Nunca he creido en aquello de la igualdad, porque siempre he creido que las personas son diferentes, unas mejores, otras peores, todas distintas, y todas diferentes. Por eso he sido más inclinado a ideas de tesis individualistas, que no de tesis colectivas. El socialismo, es de suponer, valora más el grupo que no el individuo, pero yo creo más en el individuo que no en el grupo. Cuando actual el individuo y va motivado por algo, actua mucho mejor y con mayor eficacia que no un grupo, que al final termina desmotivado y refiandose del resto del equipo. Por eso, pienso que en un sociedad, cuando predominan las ideas que se tienen más en cuenta al individuo que al grupo, va mucho mejor.
Pero la primera vez que voté socialista fue cuando Pascual Maragall se presentó para la presidencia de la Generalitat y ganó por mayoria simple, obteniendo el sillón de Honorable a costa de pactar con otros grupos más afines. Lo voté por una razón muy simple: me leí los programas electorales de los distintos candidatos, y sólo en el programa de Pascual Maragall encontré algo que podía beneficiarme: Prometió una paga mensual de 50 euros al mes por cada hijo, hasta que cumpliera los 18 años. Y como bien sabemos todos, no cumplió, como ya es habitual en los socialistas, y el resto de los políticos, no cumplan con lo que prometen en las elecciones.
Pero más tarde anunció que padecia la enfermedad de Alzheimer, es decir, esa enfermedad que hace que pierdas la memoria, la razón, y acabes convertido en un vegetal hasta que te mueres. ¿Fue esa la enfermedad que hizo que se olvidara de su promesa electoral?
Eso evidencia que todos los políticos antes de presentarse a las elecciones deberían de visitar a un neurólogo para que les hiciera una exporación médica que certificara que no padece el Alzheimer, porque si no pasa lo que pasa: que se olvidan de sus promesas, entre ellas alguna tan insignificante (pero no por ello menos importante) como los 50 euros mensuales de ayuda por cada hijo. Como padre de dos retoños, no me hubiera venido mal, y por ello lo voté, pero habiendo ganado las elecciones y haber sido presidente, cabe decir que su olvido es una verdadera verguenza (con perdón, pues no sabiamos que el pobre padecia Alzheimer).
Pero...¿padeces tu de Alzheimer?. Para ahorrarte de ir al neurólogo, en la parte de abajo te escribiré algo con lo cual podrás comprobar que a una persona que le cueste descifrar este escrito, tiene mayor posibilidad que otras de sufrir Alzheimer.. Espero que tu sí puedas descifrarlo!!!!
Espero que hayas podido entender el mensaje, porque si no es así, casi seguro que vas a padecer Alzheimer, pero te adelanto algo: termina diciendo que al final “sólo permanece la amistad, el amor, el cariño, y las manos de aquellos que son capaces de hacernos sonreir”.
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