viernes, 25 de junio de 2010

LA LIBERACION DE LA MUJER PASA POR LA LIBERACIÓN DE LA ROPA.


Cada momento histórico ha tenido su propia moda, reflejo de sus culturas y las diversas épocas por las que efímeramente ha ido evolucionando, siendo el vestuario el ser y parecer de cada momento. Y eso de que se dice que sobre la moda no hay gustos escritos. No obstante, hay algunos hechos que de observarlos, podría decir que son reveladores de cada época y de cada sociedad. La función básica del vestido es protegerse contra la intemperie, así como definirse a si mismo. Cada cual va vestido según su manera de ser, haber, tener y pensar, como si la moda definiera gran parte sobre la persona que se exhibe según la ropa que lleva puesta. En mi caso es tan sólo ir cómodo y limpio: poca ropa por verano, y algo abrigado en invierno, pero en ambos prevalece por encima de todo la comodidad, no la etiqueta, y por supuesto me siento una persona libre que no recibe presiones de ningún lado sobre cómo elegir la ropa para ponerme.

Puesto que la moda está al servicio de la mirada ajena, con la observación me he estado preguntando ¿qué mensaje manifiesta esa manera de vestir?, ¿cómo analizar la situación según la calidad y cantidad de los trapos confeccionados que se llevan encima?.

Cuando hoy en día se cuestiona la moda de las mujeres de cultura musulmana, sobretodo referente al burka o al pañuelo que cubre gran parte de la cabeza, es cuando me acuerdo de hasta que punto se ha hecho servir la moda como expresión de represión contra las mujeres por parte de las sociedades patriarcales. En la Antigua Roma, los ciudadanos con derechos disfrutaban de amplias libertades públicas, reflejados en la toga, en la túnica y en los cómodos, refrescantes y ligeros vestidos de las damas romanas,...hasta el punto de que dentro del perímetro sagrado del interior de la propia Roma, no era ni necesario tener que llevar armas encima, como lo sería luego en los siglos venideros por parte de la moda masculina, sea la espada o puñal colgante, o las pistoleras de los conquistadores del Oeste. Luego la mujer, hasta aparentemente nuestros días, en casi todas las épocas ha tenido que sufrir la represión de estar obligada a llevar grandes vestidos encima, según imperativo de la moral de la época, ya que aparentemente se le tenía como incitadora al pecado contra el hombre, y debía de taparse en todo. Creo que fue desde después de las dos grandes conflagraciones mundiales en las que los hombres tuvieron que lanzarse al frente a matarse, y las mujeres quitarse sus grandes vestidos para ponerse otros más cortos y cómodos que les permitieran trabajar de la mejor manera para fabricar y producir las necesidades de la guerra. Con eso empezó la incorporación de la mujer al mundo del trabajo transformando radicalmente la sociedad imperante, lo que le acompaño también con la transformación de su manera de vestir por otra más ligera, más cómoda y menos cargante. Y desde que llegó la paz tras esas horribles guerras mundiales a gran escala, se a tendido a cierta moda unisex, pero aunque la mujer se ha adaptado muy bien a los pantalones, camisas y jerseys masculinos,...no se ha acabado de adaptar a la tradicional corbata masculina, igual que el hombre no se ha acabado de adaptar a las faldillas (salvo en Escocia, que forma parte del vestuario tradicional típico popular). Tampoco los hombres se han adaptado a los provocadores zapatos de tacones altos femeninos, que pretenden llamar más la atención., o las medias con sostenedores, que abrigan las piernas. Creo que con la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, así como el invento de la píldora, vino su libertad y su independencia que le permitía la autosuficiencia económica, y pudo abrirse a una moda de provocación y de rebelión contra los convencionalismos retrógrados de épocas anteriores que la habían reprimido durante siglos, con el uso de la minifalda, el bikini en las playas (que luego daría paso a la tanga y al top less), los looks a lo hippie, a lo punki, y hasta a lo yuppie, pasando por lo cool de nuestros días, etc.. etc.... La mujer de hoy día, libre, independiente, culta,...viste como quiere, sin ninguna imposición exterior, y busca sentirse bien consigo misma, tal como lo podemos ver por todas partes: en las guapas presentadoras de telediario, en las chóferes de los autobuses públicos, en los estrados de los tribunales, en las escuelas, etc...

Pero, ¿ha alcanzado esa liberación a todas las mujeres del mundo, a través de la moda o el modo de vestir?. Creo que no, porque lo evidente es que hoy en día, a pesar de los cambios y adelantos a favor de las mujeres, al mismo tiempo existe una extensión más que nunca del velo integral, de los burkas (y cuando hablo del burka, lo mismo me refiero al velo o al pañuelo, por no decir, además, el nikab),..y esto es preocupante porque todo ese tipo de ropa simboliza la represión contra la mujer, y curiosamente en las sociedades occidentales ese tipo de ropa extraña parecen ser más tolerados por los etiquetados como “progres”, los mismos que supuestamente luchan por la igualdad de la mujer y contra la violencia de genero, praxis tan de moda últimamente. Toda una contradicción, e indicador de lo confusas que están hoy en día las ideologías con las que se etiquetan los principales partidos políticos, porque burka e igualdad de genero son dos cosas que no casan de ninguna de las maneras, a pesar de que aparentemente tolerar ese tipo de moda extraña sea el emblema de los partidos progres, mientras que los partidos que abogan por la libertad de la mujer, rechazan el burka por todo lo que representa de represión. Y es que la manera de vestir revela el supuesto grupo social y la cultura a la que se pertenece. Pienso que cuanto más libre y tolerante es una sociedad, menos ropas llevan las mujeres; cuanto más cerrada y represora más tapadas hasta llegar al extremo de cubrir incluso rostro, manos, y pies. En mi modesta opinión, esa manera de vestir de taparse todo o casi todo, es agresiva, violenta y ofensiva,....y no debería de tolerarse en una sociedad libre como es el caso de nuestro país. Esa moda de las burkas, que impide el correcto movimiento corporal de la mujer, es una moda de servidumbre machista, para impedir que las mujeres vivan, puedan moverse y emanciparse. De esta manera las mujeres quedan domesticadas, rebajadas al nivel de objetos, esclavizadas, impuestas en una situación de angustioso terror con las imposibles ansias de ponerse otro vestido más liberador, cómodo y alegre, ...y al no tener esa libertad, queda enteramente a disposición de su dueño y señor (normalmente el marido o familiar de quien depende por entero, sin apenas derechos). Porque quien no tiene la libertad de vestirse como quiere, generalmente tampoco tiene la libertad de expresarse y opinar lo que libremente quiere, siendo un ser anulado, a disposición de otro ser dominante que se impone.

No discutiré que las monjas o los curas llevan sotanas, que los magistrados, toga, los currantes mono y los policías uniforme,...pero básicamente es ropa de trabajo,...pero para lo demás visten como quieren, y no es lógico ni natural que una mujer quiera vestirse tapada con una burka con más de 30 grados en pleno verano, y con todo lo antihigiénico y agobiante que resulta, a no ser que algún tipo de presión familiar, de grupo al que pertenece, o social le imponga por la fuerza ir vestida de esta manera. ¿Os imagináis, por ejemplo, a una policía moza de escuadra, a la doctora de la consulta, o a una maestra con el velo o burka de las musulmanas?,..eso es lo que finalmente se llegará a ver como no se combata esa falta de libertad manifiesta en el vestido. Lo que lógicamente esta situación lleva a eso que algunos llaman “racismo”, o “xenofobia”,...pues nadie quiere que le quiten sus libertades o sentirse amenazados en sus libertades, por las imposiciones de otras extrañas modas en la calle, en las consultas del médico, en la escuela, en los organismos oficiales, etc..., incluso en los puestos de trabajo que ya se quitan a los naturales del propio país, a la falta de patriotismo..... Y creo que en esto se basa el fondo de la cuestión de esos ayuntamientos catalanes que han querido regular el uso de la burka en público, a falta de la voluntad política del gobierno de impedir esa mala práctica con esas prendas de vestir de signo represor y ofensivo contra la dignidad de las mujeres. Son los tabúes visibles de los extranjeros de procedencia musulmana, y ahora pagamos las consecuencias de abrirles tan alegremente las puertas siendo un país tan diferenciado de su mentalidad. Y es que normalmente cuando mayores problemas tiene una persona, más lo refleja en su modo de vestir tendente a la provocación, que es como un grito silencioso sobre su problema, sea con una burka, o a lo punkie con 15 piercins visibles, si es que queremos desviarnos del tema.

¿Se puede hacer algo para luchar contra esos signos manifiestos contra la liberación de la mujer, y que también va contra lo esencial de los derechos humanos?. Creo que otra forma de luchar a nivel ciudadano y particular, al no tener el respaldo del gobierno, es reservarse el derecho de admisión de personas según esas vestimentas extremadas, no permitiendo su entrada en tiendas, supermercados, empresas, acceso a los alquileres, etc...., mientras una ley no prohíba esas vestimentas represivas. Hay que dejarse ya de hipocresías y considerar, tal como está probado, que la liberación de la mujer pasa por la liberación de la ropa que le ha sido impuesta. Y no podemos permitir que se siga viendo por la calle ese mal ejemplo para nuestras niñas y adolescentes menores de edad, por lo que supone de ofensivo contra la dignidad femenina. Sé que algunos dirán algo así como : “que cada cual se vista como le dé la gana”, pero yo no estoy de acuerdo en llegar a esos extremos que suponen prácticamente una ofensa y una represión contra la libertad y la dignidad de la mujer.

1 comentario:

ellen james dijo...

Siempre que oigo hablar de este tema, recuerdo una conversación mantenida hace años, con un marroqui afincado mas de 20 años en mi pueblo.
Siempre curiosa, pasaba muchos ratos hablando con el, sobre la gastrono mía de su pais, sus estudios, su ocupación, su familia...
Era harto extraño, ya que al venir a España adoptó el nombre de Jesus, ya que según el, Abderrahim (así se llama o se llamaba, no se donde ha ido a parar), era un nombre impronunciable...
Jesus o Abderrahim, tenía un niño pequeño,y al poco tiempo, nació su hija.
El me hablaba muy bien de mi país, le gustaba mucho vivir aquí, nuestra comida, nuestra forma de vida...
Teníamos cierta confianza, y un día le pregunté si su hija se pondría el velo, desde luego no integral, al igual que lo hacía su mujer...
Me contestó (nunca lo olvidaré) que la niña se lo pondría "cuando se sintiera mujer".
Me pareció algo sucio, extraño, poco natural...miraba aquella bebita lindísima, morena, con sus ojazos negros, y no podía ni imaginar que una niña de 10, 11, ó 12 años, "se sintiera mujer"...
Sentí como el día que esa niña tuviera su primera regla, tendría que ponerse el pañuelo ( esa explicación me dió después su padre) y mostrarle al mundo quisera o no, algo que pertencía a su intimidad...
Huelga, Xavier, explicaciones sobre que opino del burka...
Me ha gustado mucho tu exposición y me encanta ver esa sensibilidad hacia el mundo femenino.
Gracias.