domingo, 27 de junio de 2010
EL ANGEL CAIDO ZAPATERO, AHORA NOS JODERÁ CON LA SUBIDA DEL I.V.A.
Es evidente que la comunidad europea considera que ha de ser una garantía para la seguridad y estabilidad de su economía que cada país esté libre de deuda pública (o que es lo mismo, de déficit público). Y lógicamente ser miembro de todo este espacio común donde circula esa moneda llamado euro, exige ser un país libre de deudas, y dada la gravedad de la situación actual aportada por la crisis económica y el abuso de las erróneas políticas sociales de algunos de sus estados miembros, se ha hecho imperiosamente necesario la aplicación de la reducción como sea de ese déficit que han de reducir los estados que prácticamente estiraron más el brazo que la manga, porque de no ser así el futuro del euro y con ello Europa misma iría al colapso y a una ruina totalmente segura. Ello se traduce en las importantes subidas de impuestos que ahora padecemos, al mismo tiempo que importantes recortes sociales y de sueldos o pensiones de todos aquellos que lo perciben del erario público.
Recientemente el Tribunal Constitucional de Rumania (un país que hace poco que es miembro de la zona euro) ha dictaminado que es inconstitucional el recorte de las pensiones de los jubilados de ese país, por lo que el gobierno rumano, atrapado en esta decisión legal, no le ha quedado más remedio que trasladar por decreto la reducción del déficit a una fuerte la subida del IVA de su país, que ha pasado del 19% al 24 %., una subida completamente brutal, pero esta vez completamente constitucional. Lástima de que en cuanto se trata de joder a los contribuyentes, los gobiernos se las saben todas.
Precisamente la que nos espera ahora en España, la inminente subida del IVA, siendo esta la subida de impuestos la más fácil que puede hacer el gobierno, en unos momentos que los capitales inversores no circulan, que lamentablemente la producción y el empleo no sólo está estancado, sino que además se reduce, pero que únicamente las familias o consumidores gastan el poco dinero indispensable para lo que realmente necesitan: alimentación, vivienda, transportes, etc… Se penaliza y se obtiene la codiciada recaudación, precisamente en aquellos bienes de primera necesidad o consumo que se tienen que comprar por la fuerza,…y de este modo el gobierno obtiene prácticamente por la fuerza el dinero que necesita tanto para sus despilfarros como para reducir el déficit. Si bien dicen que no van a subir los impuestos de alimentos esenciales como el pan o la leche, pero la subida energética que ello acompañará: carburantes, electricidad, etc...., indirectamente ya se cuidará de que de alguna manera se note la subida en aquello que dicen que no lo van a subir. Eso, en términos estadísticos, supone que cada familia tendrá que gastarse por la fuerza entre 300 y 3000 euros más, según casos y necesidades, que irán a para al bolsillo del señor Zapatero. ¡ Muy listo, pues, el Sr. Presidente!. Mientras tanto, la ya dada por segura inminente subida del dólar poco a poco, con la que pagamos la factura del petróleo, ya se cuidará de jodernos aún más por partida doble. Nos encontraremos, como ya nos venimos encontrando, que cada día somos más pobres que nunca, y que el coste de la vida es una espiral que nunca para de ir subiendo constantemente.
Esta medida de ir subiendo constantemente el I.V.A., aparte que supone apretar aún más el cinturón a las ya bastante maltratadas familias, es en el fondo una medida (aunque necesaria para reducir a corto plazo el déficit a la fuerza) muy mala para el conjunto de la economía, porque impide la competitividad y desmotiva a las empresas y a los emprendedores a la creación de nuevas oportunidades de trabajo, que es lo que más necesita nuestro país, para crear la riqueza que necesita y de este modo poder pagar el mínimo de impuestos que de verdad requieren las necesidades de nuestro país (eso digo, evitando todo aquello que supone despilfarro e inutilidad, así como todo aquello que fomenta la nefasta cultura de vivir de las subvenciones públicas en vez de ganarse el dinero trabajando dignamente).
Dado de que el presidente sigue como siempre con su mensaje de “todo lo que hago, lo hago bien”, parece que la economía no se va a resolver hasta que me marche del gobierno. Pero tras la marcha de nuestro ángel caído de La Moncloa (que siempre se ha creído bueno y acertado en todo) no es del todo garantía de que las cosas vayan a mejorar, pues por desgracia tampoco en la receta del líder de la oposición está bien explicada la propuesta de crear esos puestos de trabajo que son tan necesarios para eliminar el dramático paro existente, así como explicar de qué modo se va a reducir los impuestos, porque ya sabemos que impuestos junto con pleno empleo y competitividad, son dos términos que nunca han casado bien en ningún país y en ninguna parte. A pesar de todo, creo que la única salida que tiene España para salir adelante es hacerlo trabajando, pero lo malo es que existen demasiados palos en las ruedas por parte de los políticos, que impiden que se pueda avanzar y salir adelante trabajando. Es la cosa, también, problema del erróneo sistema que se ha ido montando. ¡Pobres españoles!
Recientemente el Tribunal Constitucional de Rumania (un país que hace poco que es miembro de la zona euro) ha dictaminado que es inconstitucional el recorte de las pensiones de los jubilados de ese país, por lo que el gobierno rumano, atrapado en esta decisión legal, no le ha quedado más remedio que trasladar por decreto la reducción del déficit a una fuerte la subida del IVA de su país, que ha pasado del 19% al 24 %., una subida completamente brutal, pero esta vez completamente constitucional. Lástima de que en cuanto se trata de joder a los contribuyentes, los gobiernos se las saben todas.
Precisamente la que nos espera ahora en España, la inminente subida del IVA, siendo esta la subida de impuestos la más fácil que puede hacer el gobierno, en unos momentos que los capitales inversores no circulan, que lamentablemente la producción y el empleo no sólo está estancado, sino que además se reduce, pero que únicamente las familias o consumidores gastan el poco dinero indispensable para lo que realmente necesitan: alimentación, vivienda, transportes, etc… Se penaliza y se obtiene la codiciada recaudación, precisamente en aquellos bienes de primera necesidad o consumo que se tienen que comprar por la fuerza,…y de este modo el gobierno obtiene prácticamente por la fuerza el dinero que necesita tanto para sus despilfarros como para reducir el déficit. Si bien dicen que no van a subir los impuestos de alimentos esenciales como el pan o la leche, pero la subida energética que ello acompañará: carburantes, electricidad, etc...., indirectamente ya se cuidará de que de alguna manera se note la subida en aquello que dicen que no lo van a subir. Eso, en términos estadísticos, supone que cada familia tendrá que gastarse por la fuerza entre 300 y 3000 euros más, según casos y necesidades, que irán a para al bolsillo del señor Zapatero. ¡ Muy listo, pues, el Sr. Presidente!. Mientras tanto, la ya dada por segura inminente subida del dólar poco a poco, con la que pagamos la factura del petróleo, ya se cuidará de jodernos aún más por partida doble. Nos encontraremos, como ya nos venimos encontrando, que cada día somos más pobres que nunca, y que el coste de la vida es una espiral que nunca para de ir subiendo constantemente.
Esta medida de ir subiendo constantemente el I.V.A., aparte que supone apretar aún más el cinturón a las ya bastante maltratadas familias, es en el fondo una medida (aunque necesaria para reducir a corto plazo el déficit a la fuerza) muy mala para el conjunto de la economía, porque impide la competitividad y desmotiva a las empresas y a los emprendedores a la creación de nuevas oportunidades de trabajo, que es lo que más necesita nuestro país, para crear la riqueza que necesita y de este modo poder pagar el mínimo de impuestos que de verdad requieren las necesidades de nuestro país (eso digo, evitando todo aquello que supone despilfarro e inutilidad, así como todo aquello que fomenta la nefasta cultura de vivir de las subvenciones públicas en vez de ganarse el dinero trabajando dignamente).
Dado de que el presidente sigue como siempre con su mensaje de “todo lo que hago, lo hago bien”, parece que la economía no se va a resolver hasta que me marche del gobierno. Pero tras la marcha de nuestro ángel caído de La Moncloa (que siempre se ha creído bueno y acertado en todo) no es del todo garantía de que las cosas vayan a mejorar, pues por desgracia tampoco en la receta del líder de la oposición está bien explicada la propuesta de crear esos puestos de trabajo que son tan necesarios para eliminar el dramático paro existente, así como explicar de qué modo se va a reducir los impuestos, porque ya sabemos que impuestos junto con pleno empleo y competitividad, son dos términos que nunca han casado bien en ningún país y en ninguna parte. A pesar de todo, creo que la única salida que tiene España para salir adelante es hacerlo trabajando, pero lo malo es que existen demasiados palos en las ruedas por parte de los políticos, que impiden que se pueda avanzar y salir adelante trabajando. Es la cosa, también, problema del erróneo sistema que se ha ido montando. ¡Pobres españoles!
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