martes, 29 de diciembre de 2015

NUEVO PERÍODO DE INESTABILIDAD POLÍTICA Y VACIO DE PODER


Parece ser que es inevitable que la política española se ha "italianizado", es decir, los gobiernos tendrán que formarse en pactos o coaliciones de dos o más partidos (según importancia), incluso con corto tiempo de duración, y con ello cambiando o renovando de gobierno cada dos por tres, al estilo de como ya lo vienen haciendo en Italia desde hace décadas.

La política de pactos puede ser mucho mejor en el sentido que se obliga a ponerse de acuerdo los partidos en determinados temas puntales para ejecutarlos, así como un mayor control mutuo a dos, tres o más bandas de la corrupción institucional (lo que no quita que igualmente pueda estar presente la complicidad en cuanto se trate de temas de corrupción). Las circunstancias obligan a los políticos a sentarse en una mesa, debatir, discutir y llegar a acuerdos, aceptando unos y renunciando otros. Es pues, otro estilo de hacer política, sin las facilidades, la legitimidad y la estabilidad que proporciona la mayoría absoluta. Y por lo de difícil, quizás para hacer política más profunda y llegar a mayores consensos al tener que hacer participes de los acuerdos y los apoyos.

Es algo a lo que nos tendremos que acostumbrar, hayan mayorías suficientes, o sea necesario ponerse de acuerdo para sumar las mayorías necesarias. En una cosa o en otra, se puede gobernar bien o mal, hacer buena o mala política, aunque hasta el momento, desde la muerte del Caudillo Francisco Franco el conjunto de la política española ha ido cada día a por peor, y sólo basta verla en unas cuantas cosas: más desempleo que nunca, más precariedad laboral que nunca, mayores impuestos que nunca, más recortes de libertades que nunca, y la Deuda Pública, cada vez más alta que nunca. Y ojalá pudiera rebotarse esa mala tendencia del conjunto de la política española.


Igual puede ocurrir que dentro de poco se adelanten las elecciones autonómicas en Catalunya, como en el gobierno central de la nación, con otros resultados, al no haber conseguido hasta ahora mayorías suficientes con los que poder formar gobierno. Igual salen otros resultado, y lo que nos salva de momento de no paralizar la Administración y hacer que el Estado funcione son la aprobación de los últimos presupuestos. Si pasan los meses sin haber gobierno, y lo seguimos estando después de las elecciones anticipadas, lo de prorrogar los presupuestos para el próximo ejercicio, eso ya será mucho más complicado. Pero todo está por ver. Bienvenidos, pues, al Estado de los desgobiernos, que desde luego a algunos les va muy bien un Estado donde no haya gobierno y las leyes no arranquen ni funcionen. Para todo lo demás, la economía seguirá funcionando con su natural dinámica de la ley de la oferta y la demanda, que es una de esas pocas leyes naturales contra las que no puede ningún parlamento ni consejo ejecutivo gubernamental.  



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