sábado, 18 de diciembre de 2010
LA JUBILACIÓN FLEXIBLE
Ayer hubieron manifestaciones por varias grandes ciudades españoles para protestar contra la propuesta del gobierno de alargar la edad de la jubilación a los 67 años, pero lo extraño es que no haya habido manifestación para otra cosa mucho más importante que afecta a los ex trabajadores, es decir, los parados, que es la retirada para el próximo febrero de la famosa ayuda de los 426 euros. Algo extraño, ya que un alargo de jubilación es algo que puede aguantarse, pero quedarse sin trabajo y sin ayuda económica es la peor de las situaciones. Lo cual evidencia que de los casi cinco millones de parados que tenemos en España no se acuerda nadie, ni siquiera los propios sindicatos que más bien con esto muestran tan sólo preocuparse por sus afiliados colocados mayoritariamente en empresas públicas, los cuales desean un retiro pronto y bien pagado.
Pero como parece reconocer el propio presidente Zapatero, “habrá jubilación razonablemente flexible para según qué sectores laborales”, y me preguntaba: ¿a qué se refería con esto?, ¿Quiénes o qué sectores son los que se beneficiarían de esta “jubilación anticipada razonable”?
Profesiones sobretodo las del sector terciario como son comerciantes, oficinistas, médicos, maestros, etc…., son profesiones que conllevan muy poco desgaste físico y mental, y por lo tanto con muy buenas facultades y condiciones para seguir trabajando incluso más allá de la pretendida edad de jubilación de los 67 años que ahora se propone desde el gobierno.
Pero las profesiones del sector primario, que son las que de verdad producen un fuerte desgaste físico y mental, tales como albañil, minero, agricultor, pescador, etc…, son un sector que sí bien tendría necesidad del derecho a una razonable jubilación anticipada, que bien merecería situarse en los 45 años, a no ser que los interesados tengan facilidades de reconvertirse en otra profesión y encontrar un nuevo empleo más acorde con las condiciones físicas propias de la edad, en el sector terciario al que me refería antes.
Para poner un ejemplo, yo diría que la profesión de albañil es la más dura de todas las existentes, y se entra en ella sobretodo por parte de aquellos que no tienen estudios o que no sirven para estudiar, y por dinero, aunque para eso ultimo, la crisis ha reventado tanto los precios, que la falta de trabajo y la feroz competencia ha llevado a que ahora se cobren sueldos de miseria, y por tanto no es profesión que anime a escoger a las nuevas generaciones, aparte de las complicaciones de las nuevas exigencias administrativas tales como el carnet que exige un curso de muchísimas horas (casi como si fuera un título universitario), lo cual desanima aún más a los jóvenes y a los no tan jóvenes en elegir ese oficio que muchos consideran desgraciado. Para empezar, en las obras siempre se respira polvo y se ensucia, hacer bastidas es cansado montando pesados elementos y bandejas o tablones, los bloques pesan mucho y estar colocando constantemente ese pesado material así como ladrillos desgasta enormemente los brazos y la espalda, trabajar en alturas que obliga a un estado en permanente alerta estresa enormemente, trabajar en suelos inclinados como las cubiertas de los tejados que tensa enormemente los tendones de los pies, hacer pavimentos que obliga todo el día a tener inclinada y forzada la espalda termina provocando dolores crónicos, etc…etc… todos los trabajos de albañil en todas sus modalidades acaban provocando un gran desgaste físico y una permanente situación de estrés, por lo que no es de extrañar que éste sea el sector con el mayor número de alcohólicos, pues tanto desgaste precisa de estimulantes, aparte de que es el sector que más consume en antiinflamatorios y que más solicita las bajas por tendinitis, lumbagos y demás dolores de la espalda, las cuales lesiones físicas se van incrementando con la edad. Y si fuera poco, muchas veces toca trabajar en unas condiciones climáticas adversas soportando frío, calor, viento y lluvía, con todo lo cansado que ello supone. En el caso de los albañiles, profesión que conozco bien, lo más duro es que con el paso de la edad no tienen posibilidad casi de descansar y recomponerse y siendo así, siempre están cansados, con dolores o con lesiones, pero frente a otros más jóvenes tienen la ventaja de la experiencia y la veterania, en un oficio de tanta improvisación que no se aprende en ningún manual y en el que cada día hay que ejecutar un trabajo diferente. Sé de casos de autónomos que no pueden coger la baja, porque una injusta legislación no les permitía, y tenían que seguir trabajando con fiebre para no perder el día ni el cliente, cuando cualquier persona por cuenta ajena puede coger la baja laboral enseguida por cualquier resfriado. Y yo me preguntaría si tanto el presidente Zapatero como los líderes sindicales Menéndez y Toxo (los cuales nunca veréis trabajar en una obra) son conscientes de todo este sufrimiento y dificultades que pasan los albañiles, que aparte han sido los más castigados por el crisis y el paro. Por lo visto el presidente ya se ha empezado a llenarse la boca con lo de “jubilaciones flexibles razonables”, pero no aclara a qué sectores o profesiones se ha referido. La polémica está servida, y veremos qué pasará.
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