sábado, 27 de noviembre de 2010
ELECCIONES CATALANAS 2010 SIN DEBATE
Esta campaña electoral ha sido de las más inútiles. Cuando tocan elecciones, es el momento de dar cuentas a la ciudadanía y pedirles su voto, por lo que cada candidato debe de explicarse y sobretodo señalar en qué se diferencia su programa de los demás candidatos, para dar a la ciudadanía la facilidad de elegir.
Pero en el caso que nos ocupa, ni siquiera ha habido un debate cara a cara entre los principales candidatos. De modo que son bastante los electores que andarán confusos. Curiosamente casi nadie ha hablado claro sobre lo que de verdad interesa a los ciudadanos: paro, impuestos, inmigración, pensiones, delincuencia, etc…
Eso me recuerda a cierto “viejo profesor” socialista que fue alcalde de Madrid, llamado Don Enrique Tierno Galván, que dijo algo así como: “de qué van esos, si no es para repartir demagogia”. Y efectivamente eso es lo que ha parecido esa campaña: “de mucho ruido y pocas nueces”.
Y ese cuento, incluso se ha tenido que recurrir a la junta electoral (que lo denegó alegando que no era democrático si no participaban el resto de partidos), e incluso al tribunal supremo.
Extraño que seamos tan tontos y presos de tanta manipulación: cualquier cadena privada de televisión hubiera podido tener la libertad de convocar el debate en una especie de mesa redonda, e invitar a los candidatos, que aparte le hubiera salido muy rentable económicamente por los índices de audiencia que hubiera supuesto. Y la mejor manera de organizar el mejor debate, hubiera sido invitando incluso al resto de formaciones políticas no representadas en el parlamento, tales como Plataforma por Catalunya (que las encuestas le daban un porcentaje más que respetable como para hacerse merecedora de estar en esa mesa de debate), así como otras fuerzas políticas extraparlamentarias que sirvieran para contrastar el debate o por lo menos observar quién dice la más gorda o lo más interesante. Es el proceder más democrático, y con el que todos nos enriquecemos más en cuanto a información e ideas.
Pero aquí todo está manipulado, de modo que a la hora de hacer debates se pacta incluso el ángulo donde se colocará la cámara, el color de la corbata, la americana bien planchada, el corte de pelo, el tema a evitar, quien será el primero y el último en intervenir, etc… Y eso de que ni tan siquiera ha habido debate.
Un candidato honesto, que tiene las ideas claras, no tiene miedo a ningún debate ni a ningún tema o pregunta que sobresalga, puesto que está preparado para dar la respuesta, justificarse y convencer según su criterio, y eso es algo que se agradece mucho por parte de la ciudadanía que necesita tener claro a quien le conviene votar. Quizás algo que en un sistema electoral de listas abiertas sería más posible, aparte de más ventajoso económicamente para la cadena de televisión que convocara libremente el debate. Por otra parte se ahorrarían el despilfarro en inútiles millones de campaña electoral tirados en mitines, pegada de carteles, publicidad, etc…., que aparentemente no aprovechan la inmensa mayoría de los ciudadanos, puesto que la televisión es el mejor medio de llegar a todos (y sin apenas coste).
Es una muestra más, de la pobreza en democracia que tenemos en este país cada vez menos libre y más manipulado.
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