viernes, 14 de agosto de 2009
COMO UN MAL MENOR, MANUEL FRAGA IRIBARNE, TENDRÍA QUE SER EL CANDIDATO EN LAS PRÓXIMAS GENERALES DE 2012.
Nuestra vieja España se encuentra actualmente en una situación que no la reconocería “ni la madre que la parió” (en una definición de un tal Alfonso Guerra, que fue vicepresidente en uno de los gobiernos del PSOE): paro preocupante, millones de familias endeudadas por la hipoteca, trabajadores a quienes no está garantizada la pensión de jubilación, fracaso escolar de nuestros jóvenes, millones de funcionarios improductivos, impuestos agobiantes, millones de inmigrantes que absorben los recursos públicos y el trabajo de los españoles, mal ejemplo y exceso de leyes irracionales, discriminatorias y paralizantes, pérdida de los valores morales, desastre económico por casi todas partes, etc.. . Evidentemente la sociedad española está pasando por una profunda crisis que reclama la atención de alguien lo suficientemente preparado, sabio, experimentado y capacitado para hacer algo positivo en sacar a España del actual marasmo en el que se haya metida. Excepto los cuatro listos de siempre, nadie puede decir que en España ha prosperado en los últimos años, ni que viva mejor, ni que disfrute de mayores libertades y de más alta calidad de vida. Los mediocres políticos españoles actuales, se caracterizan por ser de una completa nulidad, y de una escandalosa falta de capacidad para resolver de verdad los problemas del país. Excepto quizás uno que conoce tan a fondo la política española hasta tal punto que se dijo de él que tenía el Estado en la cabeza. Además es quizás el único que se conoce la España profunda palmo a palmo, y no sólo de haber participado sin intermediarios de mítines en mítines a pie de calle en cada una de las numerosas convocatorias electorales que ha tenido lugar en España al cerrar el paréntesis de la Dictadura, sino también por su época de ministro de información y turismo, cuando sentó las bases que convertirían a nuestro país una de las primeras potencias turísticas a nivel mundial. Su cargo de ministro de turismo, le obligó a recorrer cada rincón de España como nadie, promoviendo el “Spain is diferent”, y de vez en cuando subiendo en su coche oficial ministerial a alguna que otra rubia turista sueca que se encontrase por cualquier carretera española por donde pasaba el coche del célebre hiperactivo ministro. Muchas de aquellas bellas turistas extranjeras volvieron a su país, con la anedocta de que habían subido con el coche oficial de Fraga, haciendo auto-stop, y de haber ligado con la quitaesencia misma del macho ibérico que representaba el propio ministro que aprovechaba para promocionar España turisticamente. Además hizo sus primeros pinitos en la función pública, como inspector de enseñanza, y luego ganando las oposiciones a catedrático de universidad a un rival de la talla del “viejo profesor” Enrique Tierno Galván, el primer alcalde socialista de Madrid. En medio de tantos personajes mediocres que componen la actual escena política española, el viejo y más bravo toro político que dispone nuestro país, es también quizás el más capacitado y experimentado para sacar adelante a nuestra maltrecha España, del desastre en la que se la han dejado esos actuales políticos ineptos, a quienes sólo les interesa aferrarse al cargo y al suculento sueldo público que obtienen de los contribuyentes.
Creo que Manuel Fraga es el político que, quizás con la excepción de los más jóvenes, lo conocen prácticamente todos los españoles, por haber sido embajador, varias veces ministro de no sé cuantas carteras, vicepresidente, jefe de partido político, líder de la oposición, eurodiputado, presidente de su propia comunidad autónoma, y ahora simple senador...enfín, el político más activo que ha tenido España; y por si fuera poco, el único político español con larga formación académica y cultural, que tiene largas docenas de libros escritos en su haber, y uno de los redactores de nuestra actual Constitución Española. Casi puede decirse que lo ha sido todo en política, menos presidente del gobierno español; y el único paréntesis que se le conoce en la empresa privada, es la de haber trabajado de comercial para una conocida empresa cervecera española, con éxito ganado buen dinero, pero que volvió a la política, su gran pasión. De modo que todo su currículo, le justifica un reconocido prestigio, larga experiencia, envidiable capacidad de trabajo, y extensa preparación política, del hombre que para él “España es lo único importante”, lema que escogió para el partido político que crearía, llamado Alianza Popular, el germen de lo que con el paso del tiempo seria la Coalición Popular, y finalmente el nombre definitivo de Partido Popular, que aglutinaría todo el espectro del electorado situado a la derecha del PSOE, es decir, los antiguos votantes de la desaparecida U.C.D. de Adolfo Suárez, y los restos de la antigua Alianza Popular. Esta es, pues, la única alternativa política actual que se supone capaz de vencer al socialismo de Zapatero en España, si lo liderara el único hombre que aparte de ser su fundador, cuenta también con el aval de su prestigio y su dilatada experiencia, y podría ilusionar al electorado español decepcionado de la actual política que ha llevado a España al estancamiento, al paro, al endeudamiento, a la incertidumbre, y a la desilusión. España necesita una reforma laboral en la que todos tengan oportunidades de trabajar e invertir, bajar los impuestos y el déficit público, recuperar la gran cantidad de libertades públicas que se han ido perdiendo, abolir un montón de leyes que paralizan el progreso y dichas libertades públicas,... y sobretodo volver a los valores del trabajo y del esfuerzo, de los que Manuel Fraga siempre ha dado buen ejemplo a lo largo de su vida. El hombre que una vez dijo que si fuera presidente, en 6 meses el paro estaría arreglado, es quizás el único político español fiable y capacitado para buscar soluciones a la presente crisis española.
Tendrían que salir muchas voces, y hacer posible que en un próximo Congreso del PP, partido que él mismo fundó, se reivindique la candidatura de Manuel Fraga Iribarne como candidato a la presidencia del gobierno español. Incluso el propio Fraga debería de poner su voluntad y empeño en ello. Poner a España por buen camino, resolver sus problemas, y reformas sus leyes, es el último servicio que Don Manuel, con su leal saber y entender, y si no llega a desfallecer, ha de hacer para la causa de España. Además es de los pocos políticos de carisma insuperable: en todos sus mítines, siempre llena las plazas de toros hasta la bandera, señal de que está muy solicitado por el electorado español. Se supone que algunos cuestionarán su ya avanzada edad, pero ya sabemos que él es único político español que siempre ha dicho “yo vendo salud”, y si lo comparamos históricamente con el viejo general y político Francisco Javier Castaños, el héroe de Bailén, bien podríamos decir que nuestro viejo “Tractor Thompson”, todavía tiene cuerda para rato. Y si para ser presidente del gobierno es para lo que siempre se preparó en su larga y fecunda vida, creo que al final, y como homenaje, deberíamos de darle y hacer que fuera posible su última oportunidad para ser presidente, y para que él pueda encarrillar de nuevo por el buen camino a esta España que lo está pidiendo a gritos. Si no es él, difícilmente nadie podrá sacar a España del desastre en el que se halla sumida. Por eso nuestro viejo Don Manolo Fraga Iribarne, uno de los hijos predilectos de España, de una honradez tal que nunca ha tenido ningún lío con los tribunales (como lamentablemente tienen hoy día toda esa legión de políticos corruptos de todos los colores políticos), debería ser el candidato ideal para las próximas elecciones generales de 2012. En los actuales tiempos inciertos y difíciles por los que estamos pasando, España no puede permitirse el lujo de desaprovechar el talento, brillantez, capacidad de trabajo, rica experiencia, y la preparación, del mejor político español de todos los tiempos que aún tenemos en activo. Porque ya sabemos, como decía Don Manuel: “ESPAÑA ES LO ÚNICO IMPORTANTE”. Si es necesario, con un bastón en mano, o ayudado de una silla de ruedas,....pero haga un último servicio a la causa española, y no desfallezca, Don Manuel Fraga Iribarne, de quien se espera que sea genio y figura hasta la sepultura, y que cuando le llegue la honrosa hora de ser recibido por nuestro Señor Santiago, patrón de España, sea como tiene que ser en un español digno y ejemplar: con las botas puestas.
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