viernes, 30 de octubre de 2009
DEBATE DE LA EDUCACIÓN OBLIGATORIA HASTA LOS 18 AÑOS.
Ayer mientras cenaba, vi. por el telediario que se ha abierto el debate de la educación obligatoria hasta los 18 años, y se me levantaron las cejas diciéndome a mí mismo: ¡pero qué inmenso error!. Precisamente nuestros muchachos saldrán del “parvulario” para lanzarse a la ingrata vida, justo al cumplir la edad constitucional de la mayoría de edad que se le exige ser responsable sin estar preparado para ello, porque esto último es algo que no sólo no se le prepara en la escuela con el modelo educativo actual, sino que se aprende cuando se es libre y se empieza a independizar buscándose la vida y aplicándose con algún curro que le proporcione el dinero necesario para disponer de esta independencia. Por otra parte, obligar a nuestros chicos a ir a la escuela hasta los 18 años, supone otra sangría más a los contribuyentes que han de financiar con los impuestos ese nuevo alargo de plazo escolar. La televisión daba el mensaje de que todo el mundo estaba de acuerdo en alargar la edad de la educación obligatoria: políticos, docentes, padres de familia, sindicatos, el ministro Gabilondo, etc... (pero ya se sabe que la televisión es bastante manipulada). Yo, desde luego, no estoy de acuerdo con eso, y menos que sea obligatoria, con un recorte más a las muchas libertades que cada día vamos perdiendo más (con la nueva ley de trafico y las multas, donde prima más que nunca el afán recaudatorio y la intención de irritar aún más al ciudadano con carnet –no educarle-, es otra muestra más de que se recortan cada día más las libertades abriendo el camino hacia una sociedad cada vez más enferma, en vez de imponerse el sentido común, que es lo que más falta hace para hacer una sociedad más libre, tolerante, un poquitín más solidaria y abierta). Lo digo porque ayer la televisión lanzaba la noticia al mismo tiempo el tema de educación, con el de la nueva ley de tráfico.
Si tuviera que debatir por mi propia cuenta, propondría que la educación fuera “obligatoria” a partir de los 14 años, tal como era en mis años franquistas de muchachote. Y aún lo rebajaría a los 12 años, la edad que actualmente empieza aquello que llaman la secundaria obligatoria. Trabajos como vender periódicos en las calles, llevar pizzas a domicilio, limpiar zapatos por las calles, o hacer de chico de los recados, ....son cuatro ejemplos de trabajos para los que son aptos cualquier mozuelo en edad preadolescente con ganas de buscarse la vida por su propia cuenta y ganar algún dinerillo, en vez de perder el tiempo en la escuela. No voy a menospreciar la importancia de la educación y la instrucción, pero de poco sirve si nuestros jóvenes no quieren aprovecharlo ni aplicarse pasándose unos años obligatorios de tremendo aburrimiento para ellos, y un deprimente stress para los profesores ( actualmente el colectivo que más coge bajas laborales por “depresión”, pero los alumnos, como no tienen derecho a cobrar ninguna baja, su estado anímico escolar se refleja en las malas notas). Lo que sí consentiría, dentro de un espíritu de libertad en la que cada individuo opte lo que quiera en si dejar la escuela o continuar en ella, es que los cursos se impartan según deseos de los alumnos y sus familias. Para aquellos que quieran aprender y estudiar, tiene que haber igualdad de oportunidades para todos, con una enseñanza verdaderamente gratis (que actualmente no lo es de verdad al tener que pagar libros, material, excursiones, comedor, cuota de asociación de padres, colonias de verano o de navidades, etc... aunque lo diga la Constitución que es gratis) y becas que cubran los gastos para aquellas familias de apurados recursos económicos (que hoy en día con la crisis económica arrojando a mucha gente al paro, y el ahogo de las hipotecas, lo somos casi todos los padres con hijos en edad escolar). Y para aquellos que la escuela es un aburrimiento y una pérdida de tiempo, tienen que tener sus oportunidades de incorporarse en el mundo laboral, adquiriendo cierta independencia y cierta responsabilidad adulta, cosa positiva para la sociedad en que a la larga tienen que integrarse como futuros ciudadanos.
Ayer mismo, mientras mi hijo de 9 años hacia los deberes, salió a preguntarme que le ayudara en la siguiente ejercicio de lengua castellana: escribe dos palabras de cada clase: agudas, llanas, esdrújulas y sobreesdrújulas. Y me dije: si ni yo mismo lo sé ni lo entiendo, ¿para qué sirve toda esa sarta de chorradas?. Tuve que recurrir yo mismo a pedir ayuda a mi hija de 11 años para que ayudara a mi hijo en ese ejercicio de deberes. ¿Para qué vamos a pasarnos casi un cuarto de vida en un “parvulario”, si no enseñan más que aburridas chorradas, y en cambio lo que hay que saber de verdad, no hay interés en enseñarlo?.
En los recientes tiempos de internet y la informática, la escuela es cada vez menos necesaria, porque en esa nueva sociedad de la información en la que estamos entrando, cada uno lo tiene más fácil que nunca el aprender por su propia cuenta. Lo que sí haría, es hacer algún tipo de reforma en el modelo educativo. Por ejemplo, añadiría una nueva asignatura de conocimiento básico de los dos Códigos: el Civil y el Penal, para prevenir a nuestros chicos que no metan la pata en un casamiento que según estadísticas hoy por hoy en un 75% termina en divorcio, y para que fueran prevenidos en lo de arriesgarse a pisar los corruptos tribunales y acabar algún día de su vida un tiempo entre rejas. De este modo se evita también al contribuyente con su pago de impuestos a cargar con los gastos de centros penitenciarios, reformatorios, asistentes sociales, usurpación de tutelas, y el mantenimiento de todo ese colectivo de parásitos formados por jueces, fiscales, y resto de empleados de tribunales. La clase de educación física, la aplicaría a diario, al menos una hora, para que los chicos aprendieran los valores de saber cuidarse, ser competitivos, y evitar de ese modo los botellones y las drogas. Otra asignatura de conocimiento del mantenimiento básico del coche, electricidad y fontanería del hogar, que son conocimientos imprescindibles para la vida práctica diaria, en vez de las chorradas de verbos y ecuaciones de segundo grado. E impondría la asignatura más importante: ya prácticamente desde los 10 años les haría aprender un par de oficios a escoger, como una formación profesional, para que tuvieran una base de conocimientos de utilidad en el momento que quisieran dejar la escuela para buscarse un curro que les diera esa primera independencia que los convierta en buenos, competitivos, trabajadores, y responsables ciudadanos. Eso no solo les libraría del aburrimiento escolar, de los botellones y de las drogas, sino que además, al entrar en edad más temprana al mundo del trabajo, generaría más renta para el país, incrementando la riqueza, y contribuyendo con esas nuevas cotizaciones las garantías para las pensiones de nuestros abueletes, al mismo tiempo que ahorran buena parte del inútil y despilfarrante gasto que supone para el contribuyente tener que soportar y mantener una inútil y desaprovechada educación obligatoria hasta los 18 largos años. Como empleado en el sector de la construcción, he podido observar y he experimentado que nuestros chavales de hoy en día, cuando dejan la escuela y se ponen a trabajar, por lo general, no son ni trabajadores, ni conocen el valor del trabajo, ni se esfuerzan en dejar un trabajo bien hecho,....y eso dice todo de que alguna cosa está fallando y tendría que cambiar. Porque si nuestros jóvenes no se incorporan al mundo del trabajo con buenos valores, buenos principios, y buena preparación física, que deberían de adquirir desde la misma escuela,..¿que nos va a esperar en esa sociedad de mañana, que hoy por hoy ya da bastantes síntomas de que está preocupadamente enferma y desorientada?.
Y por otra parte, eliminaría las largas vacaciones escolares, que nos causan un gran problema a los padres que estamos trabajando, porque en ese tiempo tenemos el sobregasto de más de que tenemos que pagar colonias de verano, o canguros que nos cuiden a nuestros hijos que no pueden aprovechar la escuela por esos días, cuando los padres no podemos dejarlos solos en casa, ya que tenemos obligaciones laborales.
Alargar obligatoriamente la vida escolar hasta los 18 años sólo hará que la inmensa mayoria de los alumnos desmotivados pierdan el tiempo de una manera: ellas, poniéndose a cotillear sobre los más tontorrones y guaperas del instituto; y ellos intentando cómo ligar y follarse a la más guapa del cole, cuando no ambos sexos metiéndose en botellones y drogas. De modo que ese alargo de la edad escolar sólo puede terminar con más frustración y fracaso escolar, con un tremendo aburrimiento que desmotiva a nuestros chicos, y causa mayor stress a nuestros docentes, dando lugar a esa famosa falta de respeto mutuo entre alumnos y profesores que vivimos hoy en día, y a la tan conocida violencia escolar en todas sus facetas, un ejemplo del cual quiero añadir en el breve video que adjunto a continuación, una grabación de móvil a los que tan aficionados son los escolares pillando a los demás, grabando las habituales escenas de violencia en el cole, y colgándolas por internet:
POSTDATA.- ¡ Pobre profesor ¡, ¡se ha buscado su propia ruina!. Un abogado listo puede aprovechar para ponerle una demanda ante los tribunales, alegando, por ejemplo, que el ojo del chico a quedado medio ciego por causa de la acción violenta del maestro, solicitando una buena indemnización. Cuando más envueltas con mierda están las cosas en un país, más negocio hacen los abogados. Quizás lo correcto hubiera sido que el maestro hubiera amonestado (regañado ) al alumno, y le hubiera dicho que pidiera disculpas a la chica. Si se hubiera negado a hacerle caso, el maestro debería llamar al jefe de estudios para que le amonestara en su despacho, y al acabar la clase, ése último debería de al padre o madre para que se enterara de lo que hace su hijo en clase. Para lo demás, queda como oportunidad de negocio para los abogados.
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