“DEMASIADO GUAPA PARA TRABAJAR (Y DEMASIADO LISTOS PARA LA UNIVERSIDAD) Por ejemplo, en Estados Unidos, las personas de origen asiático han aprendido a disimular su origen étnico cuando solicitan la admisión en una Universidad de élite (sobre todo si quieren estudiar alguna carrera ‘de números’).La razón es que los asiáticos están sistemáticamente mucho mejor preparados que los demás, por lo que arrasarían”.
Me ha despertado la curiosidad ese tipo de noticias de esta mañana: En el Estado de Iowa (EEUU) admiten que se pueda despedir a una empleada por ser "demasiado guapa" y atraer a su jefe, un dentista con el que llevaba 10 años trabajando (ese no es el tema que me interese en este post). Por otra parte, las Universidades de ese país suelen discriminar en el proceso de admisión a los estudiantes de origen asiático porque están mucho mejor preparados que el resto y "arrasarían" literalmente en estos procesos, acaparando la mayor parte de las plazas disponibles. Hace ya tiempo que ya lo veía venir: mucho cuidado con esas decenas de millones de jóvenes chinos, japoneses y coreanos, muy preparados y con una gran capacidad de trabajo y sacrificio (acostumbrados a estudiar más de 12 horas al día para conseguir las mejores notas). La cosa me ha llevado a reflexionar, y me explico:
Mientras aquí estamos discutiendo tontamente reformas educativas del Sr. Wert, que si incluímos o no la asignatura de “educación para la ciudadanía” o de religión, sobre si se enseña en el idioma vernáculo de cada territorio o si la enseñanza ha de ser bilingüe (y hasta trilingue), etc.... Y además subvencionamos estúpidamente y muy generosamente para que se estudie el idioma árabe, sobretodo en los centros educativos andaluces. Y con los elevados índices de fracaso escolar, así como unos funcionarios docentes que cada día quieren trabajar menos (en algunos lugares los institutos de ESO ya sólo trabajan por la mañana), pidiendo cada vez más vacaciones de las ya abusivas que tienen, menos alumnos por aula, menos trabajo,…,dejando el resto del tiempo para que los escolares queden pegados a la “caja tonta” (la televisión, muchas veces con programas-basura), y a la libre navegación por internet (sobretodo uso de redes sociales como facebook, o entretenimiento como You Tube), y luego pasando los fines de semana de botellones;…..mientras todas esas absurdidades ocurren en España, en los países del este asiático, los estudiantes dedican hasta 12 agotadoras horas al estudio. En otras palabras, los chinos, coreanos o japoneses, se toman muy en serio lo de hacer bien los deberes, y en esas condiciones de muy altas exigencias en los estudios, los asiáticos al salir de las clases recibidas en escuela van derechos a sus habitaciones, y se hinchan los hombros a estudiar y empollar, sin tiempo para pasatiempos, ligues de chicas, botellones, redes sociales, y demás distracciones, tan habituales entre nuestros chavales aquí en España.
En comparación, la situación aquí se está poniendo fea: no avanzamos, sino más bien cada vez retrocedemos, más, y sin una buena base educativa no vamos a poder competir con el “Peligro Amarillo, que son los que realmente se están haciendo los dueños del mundo, pues basta ver que, por ejemplo, con la terrible crisis económica que estamos sufriendo aquí en España, los chinos se están aprovechando de la situación y cada vez se dedican más a comprar toda serie de almacenes cerrados, tiendas arruinadas y naves industriales abandonadas que compran a muy barato precio de saldo de crisis, y las convierten en tiendas y almacenes de distribución de productos de China donde apenas uno puede moverse por los pasillos de tan lleno de mercadería que tienen en el mínimo espacio. España y Europa van camino de convertirse en una colonia de los chinos, que se están adueñando de nuestro mercado, y se están aprovechando silenciosamente tanto de nuestras debilidades y estupideces como de nuestras desgracias políticas y sociales
Pero de todo esto sólo veo una clara ventaja: en la
cultura oriental asiática, son más de la mentalidad de grupo, mientras que en
la nuestra somos más individualistas, con lo que en este último aspecto tenemos
más fácil de competir. También hay que tener presente un conocimiento en
profundidad de la cultura y la manera de ser del “Peligro Amarillo”, para
tenerlo en cuenta llegado el caso. Es la manera que podemos frenar el “Peligro
Amarillo”, impidiendo que se apoderen de nuestros mercados y nuestras vidas. Y
es que hay que estar alerta, ya que ese tipo de noticias son señales de que nos
avisan de que como no cambiemos, dejemos de lado tonterías de los políticos
destroza-patrias, y no nos pongamos a estudiar fuerte y en serio, a medio y
largo plazo no vamos a poder competir con los orientales, y efectivamente
llegaremos a ser el “Tercer Mundo” dentro de ese nuevo orden mundial
globalizado en la que con gran distancia predominarán las potencias orientales
asiáticas, en especial la gran nación China.
En comparación, en cuanto a lo educativo se refiere, vamos
camino a convertirnos en unos semi-analfabetos, a merced de los chinos, mucho
mejor preparados de cara a este mundo cada día más globalizado. Para empezar,
el número de horas de clase en el
Extremo Oriente es casi el doble de lo que son aquí (a pesar de que nos pongan
el “maravilloso ejemplo de Findlandia”), y no digamos de estos estudiantes
chinos, coreanos o japoneses que dedican al estudio una media de 12 horas
diarias. Ese rendimiento escolar, en muchos aspectos supera el 75% aproximado
del rendimiento escolar de lo que aquí se considera normal. De modo que en líneas generales casi podemos
decir que hoy en día un estudiante chino, surcoreano o japonés, va adelantado
entre 3 y 5 años lo que su homólogo español de la misma edad. En consecuencia,
el nivel de conocimientos de los orientales todavía en edades de los de aquí a
niveles de finales de primaria o principios de secundaria, equivale a poco más
al del nuestro a nivel universitario medio o final, un detalle que tenemos que
tener muy en cuenta a la hora de pretender ser un país competitivo en el
concierto de las mejores naciones a nivel mundial. En eso de la educación los estudiantes
orientales son tan fanáticos que, por ejemplo en Japón, cuando un chico se pone
enfermo, es frecuente que su madre asista a clase para tomar notas durante la
ausencia de aquél. Imaginaos aquí si vuestro chico coge la gripe, mientras está
estudiando las ecuaciones de segundo grado.
Aquí os dejo con la noticia que me ha llevado a redactar
este post: