LAS MUJERES EN LA CULTURA MUSULMANA

¿Es la moda como un reflejo de la libertad?. ¿La libertad se manifiesta en poder vestirse cómodamente como se quiera?

Creo que todo eso puede saberse en cómo visten las mujeres de un país, y llama especialmente la atención la forma de vestir de las mujeres musulmanas que van tapadas por todo el cuerpo por la fuerza, incluso en el verano más caluroso, por exigencias e imposiciones de su cultura.

¿Se convertirá España y Europa en un espacio absorbido en su totalidad por la cultura musulmana?. Dado la actual generosidad por parte de los gobiernos en las políticas de inmigración, y la forma en que se reproducen las familias musulmanas, ello podría ser posible en poco menos de una o dos generaciones, y ello es algo muy preocupante para quienes defendemos los valores de la libertad y el Estado de Derecho heredero del legado greco-rromano.

La prueba de que es muy posible que terminemos siendo un país y un continente musulmán, es que, por citar un ejemplo, se dice que es como pecado entre las mujeres musulmanas el uso de los anticonceptivos, por lo que esa es una de las causas por las que son más predispuestas a parir más hijos, y por eso son algo muy normal y habitual las familias numerosas entre los musulmanes; aparte de que entre la cultura musulmana las mujeres tienen prohibido tener relaciones con otros hombres, castigándose con la pena de muerte. En estos momentos en Europa los musulmanes ya suman casi 60 millones de habitantes, en muchos aspectos más que cualquier otra gran potencia europea.

Para los que los observamos bien por las calles vemos que son gentes que no muestran interés alguno en integrarse, haciendo de su cultura y su religión su modo de vida y su ley, aparte de que todos sabemos que de momento sin hacer demasiado ruido, condenan y critican el sistema occidental de libertades, de tolerancia, y de valores basados en el esfuerzo, el trabajo y el mérito.

Y por mucho ministerio de la igualdad que tengamos en España, y por mucha lucha contra la “violencia de género” en contra del hombre, sabemos que la mujer musulmana no está en pie de igualdad con los derechos de los hombres, y en algunos casos son consideradas expresamente como seres inferiores, y hasta como esclavas, teniendo el marido o en su defecto el padre todo el derecho sobre ellas. Son cosas que ellas mismas silencian y se resignan, por miedo a pagarlo con el repudio y hasta con la muerte, tal como estipulan sus leyes en secreto. Se conocen casos de españolas que se casaron con musulmanes, que paren muchos hijos, y de este modo las tienen bien anuladas y sometidas a la familia, y cuando no están en la calle o en lugares públicos, no tienen nada de derechos de puertas para adentro, aparte de que a las hijas las obligan a comprometerse con algún otro familiar o amigo también musulmán, y llegadas a la edad de la pubertad esas niñas están obligadas a vestirse al modo totalmente tapado, la cabeza incluida, como una forma pública de mostrar que pertenecen al colectivo musulmán, y que ningún hombre puede relacionarse abiertamente con ella.


Todas esas cosas son realidades que silencian los políticos para no “ofender” a nadie, que de esta manera son indirectamente cómplices de la falta de derechos y libertades que sufren esas mujeres. ¿Hablan de ello los del PSOE, PP, CiU, o los sindicalistas de UGT y CC.OO, para poner un breve ejemplo?. Aparte de lo preocupante que es ese grave descuido, existe el peligro de que las mujeres españolas terminen siendo mujeres anuladas, esclavas, y sin los derechos y las libertades a las que estamos acostumbrados, si con el tiempo ese colectivo de gentes de cultura musulmana llegan a hacerse fuertes e influyentes en nuestro país y en Europa. No hay que olvidar que en la cultura y mentalidad musulmana la religión va siempre por encima y por delante de la política, y eso es muy preocupante en cuanto lo descuidemos y dejemos que se extienda ese modo de vida que para muchismos de nosotros nos es ajeno, pero que como no hagamos algo para frenarlo seremos nosotros los que acabaremos siendo minoría discriminada y marginada por los nuevos ocupantes. Por lo menos en Cataluña existe un nuevo partido político que se está tomando muy en serio la cosa: Plataforma por Catalunya, lo cual es ya un alivio y una esperanza frente a ese preocupante y probable peligro. Y por eso creo que sería algo muy positivo que recibiera un aluvión de votos y una buena representación en el parlamento catalán para que pudieran hablar claro y alto sobre lo que los demás callan y silencian, salvando la dignidad, la cultura y las libertades de la gente de nuestro país, sean mujeres u hombres.

Las cuatro fotos que inserto son para dar en qué reflexionar sobre las libertades que queremos para las mujeres de nuestro país.