión y convivencia social, de manera que ejercían sus mismos oficios.

De sus familias nos constan existentes en Bañolas, entre 1.216 y 1395, las de Bellhom, Deulerega, Escapat, Batlle, Vidal, Sabater, Hallevi, Bondía, Zerahia, Esbaelit, Capret, Vides, Lobell, Salvez, Harari, León, Salendí, Gersón, Falcó, Estruch y Cabrit, una de las más importantes. Entre los hebreos bañolenses contábanse famasos literatos,fiósofos, escripturistas, médicos, cirujanos y otros hombres cultos, ilustrados y opulentos.


LIBERALIDAD DE JAIME EL CONQUISTADOR

No se quedó manicorto con Bañolas el gran rey. Concedió al abad Guillermo de Cartellá el privilegio de notaría, escribanía y curia en la villa (1296); confirmó las posesiones. y franquícias del monasterio (1229), legando al mismo 200 maravedies para que le fuesen celebradas 700 misas después de su muerte (1241)¡ otorgó el privilegio de las ferias de San Martín .(1243) y su salvaguardia a los vecinos de la villa (1251), prometiéndoles su protección caso de que el abad no atendiese sus justas reclamaciones (1253).

Años después, su hijo, el infante D. Pedro, que también se mostró liberal para con Bañolas, otorgaba en l271 el tan estimado privilegio llamado  “de las marcas”, en virtud del cual nuestros antepasados no podían ser marcados, detenidos ni arrestados.


LAS PRIMERAS INDUSTRIAS

Esos mismos privilegios y franquicias de sus soberanos mucho favorecieron las curtidurías, fábricas de tejidos y la industria lanera, durante la segunda mitad del siglo tanta estimación cobraron, siendo muy alabados sus tejidos de cáñamo. En 1253 el abad Pedro otorgó a la villa venta del monopolio del roldó para fomentar la industria del curtido, gesto que honró al monasterio y que completó diez años después con la abolición de las servidumbres personales (mals usos), sin abdicar, empero el juramento de fidelidad y homenaje de sus vasallos, cuya presentación debía ocasionar, a no tardar una ruidosa contienda en la que hubo que intervenir el rey.


RITUAL DE LA SOLEMNE ENTRADA DEL NUEVO ABAD

Nota característica y símbolo del señorío sobre la villa y el abadiato la constituía el ingresó que con tanto aparato practicaba por vez primera el nuevo prelado y por cuyo acto solemne los representantes del pueblo venían obligados; en virtüd del compromiso suscrito en 1267, a pagar 550 sueldos por una mula en la que, en tal ocasión, montaba caballero dicho abad.

En esta solemnidad las autoridades locares y los representantes de las parroquias del abadiato acudían al límite del término municipal, en el vecino pueblo de Mata, donde aguardaban al nuevo prelado, acompañádole después hasta el  “Portal de Girona” abierto en Ia muralla. Acto seguido, atados al freno de la expresada mula unos cordeles de seda de color rojo, tiraban de los mismos los jurados de Bañolas hasta la  “Hera d'e l,Abat” frente al monasterio, donde le prestaban el consabido homenaje como a su señor jurisdiccional. En carácter de tal, además de la propia curia, baile, alguacil y pregonero, disponía de unas cárceles en el recinto conventual.


INVASIÓN DEL "ARDÍ".


La guerra de Sicilia seguía encendida. Martín IV, papa francés, ni perdonaba a Pedro III el Grande Ia conquista de la isla ni dejaba de hacer valer sus derechos sobre Aragón por ra infeudación que había hecho Pedro II el Católico (1204). El papa le excomulgó y puso en entredicho todo el reino de Aragon, desposenyó a Pedro III de todos sus Estados y los concedió en feudo a Carlos de Valois, hijo segundo de Felipe el Atrevido de Francia, quién se dispuso a la invasión, que tuvo el carácter y auxilios de  cruzada (1285). Mientras el ejército francés de más 200.000 hormbres lograba salvar la cordillera por el paso desguarnecido del “Coll de la Massana” e irrumpía como oleada por el Ampurdán, la hueste adicta al rey de Aragón, procedente del puerto de Panissars, por Bañolas se dirigía a Gerona, donde aguardaba tranquilo al invasor el vizconde Ramón Folch de Cardona. Pedro III, una vez tuvo guarnecida Besalú al mando de Asberto de Mediona, puso al infante Alfonso por cabeza de la gente de armas del Ampurdán, a quién quiso asistiese, entre otros capitanes, Guillermo Galcerán
de Cartellá; y mientras se limitaba con tropas almogáveres a una. guerra de sorpresa y camino de Besalú se dirigía de-Gerona a Bañolas el día 15 de agosto, Gerona resistió con ejemplar heroísmo, y esta resistencia dió ocasión a que llegara Roger de Lauria con
sus naves desde Sicilia y derrotara rotundamente la escuadra enemiga cerca de Palamós. Tras semejante contrariedad, que impedía a los cruzados el aprovisionamiento de un ejercito tan numeroso, y agravado el caso por la peste que se declaró en el campamento francés decidió Felipe volverse a Francia con un ejército convertido en una caravana de enfermos.

Pedro III con los refuerzos reunidos de todas las compañías de Aragón y Cataluña, haciendo marcha de flanco por Bañolas y Besalú fué a apostarse en los desfiladeros de Panissars para cortar Ia retirada del “Ardí”, y sus maltrechos soldados, que dieron en Perpinyá con los huesos derrengados y sólo el pellejo, los que lograron salvarlo, que no fueron todos.


NOBLEZA COMARCAL. LA FAMILIA CARTELLÁ.

Uno de los más esforzados militares del reinado de Pedro el Grande fué Guillermo Calcerán de Cartellá, nacido en el castillo de San Antón de Falgóns, cuyas gestas canta Muntaner diciendo que « fo dels millors cavallers que hanch fossen en Espanya » y « per sa proesa la feu lo senyor rey Daragon compte de Catansar : e feu li Deus tanta de gracia, quentro a XC anys porta armes ».

Embajador en Tremecén y alcaide de Berbería (1267) estuvo seis años al servicio de Jaime el Conquistador, alcanzando sonadas victorias y haciendo tributarios a los reyes de Tremecén y de Túnez. Tomó parte en la conquista de Sicilia, siendo armado caballero en Mesina en 1282, y cuando al año siguiente, Pedro III abandonó la isla para acudir al duelo de Burdeos, encomendó el gobierno a la reina, Doña Constanza de Suabia, asistida de un consejo formado por Guillermo Galcerán de Cartellá, virrey, Alcaimo de Lentín, maestre Justicier, Juan de Prócida, canciller, y Roger de Lauria, almirante de la armada. A la muerte de Pedro el Grande (1285) y bajo el reinado de su hijo D. Jaime el esforzado caudillo, a la sazón gobernador de Calabria, siguió luchando al lado de los sicilianos contra Anjou. En 1289 el rey de Sicilia envióle a Castilla para concluir con Sancho IV un pacto de mútua protección y concertar su boda, que no tuvo efecto con la sobrina del monarca castellano, Doña Isabel de Molina; dos años después y en nombre de Jaime de Sicilia acompañó a Alfonso III en el “Puig de l'Atalaya", entre Panissars y Pertús, donde fué ratificada la Paz, de Tarascón, que había sido impuesta por la Iglesia y el rey de Francia con el de Aragón. En 1296 se encendió de nuevo la guerra con Sicilia,la lucha civil y fratricida entre ambos reyes hermanos, D.Jaime II de Aragón y D. Fadrique, quien, acto seguido de su proclamación en Calabria, confirió el mando supremo de los ejércitos a Blasco de Alagón, Guillermo Galcerán de Cartellá y Pedro Lanza.


Finalmente, en mano y poder de Guillermo Galcerán juraron, por los caballeros italianos Teodoro de Cepoyo y Aimerico de Sus, Carlos de Valois y el Duque de Calabria, en nombre del Papa y del rey Carlos II de Nápoles, las cláusulas preliminares de La Paz de Caltabellota (1302), Regresado a Cataluña, hizo testamento en poder del notario de Bañolas Jaime Puig (1323) y fué sepultado en su parroquia natal de San Vicente de Falgóns


EL PRESTIGIO ABACIAL

El abad Arnaldo de Vallespiráns era nombrado árbitro por vía de paz en una contienda entablada entre el rey de Aragón y Poncio Hugo de Ampurias que en aquellas calendas estaba en Sicilia al lado de D. Fadrique. Por tal motivo el monarca aragonés fortificaba las vecindades del condado ampuritano levantando el castillo de Montgrí, a cuya amenaza y para contrarestarla no se descuidaba Poncio Hugo construyendo una fortaleza en tierra de Bellcaire y fortificando el lugar de Albóns. Desconocemos que eficacia alcanzó la intervención del abad; no obstante, es una realidad patente que el castillo de Torroella quedó sin terminar.


LA INGENTE OBRA DE LAS MURALLAS

A finales del siglo, Bañolas era una población próspera con su industria floreciente, construída su gran plaza porticada muy avanzada la fábrica de la nueva iglesia de Santa María, comenzada en 1269, y rodeada de fuerte muralla, que la ponía a cubierto de las invasiones harto frecuentes. A 1o largo del cinturón de piedra tallada venían repartidas potentes torres que, a su vez, defendían las siete puertas de ingreso al recinto murado y airededor de los altos muros abríase un amplio y profundo foso (valls) que era inundado con el agua del lago.


Olot fué una de las primeras villas de las comarcas gerundenses que rodeó de muralla la sagrera o barrio de la Villa Vella, que se había formado en torno a la iglesia del Tura, en virtud de compromiso firmado el año 1221 en favor del abad de Ripoll. Ramón Desbac. Bañolas debió hacer otro tanto muy pronto. En un acta de protesta, elevada por los jurados al abad Bernardo de Vallespiráns en 1309, se hace constar un anterior acuerdo, por el cual las puertas de la villa debían permanecer cerradas desde el toque de la oración vespertina al de Maitines del día siguiente, “como era costumbre -dícese- de 30 y 40 años á esta parte”. Luego, los muros de Bañolas databan del año 1260 por lo menos. Nótese, de paso, que ya en 1325 se habla de los “muros antiguos de la villa” y que en el cabreo L'Avi, del 1279, son consignadas varias huertas y piezas de tierra situadas “fuera de las murallas”.

Por estos mismos tiempos la expansión urbana había ya alcanzado un gran desarrollo y su área de edificación abarcaba desde la Puerta Turers al Monasterio y desde la calle Mercadal a la de Gerona en el cruce con la del Mediodía. A base de las referencias documentales, cuyas fechas encerramos entre paréntesis, podemos formarnos idea de la línea de fortificación mediante el siguiente trazado. Arrancando del muro exterior del monasterio, a la altura del ángulo noroeste de la iglesia, la muralla de la villa seguía hacia el septentrión, dejando abierta en el sitio, que hoy ocupan las oficinas del Sindicato Agrícola, la  “Puerta del Hospital” (1362) o “portal d'En Rabassa" (1691). A los pocos metros, el muro doblaba hacia poniente hasta encontrar frente al Asilo de Ancianos, la “Puerta de San Benito” (1492), siguiendo a continuación paralelo con la calle dels Valls (fosos) hasta la encrucijada de la calle Mercadal con la Plaza Estudios, donde abríase la  “Puerta de San Martirián” (1387). Proseguía el cinturón de Ia muralla por la actual calle de la Canal y en llegando a la altura de la antigua Casa Comas de la Plaza Turers por su interior volvía en dirección sur hasta encontrar la  “Puerta Turers" (1573), llamada antiguamente “Sobreporta" (1259) y modernamente  “Portal dels Quartels” (1790), situada en la boca-calle de su nombre, entre el Hotel Flora y Casa Amatller (nº 12), en cuyo patio interior se conserva una de las torres. Continuando en sección diagonal hasta la parte trasera de los porches meridionales de la Plaza -lienzo conocido por “Muralla d'En Marsal” – conseguía la “Puerta de Gerona" (1321), abierta en el recodo de la calle donde se inicia la del Mediodia; y, paralela a las de San Pedro y Escribanías, seguía la dirección Este. Frente al Convento de las Religiosas Clarisas franqueaba la entrada al interior de la villa uno que primitivamente debió llamarse “Portal del Forn”, después "Portal d' En Peraseca” (1279) y más tarde  “Portal d'En Ninet o Ametller” (1843). El último lienzo de pared torcía un tanto hacia el NE., y por las puertas del “Carrer d'Abaix" enlazaba con Ia clausura exterior del monasterio después de haber dejado abierta en el extremo oriental de la expresada calle el “Portal de Quatre Casas” (1341), que primitivamente debió llamarse “Puerta de Besalú" y tal vez “Portal d'En Barrera” (1337) sino es que deba atribuirse tal nombre al ..del Forn”.







BAJA EDAD MEDIA: DESDE LA AUTONOMÍA MUNICIPAL HASTA EL OCASO DE LA VILLA MEDIEVAL ( 1303 – 1500 )

1. AMANECER

Con el siglo XIV comenzaba para Bañolas una nueva era de su historia. Gracias al buen sentido de comprensión del abad Bernardo de Vallespiráns y para zanjar de una vez los contínuos roces que para el gobierno municipal se originaban de la dependencia baronial del Monasterio, la universidad de Ia villa consiguió la autonomía administrativa.


LA CARTA MUNICIPAL

Regida antes por un consejo de próceres (prohoms) o representantes populares ante el abad, dióse nueva forma al gobierno del municipio, que fué confiado a tres Jurados y nueve Conselleres, elegidos por sufragio directo de los cabezas de familia, divididos en los tres consabidos brazos o estamentos; régimen que con pequeñas diferencias perduró hasta la creación por Felipe V de los ayuntamientos. una de estas diferencias fue la creación de un Consejo General de 30 personas, que se agregó al expresado gobierno de conselleres en 1 358. La histórica concordia, conocida por  “Carta Municipal”  fué redactada en 1 303 por los letrados bañolenses Eimerio Dusay, ciudadano de Barcelona; Ramón Estany, capellán mayor de Santa María dels Turers, y Bernardo Reixach, notario de la villa.

No obstante, emancipada del control abacial la administración municipal, la población continuó bajo la benéfica tutela del cenobio benedictino. El naciente municipio, que en virtud de la famosa Carta gozaba del derecho de reunión en cualquier parte, particularmente en el templo de Santa María, escogió por sede del Concejo el viejo caserón, que vino a llamarse “Pía Almoina"y  “Casa de la Vila” sito en la Plaza de la Fuente. La extracción de jurados y conselleres tenía lugar todos los años el día primero de enero bajo la presidencia ..honorífica,, de un delegado del monasterio, representante de la jurisdicción baronial del Abad.


CONQUISTA DE CERDEÑA 

Aragón volvió a la política de expansión por el amplio camino del Mediterráneo, proyectando la conquista de Cerdeña que llevó a cabo, en un año aproximadamente (1323-1324), el infante Don Alfonso a quien acompañaron ricos hombres y caballeros,
entre ellos Hugo I de Santa Pau y su hijo Galcerán. Bañolas en ayuda de la empresa hizo un donativo de 11.000 sueldos, tomando parte personalmente en la lucha contra los pisanos varios hijos de esta comarca, entre los cuales recordamos a Giralt des Vilar, de Serinyá, que murió en la isla.


ACOTACIÓN DEL TÉRMINO MUNICIPAL

Muy en breve las luchas intestinas debían perturbar la paz del campo y de la villa, y un trágico alboroto debía ser Ia ocasión de acotar definitivarnente el término municipal de Bañolas, cuyos lindes han llegado hasta nosotros. En 1326 Jaime II tiene que intervenir
con una sentencia arbitral entre nuestro abad y Besalú, cuyos vecinos al grito de somatén del subveguer Bernardo Gaufred habían invadido aquélla, dos años antes causando graves disturbios, perjudicando al monasterio y a la población e incendiando
en su retirada algunas masías de Porqueras, por haberles sido intimado el pago de impuestos, que en su mercado Bañolas exigía de derecho, y serles denegada por el abad la entrega de Raimundo de Vallespirans, que en la refriega hirió a Barraquí de Besalú, y de Perpinyá Catalá, que usó de la ballesta al atacar a los hombres de la jurisdicción real; los cuales estaban detenidos en las cárceles del monasterio.

En evitación de pleitos sobre los límites jurisdiccionales del territorio bañolense y para obviar tales desafueros, el 6 de mayo del expresado año 1326 eran colocados en los mismos sitios que hoy ocupan los mojones del término municipal de Bañolas por los comisionados del rey, Jaime de Cornellá, caballero, ,¡ Guillermo de Mora, juez del infante Don Alfonso.


EL CEREMONIOSO ADICTO AL MONASTERIO

A raiz de la lucha contra su cuñado, el infortunado Jaime I de Mallorca, el ambicioso rey de Aragón Pedro IV, falto de dinero y muy adicto por lo visto al monasterio, otorgó a su abad Arnaldo Samasó, entre otros privilegios, venta del derecho de hueste y cavalgada en los hombres del monasterio y priorato de Finestras y, caso de que los vasallos del abadiato en fuerza del usage Princeps namque tuviescn que acudir al somatén general, el abad podría reservarse 50 hombres para la custodia de la villa, dos panaderos, dos carniceros, su servicio doméstico, los nuncios o criados del cenobio y de sus monjes y el baile, dos criados para el castillo de Tayá y tres para el de Porqueras. Asimismo, en el expresado caso, todos sus vasallos marcharían guiados bajo la propia bandera de Bañolas con independencia de los hombres enrolados del veguerío de Besalú y bajo el mando de un capitán nombrado por el abad o el rey (1344).


LA PESTE NEGRA

Una espantosa epidemia, importada del Oriente, el azote más horrible que no tiene par igual en la historia y que ha pasado a la posteridad con el nombre de la “Peste negra)”, venía causando, en 1348 numerosas víctimas, conocidas aquí por les primeres mortalitats. No era otra que la peste bubónica, Ilamada entonces glanola; inflamación de los ganglios linfáticos subcutáneos.

Cronicones de la época afirman que aquella calamidad pública Azotó con gran severidad a Cataluña, muriendo los dos tercios de la población de varios obispados y extremó de tal modo sus rigores en nuestra provincia que vários conventos quedaron
casi despoblados, como ocurrió, entre otros; a la canónica de Santa María de Olivas, dónde murieron el prior y todos los religiosos menos uno. Nuestra comarca quedó desierta, sin payeses, y por tanto sin brazos para el cultivo; los sobrevivientes a calamidad tan desoladora abandonaron las tierras por serles imposible pagar las deudas con las que tuvieron que gravarlas, hasta que, para remediar el mal, evitar un total éxodo y procurar el redoblamiento de las masías y casas deshabitadas, intervino oportunamente el abad Samasó cerca de los acreedores en 1354.




PARA SOFOCAR LA REBELIÓN DE CERDEÑA

Los sardos, ayudados por Génova, venían luchando contra la dominación aragonesa. Aconsejado por su privado Bernardo de Cabrera, concertó Pedro IV una alianza con Venecia y, juntas las escuadras catalana y veneciana, consiguieron una dificilísima victoria en el Bósforo (1352), en la que, entre otras costosísimas pérdidas, murió de las heridas el almirante Pons de Santa Pau.

Dos años después, cuando tomaba el mando de una poderosa escuadra, el Ceremonioso desde Rosas confirmó las Iibertades y privilegios de Bañolas en atención al donativo de otros 11.000 sueldos con que la villa ayudábale en la empresa de sofocar la rebelión del juez de Arborea, Mariano IV.


2. FLORECIMIENTO

A mediados de este turbulento y calamitoso siglo nuestra población había llegado ya a una pujanza tal que el monarca aragonés no se abstuvo de calificarla, como otrora lo hiciera su padre Alfonso.IV, de "villa insigne” y más tarde, en 1394, el baile general de Cataluña, Pedro Ferrer, de “villa eminente”.


CENSO DE POBLACIÓN EN 1359

Según el cómputo de las Cortes de Cervera, celebradas aquél año, el censo de Bañolas dió 225 fuegos, equivalentes a 1725 habitantes. En cambio, el reparto del año 1366, por el cual la villa pagó en ayuda de las 25.000 que debía aportar Cataluña en concepto
de subsidio para la guerra con Castilla, alcanzó el número de 318 fuegos (1590 habitantes), cifra no menospreciable, teniendo en cuenta la población de las otras villas y lugares de esta época.  A la sazón, Gerona contaba con 925 f uegos y, a continuación, Bañolas con 225, Torroella de Montgrí con 778, Besalú con 150, Olot con 134, etc.

Además, cabe no olvidar que, aparte las epidemias de 1333 y 1348 que se propagaron de manera alarmante principalmente por los lugares más populosos contribuyendo a disminuir su demografía en proporciones fantásticas, los censos de población intentaban, no tanto hacer constar la masa de los vecinos, como el número de hogares sujetos a pago o el padrón de los concurrentes al servicio de las armas

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SERVICIOS PRESTADOS EN LA GUERRA DE CASTILLA

Un incidente naval encendió la guerra: la presa de unas naves placentinas cargadas de aceite por el almirante catalán Francisco de Perelló (1356). Con gran ímpetu empezó la guerra Pedro I el Cruel de Castilla, atacando por Murcia. Bañolas también en esta ocasión salió en ayuda del rey con personas y un importante donativo, y el Ceremonioso con un privilegio, fechado en Gerona en 1358, concedió a la villa la facultad de imponer tributos sobre el trigo, Ia avena y las mercaderías. Durante esta campaña Pedro IV tenía consigo en los campos de batalla a su famoso médico de cabecera el judío bañolense Bonjuá Cabrit, mientras, procedente de Gerona y camino de Besalú, se hospedabaen Bañolas el infante D. Juan Ios días 26y 27.de abril de 1361.

Ni el taimado Pedro IV ni el Cruel no respetaron mucho tiempo la pretendida concordia de Murviedro. El primero en atacar fué ahora también D. Pedro de Castilla, y suyas fueron las primeras ventajas, pues se apoderó de Alicante y llegó a poner cerco a Valencia (dic. 1363). Y, en estas circunstancias, la reina D.a Leonor, apremiada de la necesidad de dinero para que las naves prevenidas en Barcelona pudieran salir en auxilio de su real esposo, cercado en el río Júcar por la escuadra del rey de Castilla, firmó en 1364 escritura de venta al abad Poncio de Canadal y a su convento del mero y mixto imperio y de toda la jurisdicción alta y baja, civil y criminal, con el derecho de hueste y cavaigada de Porqueras, Sallent, Mieras, Miánegas, Mata, Fontcoberta, Usall, Serinyá, Vilert y villa de Bañolas por el precio de 70.000 sueldós con pacto de retroventa al ser devuelta idéntica suma de dinero, comprometiéndose el rey, en tal caso, a incorporar lo vendido a la Corona.

Después de la victoria de Pedro I en Nájera, esta guerra terminó en la fratricida lucha de Montiel, que elevó al trono de Castilla al bastardo de Trastamara (1369).


RELACIONES CON LA CORTE

Mientras el infante D. Juan, procedente de Vich, Olot , y Besalú, pernoctaba en la villa el 9 y10 de septiembre de 1367 continuando su viaje al dia siguiente hacia Gerona, un año después su padre concedía las importantes Ferias de San Martirián, que fomentaron su riqueza comercial.

Mas, su peligrosa vecindad con la frontera y los consiguientes asaltos de los invasores impulsaron a los jurados a asegurar la fortificación del casco urbano, a cuyo fin pedro IV facultóles, en 1368 y 1370, poner impuestos sobre el pan, vino, carnes y demás hasta la suma de 3.500 libras para atender a gastos, preferentemente de reparación de muros 7 fosos. A este mismo fin, con la compra al rey del tributo del bovaje, que gravaba las cabezas de ganado, aquéllos le proporcionaron en 1372 la importante cantidad de 100.000 sueldos para atender a la guerra motivada por la nueva rebelión sarda y rescatar de paso los exhorbitantes derechos señoriales vendidos al monasterio en 1364.


SIBILA DE FORTIÁ Y VIOLANTE DE BAR ATENDIDAS

En 1379 los jurados de la villa prestan varias acémilas a la reina Sibilia para trasladarse con su impedimenta a Barcelona; fineza que un año después repetía el abad Desprat en la persona de Viclante de Bar, que había contraído matrimonio con el Duque de Gerona en Montpeller (1380) y, camino de Barcelona, se encontraba en Gerona, enviándole caballos de jineta para sus damas y doncellas y seis acémilas.

Poco tiempo después, en 1385, de nuevo D. Juan, y esta vez con su esposa Violante, están en Bañolas desde el l4 al 17 de febrero, día en que Bernardo de Fortiá con su gente de armas les aguardó en Cornellá del Terri para acompañarles a Gerona. Cabe
notar que en un inventario del menaje de la reina Sibilia, tomado este mismo año a presencia de su camarero Pedro Traver, se consigna en la guardarropía: "Una vanota de cotinina e es de cavalers, de fulatges, de bestions o altres diverses obratges de seda negra e vermella e ha ample V tele, la qual li dona moceen Jaume de Cornellá” señor de los castillos de Sales y Cornellá del Terri, consejero y mayordomo de la “Reina ampurdanesa”.


PRIVILEGIO DE “LA LLEUDA”

Este mismo año, hallándose en Gerona el rey de Aragón y agradecido a Bañolas por haber contribuído con fuerte suma a la luición del condado de Besalú, que tenía empeñado el infante D. Martín-aparte los 100.000 sueldos aportados para la redención
de la alta jurisdicción criminal y haber prestado bienes y personas en la guerra de Castilla-, le concede la franquicia de la lleuda (exención de derechos de pesas, medidas, pasajes, pontazgos, herbages, barras, postes, barcages, etc.) desde Aragón al collado de Panissars.


CIEN FLORINES DE ORO PAR A EL DUQUE DE GERONA

Con ocasión de las famosas desavenencias entre Pedro IV y el príncipe heredero D. Juan, éste envió (16 de junio de 1386) a su escudero Ferrer de Canet con carta para los jurados de Bañolas suplicando ayuda pecuniaria. “Creem que hayats antés –les decía- nos anem de camí al Senyor Rey per fer li reverencia e per cessar aquesta dissenció que malvades personas han provocada amb ell, e como per la perssecussió quens es estada feta, siam posats en molt gran necessitat”. Y Ia villa, que tan estrechas relaciones mantenía con el enfermizo infante; le ofreció 100 florines de oro.


LAS BANDAS ARMADAS DE ARMAGNAC

La influencia De Violante de Bar aseguraba la amistad con Francia y por aquella frontera sólo turbaron la tranquilidad algunas bandas aventureras del conde Bernardo VIII de Armagnac, sobrino de Ia primera esposa, ya difunta, del rey de Aragón, ahora Juan I, quién pretendía haber adquirido los derechos sobre Mallorca.

A fines de 1389, cuando más ocupados se hallaban los bañolenses en el reparo de los muros de la villa, Bernardo de Armagnac,por órden de su hermano, y el conde de Verolers invadieron el Rosellón y Cataluña al frente de un informe ejército de bacinetes,
infantes, varias compañías de aventureros o pillarts y 60 bombardas, algunas de las cuales disparaban proyectiles de medio quintal. A modo de nube de famélica langosta, se dejaron caer sobre el Arnpurdán y gran parte del veguerío de Gerona, tratándolo
como país conquistado por espacio de cinco meses cabales. Con rapidez asombrosa la vandálica expedición se posesionó del territorio, corriendo la comarca hasta Ollers y tomando después el pueblo de Crespiá y llegando con sus correrías hasta Santa Llogaya del Terri, muy cerca de Gerona. Por otro lado, con los pueblos inmediatos se apoderaron de Bañolas, detuvieron a varios hombres y causaron muchos daños en sus bienes.

El Jueves Santo del año siguiente, 31 de marzo de 1390, Juan I, el duque de Montblanch, D. Martín, y otros varones salieron de Gerona hacia Besalú pasando por Bañolas, donde el rey dejó a su hermano con 1a vanguardia. El Viernes Santo, D. Martín fué a Peralada pasando por entre las compañías de aventureros, mientras Juan I desde Besalú, por Vilabertrán y Coll de Panissars se dirigía a Perpinyá. La presencia en el Ampurdán y Rosellón de una hueste real numerosa y ordenada bastó para que las bandas extranjeras se disolvieran y huyesen. Juan I dispuso que los píllarts, hechos prisioneros por el abad y prohombres de Bañolas, fuesen ejecutados: “los faciets penjar per lo coll en tal manera que campegen en loch alt perque sien vist e mirats”.



LA SANGRIENTA INVASIÓN DEL CALL DE GERONA

El 1391 fué un año aciago para las juderías hispanas. Iníciada la devastación y matanza en Andalucia y Castilla, propagáronse como por medio de reguero de pólvora a los barrios hebreeos de Valencia, Palma de Mallorca, Barcerona y Lérida. Los israelitas de
Bañolas no fueron atropellados, al contrario de otros rugares del obispado como Gerona, Besalú y La Bisbal, y aún de poblaciones  más pequeñas: Caldas de Malavella, Pals y Peratallada. En la madrugada del dia de San Lorenzo  estalló un horroroso motín en Gerona, cuyos corifeos pegaron fuego al portal superior del Call y penetrando en él por aquel boquete, tea y puñal en mano, robaron y anegaron en sangre las  casas de los israelitas. La documentación atestigua que en la perpetración de aquellos sangrien, tos sucesos tomaron parte gente de fuera, que en gran número había acudido a la ciudad con motivo de las ferias que en ella a la sazón se estaban celebrando. De entre las varias parroquías participantes, son citadas las de Corneillá del Terri, ambos Pujals, Sords, Corts, Borgonyá, Adri, Canet d'Adri, Montcalp, Biert y Ventatjol.

Juan I, dos años después y mediante el pago de 400 florines De  oro, otorgaba amplia amnistía a la villa de Banyoles de todos Sus delitos, singurarmente de ros excesos cometidos con ocasión de Ia entrada de las bandas de Armagnac y de la trágica invasión del barrio judío de Gerona, con excepción hecha de los más culpables.


IMPORTANCIA MILITAR DE BAÑOLAS

Martín el Humano, desde San Feliu de Llobregat, otorgó en 1397 al común de La villa la facultad de imponer gabelas, un quinquenio y, asimismo, la de recoger dentro del recinto amurallado en tiempo de guerra a cuantos fuesen necesarios para su défensa según apreciación de los reales inspectores de castillos y fortalezas del obispado o veguerío de Gerona y del capitán de Bañolas. A tal fin, como preveyendo los grandes acontecimientos bélicos que se avecinaban, alrededor de 1400  sus vecinos se entregaron con ardor a Ia reconstrucción de muros y construcción de Torres, baluartes y fosos, obra que terminó entre 1408 y 1409.

Y la villa que a todo atendía, en 1394 ofreció 180 florines de oro de Aragón para la dote de la infanta Juana, hija de Juan I y de su primera esposa/ Matha de Armagnac; que casó con Mateo, Conde de Foix, y otros 765, en 1403, para el pasaje a Sicilia de Blanca de Navarra, segunda esposa del rey Martín el Joven.


CON EL PAPA LUNA

El año 1401 tomaba posesión de la abadía de San Esteban el que lo era de Santa María de Rosas, fray Bernardo Estruch, quién intervino de manera notoria y eficaz en el cisma que afligía a la Iglesia en tiempo del antipapa Pedro de Luna, Benedicto XIII, de quién era acérrimo partidario. En 1402,la reina María envióle junto con el abad de San Juan de la Péña al papa, su hermano, con la comisión de pedir la abolición de los malos usos, a que estaban sometidos innumerables payeses del Principado. Al año siguiente, instituído con funciones de capitán del Palacio Apostólico de Aviñón, bloqueado por Geffroy, caudillo a sueldo de Carlos VIII de Francia, tomó parte en la histórica evasión de Pedro de Luna.

D. Fernando I de Aragón, el de Antequera, acompañado, entre otros, del caballero Pedro Galcerán de Cartellá y del abad de Besalú, Berenguer de Perarnau, acudió, aunque enfermo, a Perpinyá a verse con el emperador Segismundo de Alemania y, con
asentimiento de San Vicente Ferrer, requirió por tres veces a Benedicto. para que renunciase, en aras de la paz de la lglesia. Como el triple requerimiento fué inútil, D. Fernando se apartó de su obediencia (1416), y por una junta de notables y San Vicente Ferrer, declaróse la adhesión de nuestra tierra al concilio de Constanza, que depuso al antipapa. Mas, en contra de tal decisión, nada consiguieron ante el rey Fernando ni ante el nuevo monarca aragonés, Alfonso V, los partidarios de aquéI, entre los cuales se contaba Guillermo de Pau, ahora abad de Bañolas.


3. DESPOBLACIÓN

En el ocaso de la Edad Media nuestros abuelos tendrían que contemplar con dolor múltiples causas qüe al final conducirían al hundimiento de sus florecientes industrias y a la destrucción de sus hogares.

LOS TERREOMOTOS DE 1427 Y 1428

Durante los meses de febrero y marzo de 1427 los temblores de tierra se dejaron sentir en el valle de Amer en dirección a Olot, hundiendo iglesias, fuertes torres y otros ediftcios, y en abril el seísmo siguió el valle de Llémana hasta Mieras en donde desplomó varias casas. Al año siguiente, el terremoto llamado “de la Candelero” fué mucho más terrible. Sembró el luto en Camprodón, Castellfullit, Olot y Montagut. Derrumbáronse también varias payesías del contorno de Bañolas, como  “Can Llapart” de Camós, la ermita de San Bartormeu de Matamala y asimismo muchos edificios de la villa, de entre los cuales destaca la iglesia del monasterio.

En 1431 el abad Guillermo de Pau solicitaba ayuda económica para la reedificación del expresado templo, derribado en gran parte y con la torre campanario cuarteada, y el Común acordó contribuir con la prestación personal de sus vecinos hasta cien docenas de jornales

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PRIMEROS CONATOS DE REPOBLAMIENTO

Durante e1 gobierno abacial de Dalmacio de Canadal, bajo cuyo mecenazgo establecióse en Bañolas el Estudi General con cátedras de Filosofía y Teología (1445-1449), el Común, interesado por el repoblamiento de la villa, solicitó del mencionado prelado publicar, como se ejecutó el 18 de enero de 1457,un privilegio de franquicia de impuestos en favor de cuantos estableciesen nuevo domicilio en ella o reedificasen sus casas en ruinas.


GUERRA DE JUAN II

Por el tratado de Salvatierra (3 mayo 1462) Luís XI de Francia, que jugaba con dos barajas escuchando a Juan II y ofreciendo su apoyo a los catalanes, prometió ayuda al rey de Aragón, quién, como garantía de la deuda, hipotecó sus rentas.de los condados del Rosellón y Cerdanya. Ya en el mes de febrero llegaron a conocimiento .de la Diputación Catalana los movimientos de Jaime Ferrer, de Fontcoberta, y del notario Serolí, que recorrían esta comarca excitando los ánimos de los payeses de remensa a organizarse como lo ejecutaron presto bajo el caudillaje de Francisco Verntallat, del Mallol “home qui vivia de son lograr e cavar com ha hun sotil pagés”

Juana Enríquez llegaba el 15 de marzo poco menos que fugitiva con el infante D. Fernando a Gerona, donde los Jurados le eran adictos. Sale de Barcelona Hugo Roger, Conde de Pallars, al frente del somatén, se presenta ante los muros de la ciudad, pero es rechazado al atacar la Forsa Vella, defendida por destacados remensas, por cuyo acto fueron decorados en 1481 con el privilegio militar de generosidad. Figuraban entre ellos los payeses de nuestra comarca: Carreras, Aulina, Bruguera, Vehí, Carbonell, Budallers, Mayoles, Carreras-damont, Benajam (a) Riera, Figuera, Casadevall, Reixach y Arbusá, de Serinyá; Rosset, de Fares; Benajam y Ferrer, de Fontcoberta; Falgars y Mir, de Sagaró; Terrats, de Caixás; Orts, de Beuda; Traver (a) Sunyer, de Canet d'Adri; Traver, d'Usall; Pou y Casadevall, de Bruguers de Mayá; Mir (a) Petit, de Argelaguer, y Gayolá, de la Miana

El caudillo remensa aprovechó el fracaso de las huestes del General ante Gerona para reforzar su posición en la Montaña, y en el mes de julio, al frente de bandas arrnadas de 1.700 hombres y en colaboración de Jaime Ferrer y Bac de Rocabruna, logró apoderarse de Bañolas, Besalú, Castellfullit, Olot y Camprodón, con lo cual quedaba dueño de toda la cuenca del Fluviá, su reducto defensivo. El rey, viendo la reina en peligro, entra con armas en Cataluña, y la Generalidad declaró al rey y a la reina enemigos de la república y proclamó a Enrique IV de castilla conde de Barcelona y señor del Principado. Al final del año permanecían adictas a Juan II, Biert, Camós, Mleras, valle de Campmajor, Falgons, El Torn, Porqueras y otras parroquias vecinas; Besalú y Bañolas se hallaban en poder del General.

A plimeros de abril de 1463  Pallars ocupó Ia villa, mas no pudo penetrar en el monasterio, que era defendido por los partidarios de D. Juan, quienes, inopinadamente socorridos por el capitán de Gerona, Pedro de Rocabertí, obligáronle a huir a uña de
caballo. Acto seguido, el capitán realista Bernardo Gabriel Xatmar, hermano del abad de Bañolas, recorrió el valle de Cornellá haciendo prisioneras varias personas y apoderándose de sus bienes “perque nos volien aderir a la voluntad del Rey Juan”, al mismo tiempo que el expresado prelado era capturado en la Bastida de Borgonyá por la caballería castellana a las órdenes del capitán Juan Hurtado de Mencloza, enviado por Enrique IV a estas partes para organizar el cerco de Gerona. El venerable abad Francisco Xatmar era rescatado por 200 florines, a cuyo fín el común de Bañolas tuvo que empeñar las alhajas de Santa María dels Turers.   Por muerte de Pedro, Condestable de Portugal, que había sucedido a Enrique IV de castilla, el Parlamento de Cataluña ofreció la corona a Renato de Anjou, tío de Luís XI (jul. 1466), que envió como a su lugarteniente al principado a su hijo Juan duque de Calabria y de Lorena. Meses después (4 octubre) llegaba a Bañolas Ia reina Juana permaneciendo en ella hasta el 7, que se dirigió a Báscara camino del Ampurdán.

Al año siguiente; Juan de Lorena proyectó la toma de Gerona, mas antes marchó sobre Bañolas. El 6 de junio se presentó sobre la villa y acto contínuo empezó a combatirla energicamente con “furioses bombardes”, que derribaron una gran parte del muro, en defensa del cual y en otros puntos perecieron algunos principales de la villa, por manera que ésta, tras una valiente defensa, hubo de sucumbir el día 17 y entregarse a merced del vencedor, quien abusó cruelmente de su triunfo.

La soldadesca, luego de haber entrado en la población, se entregó a todos los horrores del saqueo; los jurados, el abad y otras personas insignes fueron presos y tratados como cautivos por espacio de dos años, y para colmo de infortunio el vecindario hubo de aprontar por vía de rescate o contribución de guerra la crecida cantidad de 4.000 florines -de los cuales mil fueron entregados a Nicolás de Montfort, conde de Campobasso, que le habían correspondido en el botín- y suministrar para bagajes del ejército 55 acémilas que no fueron devueltas ni abonadas el importe de ellas a sus dueños. Además, sufrió la desventurada población la pérdida de üodas sus mieses (12.000 migeres de blat) y plantas taladas por los sitiadores. El mismo día 22 tomaba posesión de Bañolas en nombre del Duque de Lorena, Aymar de Grolea, capitán de su guardia; poco después, ostenta el mando de la plaza Guillem Arnau de Palol ayudado por 50 lacayos bajo la capitanía de Pere Loís Girgós, de guarnición en la villa.

Por segunda vez llegaba a Bañolas, el 10 de noviembre de 1469, Juan de Lorena, procedente de Gerona, para reducir a Besalú, permaneciendo en Ia villa hasta el último día del mes y ordenando, el 17 del siguiente, que el abad Xatmar fuese repuesto en posesión de sus bienes y derechos abaciales.

Después de la fulminante muerte del hijo de Renato (16 dic. 1470) la guerra fué abiertamente favorable a Juan II y al cabo de un año (9 oct. 1471) el Maestre de Montesa aprobaba desde Hostalrich las capitulaciones de Bañolas, comisionando al ex-capitán del General, Guillermo Arnau de Palol, uno de los conjurados para entregar la plaza de Gerona, para recibir el juramento de fidelidad de la villa y sus jurados.

PERE JOAN SALA, CABECILLA REMENSA

Si bién la lucha armada había terminado con la rendición de Barcelona (8 octubre 1472),la agitación en el campo continuaba audaz y retadora. Pretendían obrar de acuerclo con Fernando II, por eso su nuevo caudillo, Pere Joan Sala, natural de Granollers de Rocacorba, a veces usaba de sobrevesta real y mostraba una salvaguardia del monarca, expedida en Córdoba el 24 de agosto de 1483,- autorizando a Ios remensas reunirse para tratar de la emancipación de los malos usos y nombrar síndicos.

Lugarteniente de Verntallat durante la primera insurrección, había sido recompensado por Juan II, con algunos beneficios en la comarca de Finestras. Ya en 1474 el rey de Áragón, después de nombrarle vizconde de Hostoles, había hecho donación a Verntallat de los castillos de Hostoles y Rocacorba y del señorío de las parroquias de Pujarnol, El Cals, Mieras, San Miquel y San Martí de Campmajor, Falgons, Sallent, Briolf, Ventatjol y Marlant, entre otras.

Ante e[ cariz que tomaban los movimientos y congregaciones poco pacíficas de los payeses en la Montaña y hecho públicas sus amenazas contra los que exigiesen el pago de censos y prestaciones, el infante D. Enrique organizó a mediados de septiembre
de 1484, una expedición que amedrentara al cabecilla remensa y sus secuaces. La delicada misión fué confiada al alguacil real Gilabert Salbá, quién, llegado a Mieras, vióse de improvisto atacado por una banda de 300 hombres armados, uno de los
cuales, Bellvespre de Batet, le atravesó la cara con una stralla perdiendo un ojo, mientras mícer Juliá caía nafrat de dues lansades, y viéndose obligada su hueste a replegarse en casa Griver, donde se hicieron fuertes.

Organizado rápidamente el somatén, salió de Gerona en persecución de Pere Joan, que no pudo ser capturado.  Al contrario, sublevados ya los payeses de la Montana, Vich y la Selva, propúsose lo mismo en el Ampurdán y, a tal fin, procedente de Canet d'Adri, el once de noviembre, en plena feria de San Martin, dirigióse a Bañolas para allegar gente a su gavilla. Al frente de 200 hombres armados “ab ballestes parades”,que gritaban a todo pulmón: “Sala! Sala! Viva el rey! Viva el rey! Viva el rey!!” entró en la plaza por la Puerta de Gerona saliendo por la dels Turers en dirección a Porqueras, donde le agurdaba "En Clavagera de Batet ab alguna scodra de gent”. Al día siguiente
ernprendía Ia marcha hacia Torroella de Montgrí por Cornellá, Pont Major y Celrá, ante la estupefacción de las autoridades de Gerona.

El movimiento remensa tendía a un arreglo con los señores, pero Sala, no queriendo hablar de concordia. prefirió proseguir Ia revuelta hasta el triunfo o la derrota. Capturado en Llerona, al norte de Granollers del Vallés, fué degollado y descuartizado
en Barcelona el 28 de marzo de 1485.


FIN DEL RÉGIMEN SEÑORIAL 

De acuerdo con lo convenido en AMer -en la reunión de 700 payeses celebrada seis días antes en presencia del delegado de Fernando II, D. Iñigo López de Mendoza, y en la que otorgaron poderes al monarca, que ya los tenía cle la otra parte- la gente de Montaña se había congregado en Olot el día 14 de noviembre de 1485 para proceder a la elección de los que "irían al rey”, entre los cuales, aparte Verntallat, figuran Ramón Griver, de Mieras, y Juan Figueroles, de Fontcoberta. Conviene destacar, también, la parte muy principal que en la preparación del compromiso entre señores y payeses correspondió a los conocidos remensas Jaime Ferrer, de esta última parroquia, y Ramón Collferrer, de Falgons.

Durante tres meses los síndicos de entrambas partes estuvieron negociando en la corte real, hasta  que el rey Católico, con data 21 de .abril de 1486, firmó en el monasterio extremeño de Santa María de Guadalupe la famosa sentencia arbitral, por la cual los payeses podían redimirse de los seis malos usos mediante un censo de 60 sueldos (8 pesetas) por masía, redimible a voluntad de los mismos sin perjuicio de Ia jurisdicción señorial. Entre los 18 síndicos remenses que ratificaron el histórico documento, lo efectuaron Pedro Caselles, de Crespiá, y Juan Figueroles, de Fontcoberta.

Los cabezas de la revuelta -70 en total- fueron condenados a la pena capital y a ser descuartizados y sus bienes confiscados. Contábanse entre ellos Nárcís Vila (a) Xifre (a) Grill de Porqueras, que asaltó el monasterio de Lladó, Bellvespre de Batet, que disparó contra el alguacil Salbá, Llandric de Porqueras, Bertrán de Falgons y Griver de Mieras, que huyeron al Rosellón. Mas, con la amnistía promulgada por D. Fernando en el verano de 1488, el número de los condenados fué reducido a doce, quedando los restantes -excepción hecha de Grill, el destacado agitador-autorizados para regresar a sus casas y cultivar sus predios, con la única condición de no poder entrar, en el plazo de cinco años, en Barcelona, Gerona, Vich y Granollers. Un profundo foso separaba a señores y payeses. La paz en el campo era rota y el régimen feudal se hundía.


PRESENCIA DE NUESTRA COMARCA EN GRANADA

Tomada la fortaleza de la Alhambra el día 2 de enero de 1492, después de ocho meses de sitio entraron los Reves católicos triunfalmente el día 6 en la ciudad de Boabdil, que había sido durante dos siglos y medio el reducto inexpugnabre del dominio del Islam en España. Habían acudido 1.500 catalanes al cuartel general de córdoba, al principio de la campaña (1482). Todavía al establecer el cerco de la capital granadina y al ser publicado el jubileo de la cruzada, alistáronse nuevos voluntarios que salieron de Barcelona en 1491. De entre los nuestros, distinguióse Pedro Galcerán de Cartellá, señor de Falgons, que sirvió al rey de capitán de caballos, y un mes después (4 de febrero) al tener noticia por letra del rey Fernando, Bañolas celebró con grandes “animarias y processons “el fausto acontecimiento.


 Y para terminar, inserto el vídeo de espectáculo de clausura de la 4º Feria Medieval de Banyoles. Fue un espectáculo nocturno, por la noche del último día, en la plaza de Les Rodes, de Banyoles, en el que asistió numeroso público. Los diálogos, naturalmente son en catalán:

1 comentario:

Blogger dijo...
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