HACKEAR UN EDIFICIO PUEDE RESULTAR UN JUEGO DE NIÑOS

Ciertamente he visto algunas películas de hackers, como aquella de John Travolta y Hugh Jackman (Operación Sword Fish), donde los piratas informáticos tratan de conseguir para ellos transferencias por internet de los multimillonarios fondos reservados secretos del gobierno estadounidense. La película Firevall, donde un chantajeado Harrison Ford, debe de proporcionar las contraseñas del banco para el que trabaja, para que unos ciberdelincuentes puedan conseguir un astuto robo a través de internet. O bien, La Jungla-4, donde el incomparable Bruce Willis todavía con la mentalidad de los años de la pera, tiene que hacer frente a unos superpreparados ulltra-hackers despechados y despedidos por el gobierno, que se hacen con el control de todos los sistemas informáticos del país para vengarse por el menosprecio que han tomado contra ellos.

Pero a veces, la realidad puede superar a la ficción, y sino mirad ese video subido al You Tube donde se ve a un grupo de jóvenes sobradamente preparados hackers informáticos cómo a través de un portátil y vía wifi consiguen infiltrarse en el interior de la caja general de cuadros eléctricos y convertir todo el sistema informático de iluminación de un edificio de última generación que al igual que los coches, incorpora y aplica los últimos avances en electrónica-informática, por aquello de “edificio inteligente” que a la larga exigirán las nuevas normativas sobre la construcción. en una versión gigantesca del famoso juego “Space invaders” que cualquiera lo puede tener en su teléfono móvil.

La informática la creó el hombre, no Dios; y la emoción de superar el “más difícil todavía” es la recompensa de todo hacker.