miércoles, 24 de octubre de 2012

LA CALLE DEL PRESIDENTE KENNEDY EN BANYOLES, Y LA MARCHA DE LOS 80 KILÓMETROS


Muchas veces me he preguntado como en una pequeña e insignificante ciudad de provincias tenga que tener el nombre de un presidente norteamericano, cuando no era nada relevante, ya que existen otros personajes ilustres locales como para ponerles nombre a las calles. Claro que el nombre de la calle fue puesta en el mismo año que murió asesinado el popular presidente estadounidense. Eso fue en el barrio de Mas Palau, uno de los barrios periféricos de la ciudad, que en aquellos tiempos crecía para dar asentamiento y vivienda, sobretodo a elementos de la clase trabajadora.

No obstante, una de las entidades más populares de la ciudad, el “Centro Excursionista de Banyoles”, tuvo la ocurrencia de hacer y convocar una de aquellas famosas caminatas de 80 kilómetros que fomentó el presidente Kennedy en Estados Unidos. En un primer intento fue una marcha de 80 kilómetros desde Banyoles a Olot, dando un rodeo de ida y vuelta, pero muy poca gente resistió la prueba, con lo que en sucesivas ediciones se tuvo que rebajar a la mitad la prueba física y aquello fue el origen de lo que acabaría siendo la popular “marcha de los 40 kilómetros”, en la que cada año tenía más participantes, venidos de todos los rincones (pueblos y comarcas cercanos), hasta que llegó un año que superó los 10.000 participantes, pero que en años sucesivos ese número se iría reduciendo, teniendo en la actualidad un número simplemente testimonial. 



¿Y qué tiene que ver el presidente John Filzgerald Kennedy en el nombre de una calle de Banyoles, con la marcha de los 80 kilómetros?.  Pues la historia se remonta en la época de la Guerra Fría, en la que el presidente norteamericano Eisenhower tuvo una iniciativa de promover la preparación física, en la que incluía una marcha de 80 kilómetros. Tanto Eisenhower como John F. Kennedy habían defendido la preparación física como una de las formas para que los Estados Unidos permaneciera firme contra la amenaza de la Rusia soviética. Hay que decir que Kennedy, cuando comenzó como presidente electo, publicó un ensayo en la revista de su país “Sports Illustrated” titulado “El americano blando”, que despertó mucha atención en su momento. Cuando llegó a la Casa Blanca desempolvó una orden ejecutiva del presidente Teddy Roosevelt desafiando a los marines de Estados Unidos a completar una caminata de ochenta kilómetros en veinte horas: el presidente Kennedy lanzó ese desafío a sus empleados de la Casa Blanca. Bobby, el hermano del presidente, que era un Kennedy típicamente competitivo, asumió el reto y llamó la atención nacional después de caminar los ochenta kilómetros con sus zapatos de cuero de Oxford. Esa maniobra desató una moda en los Estados Unidos de caminatas de ochenta kilómetros y ayudó a lanzar muchos programas de preparación física a nivel estatal y local, muchas veces promovidos a través del Consejo Presidencial para la Preparación Física y los deportes (que era algo así como el “ministerio del deporte de los Estados Unidos”). Luego otros países intentarían copiar la idea.

Y de aquí el origen de la razón del nombre de esta calle y de la conocida marcha que contribuyó a popularizar y dar a conocer la ciudad catalana del lago de Banyoles. 



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