miércoles, 16 de diciembre de 2009

REFLEXIONES SOBRE EL SIMULACRO DE REFERENDUM INDEPENDENTISTA DE CATALUNYA DEL PASADO 13-D de 2009:



Lo que los medios de comunicación han expuesto es que de los posibles votantes para aquel día (unos 700.000), sólo votaron un media del 27%, con una acapladora mayoría de Síes de más del 90% de los votos emitidos. No obstante, bien estudiado el perfil electoral de los votantes, cabría preguntarse por los orígenes de nacionalidad y de lengua de los electores participes, porque hay que tener en cuenta tres factores claves :

1.-Los muchísimos inmigrantes que votaron (moros, negros, chinos, asiáticos, rumanos, rusos, sudacas, etc..), cuyo voto carecería de validez en unas elecciones legales por carecer de nacionalidad española, y para los cuales no tendría sentido legitiminar una Catalunya independiente al no ser verdaderos patriotas (ese ha sido el primer aviso del peligro que supondría para desmembrar y desestabilizar el país, si se permitiera el derecho de voto a los extranjeros, ya que formarían nuevos partidos políticos que representaran sus intereses, y que de hecho, por ejemplo, ya se están empezando a movilizar cara a las próximas elecciones municipales de 2011, o tras ellas, como es el caso del partido islámico PRUNE (Partido Renacimiento y Unión de España), promovido desde esferas próximas al gobierno de Marruecos que ya se está gestando, y del que no hacen eco los medios de comunicación. Si se comete el garrafal error de conceder derecho de voto a los extranjeros, en los siguentes comicios cambiará tanto el esquema político que será para perjudicar a nuestro país. Resto de extranjeros aparte, tan sólo el colectivo de moros, entre legales e ilegales ya suman más de dos millones en nuesto país.

2.- El idioma habitual del elector participe (se ha constatado que un porcentaje significativo de los que votaron sí a la independencia son habitualmente de habla castellana). Y el lugar de nacimiento de los padres de otra inmensa mayoría que votaron sí al simulacro de independencia para Cataluña, que son de lugares de fuera de Cataluña, pero dentro del territorio español. Eso hace suponer que el referéndum del 13-D, en muy buena parte era más bien un plebiscito contra la tradicional discriminación que siempre ha padecido Catalunya en el tema de los impuestos, siendo siempre un territorio que aporta más en impuestos pero que a cambio recibe menos, por aquello que se aplica desde las instancias centrales de la solidaridad de “las comunidades autónomas más ricas hacia las comunidades autónomas más pobres”, cuando por lógica en el feo tema de los impuestos nadie es el solidario de nadie.

3.- Se entiende un lógico deseo de independencia por parte de aquellos que son hijos, nietos, biznietos, taranietos, y descendientes de las gentes que siglos anteriores poblaron ese lugar que llaman Catalunya, por aquello de proceder de unas comunes raíces, cuya principal manifestación de identidad se expresa con la habla de una lengua común derivada del latín: el catalán.

Entiendo que cada uno sacará sus propias conclusiones, respetables todas ellas, pero pienso que los electores que desean una Catalunya independiente, pertenecen al espectro electoral que gira en torno al partido ERC (Esquerra Republicana de Catalunya), que si bien ha incrementado su presencia parlamentaria en las últimas elecciones, según las encuestas, prácticamente ha tocado techo y con posibilidades de perder votos por las luchas internas del partido independentista republicano, y por el pésimo papel como socio del tripartito que gobierna Catalunya, y en la mala gestión de los recursos públicos por parte de su vicepresidente Carol-Rovira -que aparte de tener madre catalana tiene padre aragonés- (embajadas en Nueva York, subvenciones a organismos islámicos, viajes al extranjero, etc...). El historial de elecciones celebradas en Catalunya desde que se restauró la actual Generalitat con Josep Tarradellas, nos muestra que es un territorio donde el electorado es bastante fiel a su propio espectro electoral, con muy pocas significativas variaciones en todas las contiendas electorales celebradas desde los inicios de la transición democrática. En otras palabras, los principales partidos políticos representados en el parlamento catalán: CiU, PSC-PSOE, PP y ERC, suelen tener una clientela electoral fija y fiel. Eso lleva a la conclusión de que como mucho, la independencia la desea un 10% del electorado catalán, mientras que un 90% es teóricamente partidaria de una Catalunya enmarcada dentro de la Constitución Española, o son indecisos, o pertenecen al campo de la abstención. Opino finalmente que el polémico presidente del Club Fútbol Barcelona Joan Laporta, que apadrinó el movimiento independentista, no verá cumplido su sueño; y que Su Alteza Don Felipe de Borbón, heredero de la Corona que de momento sigue simbolizando la unidad de toda España, seguirá siendo tanto Príncipe de Girona, como de Asturias, ...y Señor de la muy catalana Villa de Balaguer. Por otra parte no debemos de olvidar que en el referéndum del 6-D de 1978 para aprobar la Constitución Española, Catalunya votó un sí mayoritario que abarcó algo más de la mitad del electorado, aunque reconozco que eso sí: con muy escaso margen a su favor, aunque con el suficiente para legitimar la aceptación de la actual Constitución vigente. Además numerosas razones históricas de gran peso de muchos siglos nos indican que lo lógico y natural es que Catalunya siga formando parte de esta nación común que llamamos España. Para algo fue que siempre se la ha llamado “La puerta de España”. En fin, que de momento el tema traerá polémica para largo, entre los que están a favor y los que están en contra de que Catalunya sea un estado independiente con el catalán como lengua propia.

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