domingo, 20 de septiembre de 2009

DE LA INFORMÁTICA Y “GUAPO HACKER”.

Los que ya me conocéis de la famosa red de relaciones sociales de internet Facebook, estoy presente allí con el apodo de “Guapo Hacker”, y más de uno me habéis planteado vuestros problemas informáticos, e incluso alguien me ha pedido que le enseñe a hackear, lo que me ha planteado tener de hablar sobre la informática. Primero aclaro que de “hacker” no tengo nada de nada ( ya quisiera ser yo un verdadero hacker ), y segundo que cuando se me ocurrió el apodo fue pensando en que fuera un nombre muy fácil de recordar, puesto que es el nombre que le di a mi cuenta de correos cuando la creé, con la idea de que si alguien quería escribirme o enviarme alguna foto, video, grabación musical, power point,...o cualquier otra aplicación multimedia,...pues que tuviera fácil de acordarse de escribir mi cuenta de correos electrónica. Y al mismo tiempo que también fuera un nombre gracioso y simpático. Eso es todo, y de aquí me viene lo de “Guapo Hacker”, de lo que he recibido comentarios de todos los gustos de y todos los colores (todos buenos, y algunos muy de risa).

No obstante, ser un hacker, no está al alcance de cualquiera. Requiere unos conocimientos de informática muy profundos que precisan muchísimos años de preparación y seguimiento para entrar a fondo en cada detalle, de tal modo que los verdaderos hackers apenas se cuentan entre los dedos de las manos. ¿Os imagináis a alguien que empleando el internet, fuera capaz de entrar en vuestra cuenta corriente del banco, observar lo que ahí tenéis depositado en dinero, y hacer posible que todo esto fuera transferido a otra cuenta de banco que a él le interesara?, ¿o bien, que desde un ordenador entrara en el sistema informático de defensa del país, o en los archivos secretos de los sumarios judiciales, o sacándole información a “Berta” (el terrible ordenador de Hacienda, donde están todas las vergüenzas monetarias de los contribuyentes)...o cualquier otra información que está en algún ordenador a través de internet?,...pues todo eso es posible. De tal modo que cierta información debería de seguir en el formato papel, guardada en una caja acorazada bajo siete llaves, puesto que todo lo que hay en un ordenador es susceptible de ser posible de obtener por parte de un hacker. Para el hacker, existe un principio: en informática nada es imposible. Por eso películas como “La jungla-4”, la última entrega de la saga del detective John McCaine que interpreta Bruce Willis, nos lanza el mensaje de que pueden existir los ciberdelincuentes que pueden aprovechar sus profundos conocimientos informáticos para fines particulares. Eso ha hecho que los bancos, para poder operar a través de internet, pongan tantos canales de seguridad que terminan por confundirnos: primero marcar un determinado número o clave de letras y números, que para complicarlo aún más alternar mayúsculas con minúsculas, luego una contraseña que se puede cambiar tantas veces como se quiera, para entrar en un sistema de códigos de coordenadas del que cada usuario tiene el propio, paso del cual te lleva a que, por ejemplo, recibas un mensaje escrito al móvil para que te dé otro número clave, y para luego pasar por otro entramado de claves, códigos y contraseñas del cual si logras entrar bien por ese mareante laberinto de claves, códigos y contraseñas, entonces ya puedes operar con total seguridad con tu cuenta corriente por internet. Algo demasiado complicado para la gente normal y corriente. En este aspecto mi consejo es : usad el internet para solamente consultar vuestra cuenta corriente, pero para operar, mejor os dirijáis en persona al banco. Pues por internet siempre es posible seguir todas las pistas. Y lo mismo cabe decir de toda la información que por el medio virtual paséis. Y otra cosa muy importante: nunca paséis por internet, ni por teléfono móvil, información sobre el número de vuestra cuenta corriente, tarjeta de débito o crédito, y menos vuestra contraseña. Es un consejo de guapo hacker, para que vuestro dinero no sea robado por los listos piratas que puedan haber por la red. Otra cosa es también que un hacker pueda entrar en vuestros correos electrónicos, captar información, y hasta hacerse pasar por vosotros mismos para contactar con vuestros contactos, venga a saber para qué fines; pero para que eso ocurra, normalmente hay que ser alguien muy famoso o muy poderoso, para luego vender información a la prensa, o a alguien interesado. ¿Quién no ha oído hablar, por ejemplo, del hacker que se metió con los correos privados de la bella multimillonaria Paris Hilton?.
Poder saber información sobre los demás, poder obtener el dinero de los demás,....y además hacerlo ilegalmente, requiere unos conocimientos de informática tan profundos, que además es para volverse loco. Yo conozco a alguien, con quien compartimos la escuela de pequeño, que pasó largos años estudiando informática en la universidad, que tras sus estudios ha trabajado para multinacionales en Filipinas y en no sé qué más países sudamericanos, y me comentó que es como para volverse loco, de todo lo de conocimientos que hay que llenar en el cerebro. Sino dígame, cómo logró Bill Gates inventar el sistema windows, que actualmente monopoliza casi todas las aplicaciones informáticas. La información es poder, y la misma informática proporciona una monstruosidad de conocimientos, por ejemplo, en el campo de la abogacía, acerca de multitud de leyes con la que cruzar datos y embrollarlas según convenga, y gran cantidad de información manipulable acerca de los datos de cada persona o entidad con la que se encuentre envuelto judicialmente. Una vez vi. por televisión al famoso abogado Antonio Garrigues Walker (uno de los miembros de la todopoderosa Trilateral) considerando las posibilidades de la informática, que él anomenó “las monstruosidades de la informática”, cuando apenas se había inventado del MS-DOS, y aún nadie había visto el sistema Windows. Entonces es cuando me dí cuenta de que el futuro estaba en la informática, y quien dominara la información a través de un ordenador, podría controlar indirectamente incluso el gobierno de un país. Si la información es poder, obtenerla informáticamente sólo está al alcance de quien pueda hacerlo, y eso sólo lo puede hacer el hacker. Pero ser un hacker lleva un largísimo camino de conocimientos científicos sobre matemáticas y electrónica, pruebas, y trabajos que sólo alcanzan unos pocos. Por eso, en España, a pesar de las escuelas o universidades donde enseñan informática, apenas no ha dado ni un hacker: allí en la universidad sólo ten enseñan la informática a nivel de usuario, o a manipular algún que otro cable de hardware, o el uso de algún software (programa informático, que lo mismo puede ser un anti-virus, que una hoja de cálculo),...pero entre todo eso, que para aprenderlo bien ya es como para volverse loco, a llegar a ser un hacker con capacidad de acceder a tu correo electrónico, o a tu cuenta del banco, media un profundo abismo. Y creo que lo puedo afirmar, porque tengo conocimiento de causa, como ahora os explicaré a continuación:

En el año 1991, sufrí dolores de espalda hasta tal punto de que me quedé unos pocos días como paralítico, que no me respondían las piernas. El diagnostico: tenía una fuerte hernia discal, que requería ser operado, y que me llevó prácticamente un año de baja entre esperar a que me operaran y luego seguir un tratamiento de recuperación. La operación me salió bien, volví a andar, y sentí menos los molestos dolores de espalda. Como trabajaba como operario de la construcción, el médico me dijo que debería de olvidarme de la paleta, porque es un trabajo desaconsejable para la espalda, y que pensara en otro empleo más acorde. Entonces fue como se me ocurrió que debería aprender informática aprovechando ese enorme tiempo libre que por entonces disponía. Me compré un 486, el ordenador más potente y moderno en aquel momento, que me costó un riñón equivalente a 3000 euros actuales. Luego me compré, también, varios libros, me puse a leerlos y a estudiarlos por mi propia cuenta, y me convertí en un experto en informática a nivel de usuario. Por aquellos años no existía el internet, del cual también he aprendido a manejar por cuenta propia, aunque reconozco que me falta por saber unas cuantas pocas cosas, aunque para lo básico me desenvuelvo bastante bien. Los primeros programas eran el básic, el cobol, etc.., pero se impondría el MS-DOS, el más aceptado, y clave para luego entender el funcionamiento del Windows. Hoy día el Windows es fácil de manejar, al menos en lo básico, pero todavía algunas cosas se manejan mejor desde el MS-DOS y es de gran utilidad para quien lo conoce bien, cuando parece se que hoy por hoy, cualquier jovencito no sabe ni qué es ni qué era el MS-DOS. Entre temario del MS-DOS y el Windows, me leí totalmente unos 40 libros (algunos gruesos), y aprendí bastante, de tal modo que a muchos amigos le insertaba el programa, o les solventaba algún que otro problema informático. Sé que se empezaban a dar clases o cursos de informática, pero yo en un solo día podía hacer que alguien aprendiera fácilmente lo básico que hay que saber, con un poco de práctica. Además de tanto manejar, descubrí un programa que te enseñaba muy bien todo lo básico que había que saber sobre informática y programas, sin necesidad alguna de ir a ninguna clase de informática, ahorrándose el coste del curso, de tal modo que alguna gente me lo agradeció, aunque hoy día, ese programa tiene dificultad de instalarse con los modernos y más potentes ordenadores de hoy día, ya que es de una versión muy antigua. Por ejemplo, cuando algún amigo me pedía que le echara un vistazo a su ordenador, porque podía operar con él, pero no conseguía poder copiar a un disket, observaba que estaba mal configurado, y que eso era porque el pillo del informático comerciante quería que volviera a acercarse a la tienda para arreglarlo con tal de sacarle dinero. Eso lo sabía por acusar ciertos ejecutables del ms-dos, no insertados o puestos en la línea de configuración. Ese estudio de la informática, creaba mucha adicción al ordenador, de tal modo que eran varias las noches que me levantaba, para encender el ordenador, y probar con tal o cual comando del ms-dos, para ver qué efecto hacía, o tal o cual truco del Windows. Por ejemplo, probar a esconder o manipular ciertos archivos, o experimentar con determinados comandos, y en sus distintas maneras, para ver cómo resultaban,...y a veces te llevabas sorpresas, que te llevan a seguir probando y experimentando con el ordenador; y con eso una cosa lleva a la otra, y se empieza a estar formando el embrión de un posible futuro hacker. Por eso sé que para llegar a ser un hacker, no sólo habrá pasado por una loca etapa de adicción al ordenador, sino además por muchísimas noches de insomnio haciendo multitud de pruebas informáticas, tecleando tal o cual cosa, para ver cómo respondía el ordenador. Recuerdo que tenía un amigo de cuando iba de pequeño al colegio, que se hizo guardia civil, trabajando en el departamento de investigación de delitos, y que tenía un compañero que se dedicaba a eso de los delitos informáticos, que cuando me lo presentó me hizo varias preguntas sobre cómo pude hacer tal o cual cosa, y se las pude demostrar y responder. En aquellos momentos, mis conocimientos informáticos, estaban más avanzados, que los de un guardia civil que se cuidaba del asunto de los delitos informáticos. Y eso era a principios de los años noventa, que en comparación con hoy día, era la prehistoria de la informática.

Por eso os digo que para ser un auténtico hacker, hay que pasar por un largo y penoso camino, que te lleva a los límites de rozar casi la locura, pero el premio puede ser: entrar en las cuentas de alguien, y como si fuera un número de magia: distraer la atención, ...coger y meter el dinero en alguna cuenta, hacerlo circular por varias cuentas para distraer, pasarlo por varias redes, para distraer aún más, hasta finalmente eliminar las pistas por internet (que esas no dejan huellas dactilares),.....y ya eres el hombre más rico del mundo,... o algo peligroso como sería que tiene en su poder los códigos del botón nuclear con los que poder destruir el mundo. El informático norteamericano del Pentágono, seguro que algo que no sabemos nosotros debe de conocer al respecto. Pero no lo olvidemos, para llegar a eso, el precio a pagar es prácticamente la deshumanización, debido al elevadísimo nivel de conocimientos técnicos que requiere, y que difícilmente está al alcance de una persona normal, por muy preparada que esté. Quizás algunos se pregunten que cómo es posible que se puedan meter en la cuenta corriente bancaria de alguien, con tanta medida se seguridad; pues la respuesta es que conocen y prueban programas rastreadores de códigos, que tienen escondidos en algún archivo de la red, o que ellos mismos crean, como saben crear los virus; y además conocen los encriptados, que de cuantos más bits, más complicados (hace poco que esos encriptados eran de unas cuantas docenas de bits, y hoy en día ya lo son de miles), de tal modo que cuanto más complicado, más grande el reto del hacker. Y como ya he dicho, el principio del verdadero hacker es: “nada es imposible en informática”
Un saludo y mucha suerte a los verdaderos hackers, y si podéis arañarle algunos millones de euros a los ricos (que ellos mismos apenas lo notarán), mejor, y si luego podéis repartirlo entre las cuentas corrientes de los más necesitados, alguna cosa de utilidad habréis hecho en la red. Si le podéis robar al mayor ladrón existente en nuestro país: el propio Gobierno, para repartir el dinero entre los más necesitados, mejor. No toquéis las partidas destinadas a los pensionistas o los parados, pero si las de las obras públicas con las que se forran unos cuantos listos, o las de los funcionarios, a quienes para nada les afecta la crisis, la falta de trabajo y de dinero que muchísimos contribuyentes estamos sufriendo discriminadamente por culpa de ese gobierno pasivo que tan sólo se preocupa del bienestar de los mismos funcionarios, olvidándose de los ciudadanos que de verdad tenemos problemas. Y si le podéis destruir todos los datos de Hacienda y de los Juzgados, habréis hecho algo de gran utilidad y alivio para el país, porque meterle un virus a cualquiera, es una tonta pérdida de tiempo (igualmente a ningún hacker le va a gustar que le destrocen los contenidos de su propio ordenador), mientras que metérselo a Hacienda o a los Juzgados es metérselo a aquellos que nos joden de verdad por el culo.
En cuanto a mi amigo de la infancia, el informático que ha estado en Filipinas y en América del Sur (se llama Pozo de apellido, y siempre le he llamado así), hace muchísimos años que no le he visto, pero si alguna vez lo vuelvo a ver, le pediré que me enseñe a hackear. Creo que saber hackear es una de las cosas interesantes que vale la pena de saber en esa vida, puesto que inevitablemente la informática no tiene marcha atrás. Pozo, no sé en qué parte del mundo estás ahora, colega locario,.... pero si alguna vez entras en esta página de mi blog, pónte en contacto conmigo;....¡quiero conocer algo de esas locuras informáticas que supongo que tú debes de saber mejor que nadie, si es que los cables de tus cerebro todavía no se han cruzado del todo!. Un saludo, compañero, cualquiera sea la parte del mundo donde ahora estés.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Javi:
Me pones, en fin, cosas que pasan. La verdad es que en plan albañil das más morbo que ahí sentado frente al ordenador. A ver si te despelotas un poco y animas el blogg este.
Un besote

Juan dijo...

Me he leído todo el texto, desde principio a fin. Desde la explicación del porque el apodo "Guapo hacker", lo que conlleva ser un hacker y lo que se debe de aprender para serlo, hasta como aprendiste a darte maña con las computadoras. Si te soy sincero, nunca o mejor dicho, por ahora no me cabe cuando dicen que "Windows no es un sistema operativo" o algo asi y que tiene algo que ver con...MS-DOS, cosa que tampoco he logrado entender del todo. Lo se, soy muy joven para esto y para el año que nací, ya todo estaba hecho. jajajaja. En internet hay mucha información al respecto, la cual, me puede ayudar en aclarar mis dudas. Pero...es mucha información y me hace dar vueltas mi cabeza. Saludos