viernes, 2 de octubre de 2015
HOY 2 DE OCTUBRE DE 2015, CUMPLO 53 AÑOS
( Nota
publicada en mi cuenta de facebook)
Buenos
días, familia, amigos, conocidos y seguidores de mi página facebook.
Hoy 2 de
octubre de 2015 cumplo 53 años, y por decir algo, he superado a Napoleón Bonaparte
que murió con 51 años, me falta un año para la edad que se murió el andante
hidalgo de la triste figura de aquel lugar de la Mancha de cuyo nombre no
quiero acordarme; y estoy, también, a tan sólo 3 años de la muerte del
asesinado Cayo Julio César, o a unos 9 años de la muerte del emperador romano
Adriano, por citar cuatro ejemplos vitales comparativos. Y este último decía
que "He llegado a la edad en que la vida, para cualquier hombre, es una
derrota aceptada".
No es que
sienta nada de especial con el paso de los años, pues creo que aparentemente me
siento igual que cuando tenía 40 ó 30, salvo que ahora me cuesta más
recomponerme, me canso con mayor facilidad, y me he vuelto más vago, y menos
motivado para hacer las cosas, ya que cada vez les doy menor importancia a las
cosas ajenas. Desde hace muy pocos años, necesito gafas para poder leer de
cerca, y los pelos cada día los tengo más canosos (y eso que soy calvo y todo),
y habré ganado unos pocos centímetros más de barriga (en parte por abuso de la
comida, claro), pero en todo lo demás,
apenas ni he cambiado. Creo, también, que ya he llegado a una edad como para
decir que ya no estoy para tonterías, porque cada vez las aguanto menos y tengo
menos paciencia. ¿Será así como nos sentimos cuando llegamos a esta edad que
algunos llaman esa cosa tan rara de "maduro" que nunca entendí muy
bien el significado, pues nunca noté ese extraño momento que se pasa de joven a
maduro. Quizás sea porque en muchos aspectos todavía no he dejado de sentirme
joven, y las mujeres me siguen gustando igual, y en algunos casos con mayor
intensidad si cabe, un poco extraño esto ¿no?, cuando ya tendría que tener las
pasiones más apagadas, y sin embargo siguen igual de vivas, y en algunos
aspectos incluso más encendidas si cabe,.... ¿un poco raro todo esto, no?. Pero
cuando se ha tenido que pasar por tanta lucha en tantos frentes de la vida,
viendo tantos montones de gente cabrona siempre dispuestas a hacerte de la vida
una puñeta amargada, dedicando tantos esfuerzos por salir adelante y por
conseguir propósitos que muchas veces ni se alcanzan,...llegamos a un punto en
que nos damos cuenta de que buena parte de la vida empieza a resultarnos vana e
inútil, y que hay tantas y tantas cosas por las que ya no vale la pena luchar.
Por eso entiendo muy bien la reflexión de Adriano porque la verdad de la vida
es que siempre hay más derrotas que triunfos, pero quien no se esfuerza en nada
todo son inevitablemente derrotas, y con lo cual inevitablemente te vuelves más
pasivo, más contemplativo, más reflexivo, y por ende también más sensato y más
prudente con las cosas, que te lleva a optimizar más las elecciones vitales y
ya no pierdes tanto el tiempo en estupideces que no te llevan a nada. Y, lo
siento para algunos, ya no me veo con la necesidad de pedir perdón por tantas
cosas de las que ni tan siquiera me siento culpable. Lo cual me recuerda
aquello que escribió Oscar Wilde de que "el drama de la vejez no es el
viejo, sino haber sido joven", porque realmente haber sido joven es
también bastante dramático, cuando te toca salir a luchar sin suficiente
preparación, muchas veces sin razones ni convencimientos que te motiven, siendo
la terrible edad de los amores no correspondidos y que no tienes muy claro qué
hacer, de las continuadas enemistades que te vas creando inesperadamente en tu
lucha por el camino, y con la inevitable falta de experiencia de los años, como
también dio a entender una vez el filósofo Séneca sobre lo difícil que
resultaba ser joven precisamente porque a estas edades faltaba eso: la experiencia.
Cada día me preocupan menos las personas (inevitables en sus defectos, en su
ignorancia y en sus envidias), y lo mundanal, y cada vez doy más importancia a
la salud, cosa que hace que ya no me dé demasiado a las locuras y a los excesos
de los otros años, sin dejar de privarme al máximo de los placeres, mientras
estén a mi alcance. Eso sí, mi familia y las pocas amistades íntimas y
admirables que tengo, cada día adquieren más valor y mayor importancia para mi.
¿53 años
he cumplido hoy?. La verdad es que no me dice nada de especial. Creo que la
vida sigue un proceso y los años son los que se tienen en cada momento. Es
verdad que no me gusta cumplir años, pero los que ya cumplí, tampoco me
gustaría volver a repetirlos, porque considero que cada año que pasa te aporta
algo que forma parte de tu propia esencia y te va realizando, con lo cual
confieso que no vendería mi alma al diablo, a cambio de una eterna juventud,
porque en el fondo también reconozco que me sientan bien el paso de los años, y
quizás sea que he aprendido a estar conforme con lo que dicta la naturaleza por
sí sola. Quiero decir que eso de los años no me gusta mucho, pero prefiero más
cumplirlos que perderlos, y prefiero más llegar a los 60 que regresar a los 40,
o al menos así es como lo percibo en esos momentos presentes. Lo cual también
me recuerda aquel escrito de la Biblia "todo es vanidad". Todos
nacemos, crecemos, envejecemos y morimos. Y al parecer, a medida que pasamos
los años nos vamos quedando más solos, porque cada vez menos nos importan los
demás a la vez que menos disponibles estamos para los demás (salvo la familia y
los íntimos, como expresé antes), lo que también me recuerda aquel famoso dicho
de Gabriel García Marquez: "El secreto de una buena vejez no es otra cosa
que un pacto honrado con la soledad", que a mi modesto entender no es otra
cosa que decir como estar en paz con uno mismo, y esto último es siempre lo más
importante.
En fín,
los años, como la vida, han de seguir su curso, y nada más. Y esto es lo que se
me ha ocurrido escribir hoy con motivo de mis 53 años vitales. No digo que haya
que ser optimistas o pesimistas con el cumplimiento de los años, sino
realistas, y sin que falte un poco de sentido del humor, ya que sin esto, la
vida puede parecer bastante más horrible de lo que ya es, la pesadilla a la que
hacia referencia el emperador romano Marco Aurelio. Veremos qué se me ocurre
escribir dentro de unos cuantos años adelante, desde otra perspectiva (si es
que llego, claro, como hay que reconocerlo con humildad).
Así que muchas gracias a todos los que me habéis
felicitado, y los que seguiréis haciéndolo en lo que queda del día. Un cariñoso
abrazo de agradecimiento a todos y todas. XAVIER VALDERAS.
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