DOS ENFERMEDADES CRÓNICAS DE ESPAÑA

Nuestro país tiene dos enfermedades crónicas: las autonomías y el derecho de huelga (ambas son respaldadas por la ley, es decir, por la Constitución).

El estado de las autonomías va creando poco a poco un Estado donde los derechos de los españoles son distintos según en qué lugar del país se encuentre o resida, convirtiéndolo en un lugar cada vez más insolidario entre sí.

De las huelgas, hoy tendremos ocasión de comprobar más directamente adónde conducen, aparte de ocasionar considerable daño hacia la economía y de dar grave imagen al exterior, suponiendo más gasto de los impuestos para el gobierno y demás instituciones públicas al dedicar más recursos y medios a garantizar los servicios mínimos y el derecho del resto de los ciudadanos que desean trabajar, aparte de reparar los daños del día después. Pero aquí se podrá ver, como sucede en todas las huelgas generales, que los piquetes sindicales en muchos casos suelen estar por encima de la ley obligando a muchas empresas, trabajadores, comercios, etc….. a parar por la fuerza, impidiendo la entrada al puesto de trabajo, cortando calles o carreteras, e incluso recurriendo a intimidación, la amenaza y hasta la violencia descontrolada. Hoy podrá comprobarse que los abusos sindicales deberían de penalizarse con la cárcel hacia aquellos que violan los derechos de terceros a ir a trabajar y a abrir su empresa, pero que en toda la historia reciente de nuestro país no existe ni un solo caso como este.

Hoy comprobaremos que lo único que conseguirá la huelga es un país más cabreado, donde nadie se ha beneficiado de nada, y en donde es necesario una ley de huelga que garantice de verdad el derecho al trabajo de cualquier ciudadano que lo desee y un castigo hacia quienes violen ese derecho, que al igual que el de hacer huelga, está reconocido por la Constitución, porque por ejemplo, cuando paralizan un hospital o los medios de transporte, causando daños colaterales en los ciudadanos, ¿quién se responsabiliza de esos daños?.